Enfermeras protestan por obligarlas a trabajar siendo positivas al covid-19
Rechazan decisión del gobernador Newsom de permitir que los hospitales de California dejen que el personal de salud infectado, regrese al trabajo de inmediato, sin aislamiento ni pruebas
Alejandra González Huitrón, una enfermera con 7 meses de embarazo, quien trabaja en la Unidad de Covid del Hospital del Buen Samaritano (Good Samaritan Hospital) en Los Ángeles, fue una de los cientos de enfermeras que se plantaron este jueves frente a sus centros de trabajo para protestar por una nueva medida estatal que las obliga a trabajar, siendo positivas al virus, si no presentan síntomas.
“Es muy peligroso llegar a trabajar enfermos de covid. Puede ser fatal para nosotras y para los pacientes, en especial para los de cáncer”, dice González Huitrón, quien desde hace 7 años es una enfermera registrada.
Varias manifestaciones simultáneas afuera de hospitales del sur de California se llevaron a cabo para protestar contra la decisión del Departamento de Salud Pública de hacerlos trabajar cuando salen positivos o han sido expuestos al covid-19 si no presentan síntomas.
La acción de protesta fue organizada por dos poderosos sindicatos, el Sindicato de Enfermeras de California (CNA) y el National Nurses United (NNU).
“Yo amo mi trabajo, pero eso de que nos quieran hacer trabajar enfermas de covid, como mujer embarazada me pone en riesgo”, dice González Huitrón.
Reconoce que tiene un poco de temor porque los casos siguen subiendo. “Se me hizo muy injusto que el gobernador castigue a las enfermeras, obligándonos a trabajar enfermas de covid en lugar de poner restricciones en reuniones grandes, como conciertos y otros eventos masivos”.
Urgió al gobernador Newsom a quitar esa medida. “Si nos enfermamos, quién va a cuidar a los pacientes”, cuestiona.
Jennifer Delisle, enfermera registrada, exigió al gobernador Newsom, al Hospital del Buen Samaritano y a toda la industria hospitalaria empezar a proveer enfermeras.
“Hay una crisis moral. Las enfermeras están optando por trabajar en oficinas o en otras posiciones en vez de cuidar pacientes, porque los hospitales no están proporcionando suficiente ayuda; y a veces, no hay las enfermeras necesarias para cuidar de los pacientes”.
Dice que además están violando el título 22 que en California establece que para un piso como en el que trabaja ella, el médico quirúrgico, corresponden 5 pacientes por enfermera. “Nos están poniendo 6 o 7 pacientes para una enfermera. Es un peligro, una situación muy grave. Es imposible ofrecer así el cuidado de calidad que cada paciente se merece’’.
Enfatiza que la nueva regla que establece que las enfermeras pueden trabajar con covid, pone a los pacientes en riesgo.
“Un paciente viene al hospital porque está enfermo y necesita sentirse mejor, y si ve que sus médicos y enfermeras no se sienten bien, aumenta la ansiedad”.
Debido a lo largo de la pandemia, explica que las enfermeras están cansadas. Y es tanta la sobrecarga de trabajo que a veces no pueden ni tomar un tiempo de descanso ni para comer, dice Delisle.
“Y si nos dan el tiempo para comer, estamos preocupadas, porque hay una enfermera cuidando nuestros pacientes, y los de ella”.
Señala que no es justo que a dos años de que comenzó la pandemia, estén queriendo poner en peligro al personal de salud.
“Y no es que no haya enfermeras. Eso es una mentira de la industria de hospitales. Lo que no hay, son suficientes enfermeras que quieran arriesgar su salud y la de sus familiares para trabajar en un lugar donde no reciben apoyo para proveer un cuidado de calidad”.
De acuerdo al Sindicato de Enfermeras, a casi dos años de la pandemia de covid-19, Estados Unidos no están experimentando una escasez de enfermeras, “es solo una escasez de enfermeras dispuestas a no arriesgar sus licencias o la seguridad de sus pacientes al trabajar en las condiciones inseguras que les imponen empleadores con fines de lucro”.
Señalan que los empleadores están buscando hacer de la crisis de personal, la nueva normalidad y una gran amenaza para los pacientes en el país.
“Todo el mundo necesitará atención médica en algún momento de su vida, y cuando nuestros seres queridos están en el hospital, queremos que las enfermeras puedan brindar la atención que los pacientes merecen”, dice Zenei Triunfo-Cortez, presidenta de NNU .
“Pero los empleadores han dado prioridad a las ganancias sobre la seguridad y atención al paciente. Han hecho recortes en la dotación de personal desde mucho antes de Covid, y con la pandemia todavía en pleno apogeo, están alejando a las enfermeras que se necesitan desesperadamente”.
Por estas razones, el 13 de enero, dice que se pusieron de pie para decir “¡Basta! a la codicia de los empleadores y para exigir una dotación de personal segura ahora”.
Para capturar la película completa de la crisis actual de personal, el NNU condujo un sondeo a miles de enfermeras registradas a lo largo del país desde octubre a diciembre de 2021.
De las enfermeras que contestaron, 82.5% dijeron que al menos en la mitad de sus jornadas no tenían el suficiente personal.
Los estudios han mostrado que cuando a las enfermeras se les asignan demasiados pacientes para cuidarlos al mismo tiempo, las ponen en alto riesgo de cometer errores médicos prevenibles, complicaciones evitables, aumenta el tiempo de estancia en el hospital, los reingresos y hasta la muerte.
En la encuesta reciente, el 68% dijeron que han considerado dejar su trabajo, algo que no contemplaría si los hospitales mejoraran de inmediato las condiciones de trabajo, aumentaran los niveles de personal y siguieran los consejos de las propias enfermeras para hacer crecer el grupo del personal de salud disponible.