Congresista republicano es acusado de recibir fondos ilegales para su campaña y mentirle al FBI
Jeff Fortenberry, fue acusado por mentirle al FBI sobre una contribución ilícita de 30,000 dólares a su campaña por parte de un multimillonario extranjero en una recaudación de fondos en Los Ángeles, en el año 2016
Fortenberry dijo afuera de la corte que el proceso fue injusto y que apelaría inmediatamente. Crédito: Jim Watson | Getty Images
El congresista republicano por el estado de Nebraska, Jeff Fortenberry, fue acusado por mentirle al FBI sobre una contribución ilícita de 30,000 dólares a su campaña por parte de un multimillonario extranjero en una recaudación de fondos en Los Ángeles, en el año 2016.
Luego del análisis de los hechos, el jurado federal de Los Ángeles encontró culpable a Fortenberry de ocultar información y dos cargos por hacer declaraciones falsas a las autoridades federales.
El congresista fue acusado de negarle al FBI que había recibido fondos ilegales de un extranjero, identificado como Gilbert Chagoury, un multimillonario nigeriano.
El republicano dijo afuera de la corte que el proceso fue injusto y que apelaría inmediatamente, y que pasaría más tiempo con su familia, sin aclarar si suspendería su campaña por la reelección.
Por su parte, el juez pautó la sentencia para el día 28 de junio. Cada cargo impuesto al Fortenberry representa una posible sentencia de prisión de cinco años, además de multas.
El congresista no fue llamado a comparecer, pero sus abogados alegaron en el juicio que no tenían conocimiento de la contribución y que las autoridades ordenaron a una persona que le diera información en una llamada para tenderle una trampa.
De acuerdo con la defensa, la falta de Fortenberry fue reunirse voluntariamente con los agentes y fiscales para cooperar en la investigación, y tener problemas de memoria.
Los fiscales argumentaron que el republicano mintió sobre lo que sabía de una donación ilegal que recibió durante una entrevista en su casa en marzo de 2019 y una reunión de seguimiento cuatro meses después en Washington.
Mack Jenkins, fiscal federal adjunto, dijo que había numerosas pruebas registradas en el caso y el rápido veredicto del jurado reivindicó los esfuerzos de la fiscalía.
“Nuestra opinión es que fue una historia simple”, dijo Jenkins. “Un político atrapado en el ciclo del dinero y el poder. Y como dije, perdió el rumbo”.
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