Jefe adjunto de los bomberos de Los Ángeles supuestamente borracho durante un incendio no fue castigado y recibió $ 1.4 millones de dólares de pensión
Fred Mathis, principal comandante administrativo de LAFD, admitió a una oficial que estaba alcoholizado mientras supervisaba un incendio en Palisades, sin embargo, no fue castigado y recibió en cambio $1.4 millones de dólares como pensión de retiro
La primavera pasada, un funcionario de alto rango del Departamento de Bomberos de Los Ángeles alegó que su principal comandante administrativo, el subjefe Fred Mathis, parecía estar intoxicado, mientras supervisaba el centro de operaciones de la agencia durante un incendio en Palisades.
La oficial informó que Mathis le admitió que había estado bebiendo, según los registros de LAFD.
Un bufete de abogados privado contratado por la ciudad para investigar el episodio del 18 de mayo descubrió que Mathis probablemente estaba intoxicado en la sede del departamento en City Hall East, según reportó el diario Los Ángeles Times.
Pero la investigación absolvió a Mathis a través de un razonamiento que indignó a los miembros del departamento: el bufete de abogados concluyó que Mathis “técnicamente estaba fuera de servicio mientras que probablemente estaba intoxicado porque se había puesto enfermo” ese día, según un resumen de los hallazgos que proporcionó el departamento.
El periódico informó en julio que se hizo una entrada en la agenda de Mathis cuatro días después del incidente para mostrar que estaba de baja por enfermedad el día en que se informó que estaba borracho en el trabajo.
Mathis contestó al diario en un correo electrónico que no hizo nada malo y que el departamento lo trató injustamente.
Los jefes de tres organizaciones de bomberos afroamericanos, latinos y mujeres dicen que el caso Mathis es solo el último ejemplo de cómo el departamento otorga un trato especial a los oficiales superiores, especialmente si son hombres o blancos.
Los líderes de los grupos dicen que el tratamiento a menudo va acompañado de un encubrimiento, a veces con la ayuda de funcionarios electos, entre ellos el alcalde Eric Garcetti y el fiscal de la ciudad. Mike Feuer, candidato a alcalde, que temen cruzarse con los jefes sindicales políticamente influyentes de LAFD.
Dos miembros de la Comisión de Bomberos, el panel civil de cinco personas que supervisa el departamento, hicieron eco a las críticas sobre cómo se manejó la investigación de Mathis y dijeron que las quejas sobre el trato desigual y la falta de rendición de cuentas en los rangos de liderazgo se han convertido en un patrón arraigado.
Debido a que se retiró a los pocos días de la conclusión de la investigación a fines de enero, Mathis, cuyo salario era de más de $350,000 dólares al año, no pudo haber sido sancionado.
Dejó el departamento con un pago de aproximadamente $1.4 millones de dólares, además de su pensión anual de alrededor de $225,000 dólares, según la ciudad.
Mathis pasó sus últimos siete meses con el LAFD con licencia pagada por un “trauma continuo en una extremidad”, según informó el departamento. La naturaleza de la herida no fue detallada.
El resumen de los hallazgos del bufete de abogados también absolvió a Mathis de las acusaciones de que podría haber hecho un mal uso de su tarjeta de crédito de LAFD e información confidencial sobre la investigación después de que se fue de licencia.
El resumen decía que “no hay evidencia” de que Mathis haya hecho un mal uso de la tarjeta de crédito, y la preocupación de que podría haberlo hecho se basó en una “creencia incorrecta de que Mathis fue detenido administrativamente por abuso de sustancias”.
El año pasado, el departamento dijo que la investigación estaba examinando una acusación de que Mathis hizo mal uso de su vehículo propiedad de la ciudad mientras estaba de baja por lesiones, pero el resumen no abordó eso.
Con respecto al sistema de seguimiento de quejas, el bufete de abogados Yasinski & Jones de Pasadena dijo que Mathis admitió haber accedido a él mientras estaba bajo investigación.
Pero la firma agregó que “si bien es ciertamente sospechoso, y no es bueno óptica o éticamente, sin evidencia de que Mathis usó indebidamente la información que obtuvo de su archivo CTS para influir en la investigación, tampoco está claro qué reglas o regulaciones de LAFD violó su conducta admitida”.
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