Conductores de Uber y Amazon Flex exigen mayor paga ante alza sin precedente de la gasolina
Aseguran que las compañías no les han ofrecido una adecuada compensación que satisfaga sus necesidades
Un numeroso grupo de conductores de entrega de paquetes de Amazon Flex a los que se les unieron conductores de Uber y Lyft llevaron a cabo una protesta afuera de las instalaciones de Amazon en la ciudad de Vernon, para protestar por la falta de apoyo de estas corporaciones ante el alto costo de la gasolina.
“Estamos pidiendo que nos consideren empleados y que mejoren nuestros ingresos por bloque, que son 2 horas de trabajo por sector. El año pasado lo pagaban a $44 más propina. Este año nos bajaron a $41”, dijo Manuel Ramos, conductor de Amazon Flex, desde hace más de 3 años.
“No nos rinde lo que nos pagan ante el alto costo del combustible. El 40% de nuestro ingreso se va en la gasolina. Estamos subsidiando la entrega de paquetes porque hay que tomar en cuenta que nosotros ponemos nuestros vehículos y recorremos entre 90 y 100 millas a diario”.
Ramos dijo que ellos no quieren perjudicar a Amazon Flex sino llegar a soluciones.
“La única solución que nos han dado hasta ahora es ir a ciertas estaciones de gasolina que nos ofrecen entre 1 y 2% de descuento, que no es nada, y porque además esas gasolineras suelen ser las más caras. Por lo tanto, no es ninguna ayuda”.
Los trabajadores criticaron que Amazon Flex se haya negado a escucharlos después de la manifestación que hicieron la semana pasada en la bodega de Amazon y el Uber Greenlight Hub de Redondo Beach.
En la protesta de hoy, anunciaron que habrá más demostraciones con regularidad hasta que las compañías tomen acciones.
Los conductores de Amazon Flex toman jornadas a través de una aplicación como los conductores del transporte compartido. Recogen paquetes de las bodegas de Amazon y otras instalaciones para entregar a los clientes.
Ramos dijo que ellos trabajan jornadas de casi 8 horas diarias, y Amazon Flex tiene un sistema que no les permite cumplir la jornada completa para que no tengan derecho a reclamar beneficios.
Considerados contratistas independientes sin ningún beneficio laboral, los conductores de Amazon Flex cubren por su cuenta el costo de la gasolina.
En 2015, Amazon comenzó su servicio de entrega por medio de una aplicación, y un ejército de contratistas se unieron.
Los trabajadores de Mobile Workers Alliance (Alianza de Trabajadores Móviles), que se unieron a la protesta en Vernon, son parte de una coalición de más de 24,000 conductores en California que trabajan para compañías como Uber.
Eduardo Romero, un conductor de Uber por 4 años y medio, no cree que pueda aguantar mucho tiempo más en este trabajo, si el precio de la gasolina supera los $7 por galón.
“Voy a tener que buscar otro trabajo”, dice Eduardo.
El precio del galón de gasolina anda en promedio en $6.031 en Los Ángeles. Un 25% más que hace un mes y un 54% con relación al año pasado.
“Ahora lleno el tanque del carro con la gasolina regular, la más barata. Antes le ponía gasolina intermedia, pero cuando los precios empezaron a subir tanto, ya no pude”.
Los altos costos de la gasolina han hecho que muchos conductores de Uber y otras compañías de transporte compartido, se retiren.
“La falta de rentabilidad para los choferes también ha provocado largos tiempos de espera para el cliente”, dice Eduardo.
Y comenta que ante lo caro de la gasolina, prefiere hacer viajes cortos que largos, y en las horas que hay mucha demanda y poco tráfico.
“Por cada viaje, Uber se queda con el 40% de la paga por viaje del pasajero. No es justo porque ellos solo ponen la plataforma y el software. Nosotros ponemos nuestro tiempo, nuestras capacidades para conducir y ofrecer un servicio, nuestro vehículo, el combustible, los gastos de mantenimiento, el seguro del auto”.
Lo único que Uber les ha ofrecido durante el aumento desorbitado de los precios de la gasolina, es un apoyo de 55 centavos por viaje, dice.
“Eso no es justo porque no es lo mismo, un viaje de 5 a 10 millas que uno de 20 millas o más”, dice Eduardo, quien trabaja entre 32 y 42 horas por semana como chofer de Uber.
También a veces les dan un pequeño bono por viaje, pero aún así no les sale, asegura.
“Nosotros entendemos que todo es un negocio. Lo malo es que solo es un negocio redondo para las corporaciones”.
En su caso personal, dice que cada dos días, llena el tanque de gasolina de su auto con $72.
“A la semana trabajando 40 horas, sacó entre $1,000 y $1,110. A eso hay que descontarle el 30% del costo de la gasolina, la aseguranza, las llantas, el aceite”.
Lo único bueno, explica, es que siempre hay demanda de Uber, pero el problema es que muchos choferes ya no quieren seguir por la gasolina tan cara.
“Siempre hay mucha rotación. Los choferes entran con muchas ganas, pero al poco tiempo se dan cuenta que no les sale, y se retiran”.
“Ojalá que esto se detenga y venga una solución. La ayuda que nos quiere dar el gobernador de $400 es buena, pero no es suficiente”.
Rony Ambrosio dice que muchos conductores de pasajeros de Uber como él, se han ido mejor a hacer servicios de entrega de comida a domicilio.
“Ya no es un buen negocio trabajar para Uber. Nos ofrecieron darnos $300 si hacíamos 100 viajes en 7 días, pero es imposible lograrlo con la gasolina tan cara”.
La Opinión está a la espera de un comentario de Amazon Flex y Uber.
En un comunicado que Uber envió a sus conductores, reconoce el alza sin precedentes de la gasolina, y les dice que les dará un sobrepago adicional de manera temporal para ayudarlos a llevar más dinero a su casa.
El sobrepago será incluido en la tarifa del viaje, y podrán verlo en el recibo de pago, les dice; mientras que para las órdenes de Uber Eats, recibirán un pago diario por todas sus entregas.