La increíble historia detrás de los cupcakes de la actriz Dacia Arcaraz

A la actriz Dacia Arcaraz no le importó dejar 40 años de carrera en el teatro y la televisión en México para venir a Estados Unidos en busca de las mejores terapias para su hijo autista; y hace menos de un mes, se lanzó a la aventura de abrir su propio negocio de pastelillos (cupcakes) desde su casa en la ciudad de Downey para tener tiempo de atender a su hijo.

“La repostería no es nueva para mí. Tenía una pastelería en México que abrí para vivir de ella durante los tiempos en los que no salía nada en la actuación. A veces trabajas 6 meses en una novela, y luego tienes que esperar para el siguiente trabajo”, dice Dacia.

Pero la pastelería no era solo un negocio sino que le gustaba meterse y hornear.

Fue en esas pausas del teatro y la televisión que Dacia comenzó a tomar cursos de repostería y lo que aprendía, lo ponía en práctica.

Pero cuando vino a vivir a Estados Unidos, cerró su negocio en México, sin pensar que aquí retomaría la elaboración de pastelillos.

“Empezamos hace 15 días con Alocakes. Así se llamaba mi pastelería en México. Afortunadamente ya comenzamos a tener pedidos”, dice contenta.

Aunque – dice – que es difícil competir con las grandes empresas que venden cupcakes a tres dólares, le apuesta a la calidad y el sabor de sus productos.

“Mis pastelitos son un poco más caros que los de las grandes tiendas, pero son más frescos y tienen el sabor de México. Hice muchas pruebas hasta lograr darles un sabor equilibrado para que no fueran empalagosos, demasiado dulces y que el pan no estuviera seco”.

Pero detrás de la historia de los cupcakes Alocakes, está la lucha de una madre por sacar adelante a su hijo autista.

Dacia nació en México en el seno de una familia de artistas. Su abuelo fue Luis Arcaraz, reconocido compositor mexicano y maestro de orquesta. Su madre Dacia González, es una actriz de la época de oro del cine mexicano. Así que a Dacia Arcaraz se le dio natural la actuación, y empezó desde niña a trabajar en el teatro y la televisión mexicana.

Sin embargo, su vida dio un giro inesperado cuando dos semanas antes de terminar la telenovela Yo Amo a Juan Querendón, quedó embarazada tras un reencuentro con su exnovio Gonzalo.

“Habíamos sido novios 10 años atrás, y empezamos a andar otra vez y en ese intervalo quedamos embarazados”.

Cuando su hijo tenía 2 años, fue diagnosticado con autismo y retraso generalizado del desarrollo, recuerda.

Ya para entonces Dacia le había hecho miles de pruebas a su hijo y llevado con diferentes médicos en busca de segundas y terceras opiniones. “Fue mi cuñada que veía que el niño se estaba tardando para hablar, que me sugirió llevarlo al doctor”.

Cuenta que al principio ella pensaba que el autismo era algo que se podía quitar con tratamientos y terapias. 

“Lo llevé a equinoterapia, y recolectamos fondos para irnos a una clínica en Cuba; y terminamos en la Florida en busca de una escuela”.

Comenta que hace 6 años, en México no había escuelas de inclusión y el autismo estaba muy en pañales.

“Mi esposo Gonzalo que es abogado, dejó su negocio. Yo cerré la pastelería. Vendimos todo y nos venimos a la Florida, pero estando allá, mi amigo José Luis que vive en Los Ángeles, me preguntó qué estaba haciendo en la Florida. Aquí es México recuperado. Allá es Cuba Libre. Vente para acá. UCLA (Universidad de California en Los Ángeles) tiene el primer lugar en estudios de autismo”.

Dacia y su esposo Gonzalo no la pensaron mucho y se mudaron a Downey, California donde consiguieron una casita. 

“Aunque ya nos hicimos residentes, cuando uno viene a Estados Unidos es llegar a un país que no es tu país y tienes que empezar de cero”.

Dice que si bien encontró terapias para su hijo, sigue buscando. “No he encontrado lo que buscaba, pero yo que era anticomputadoras, ahora soy la reina del Internet. Me la paso buscando la manera de ayudar a mi hijo”.

Explica que su hijo sigue una dieta especial con la nutrióloga mexicana Cecilia Fernández y está en un tratamiento de música clásica, además de que asiste a una escuela especial aquí en Los Ángeles.

El pasado 2 de abril se conmemoró el Día Mundial del Autismo. “Los porcentajes de aumento son alarmantes”.

La actriz confía que es bien duro cuando recibes el diagnóstico de que tu hijo tiene autismo.

“Es un duelo terrible. Cuando uno está esperando a su hijo, imagina muchas cosas como que hablará cinco idiomas y será jugador de fútbol americano. No piensas en el autismo o en otra condición. Cuando te dan el diagnóstico, tu vida da un giro de 180 grados, y lo único a lo que aspiras es que tu hijo pueda caminar y hablar”.

Muchas parejas no logran sobrevivir y los hombres terminan abandonando a sus esposas, dice.

“La madre se queda sola a hacerle frente a la vida con su hijo”.

Dacia aconseja a los padres con hijos autistas, que traten de superar y digerir el duelo lo más pronto posible.

“Mientras más rápido actúen, mejor. No deben olvidar que el autismo no es una enfermedad sino una condición”.

Dacia describe a su hijo como un niño súper sociable que habla dos idiomas y es muy cariñoso. Pero debido a que a sus 13 años está entrando a la adolescencia, tiene sus momentos difíciles.

“De por sí los adolescentes son insoportables, imagínense un niño autista adolescente. Además mi hijo aunque tiene 13 años, mentalmente anda en los 2 o 3 años”.

Su mayor preocupación como la de cualquier padre con hijos con una condición especial, es qué va a ser de ellos, cuando sus progenitores falten.

“Todo lo que nosotros deseamos es que nuestros hijos sean independientes. Es una lucha del día a día. Vivimos con la angustia de pensar qué va a ser de ellos cuando nosotros, sus padres, no estemos”.

Dacia revela que el autismo de su hijo le ha enseñado a valorar más la vida y a no darle importancia a las cosas materiales y superficiales.

“Quiero decirle a la gente con niños especiales que es importante que nunca se rindan”. Y recuerda el eslogan de la campaña de recolección de fondos para llevar a su hijo a Cuba. “Aquí nadie se rinde”.

Para esta actriz mexicana, su negocio Alocakes, es una forma de reinventarse para salir adelante por su hijo Gonzalo.

“Mi esposo y yo estamos trabajando codo a codo; y tenemos que hacer magia en la cocina para hacer los cupcakes. Nos apuramos a preparar todo, antes de que regrese mi hijo de la escuela, porque por su condición, tiene una dieta especial que le impide comer azúcar. Así que para cuando él regresa, la pastelería ya debe estar cerrada”.

Los cupcakes de Dacia son de 6 sabores diferentes, chocolate, nutella, galletas oreo, dulce de leche, vainilla y limón.

“Todos están rellenos y muy pronto vamos a hacer de zanahoria y red velvet”.

Agrega que también elabora cupcakes con diseño especial, pero este tipo de pedidos los recibe con un mes de anticipación, precisamente porque tiene que organizarse muy bien entre los pastelillos y la atención a su hijo.

“En este momento no puedo dedicarme a la actuación. A veces hago algo de voiceover, pero prácticamente estoy dedicada 100% al cuidado de mi hijo. Esperamos que los pastelitos nos permitan tener un ingreso sin descuidar a nuestro hijo”.

Para hacer pedidos de cupcakes, escribe a alocakesbydesign@gmail.com, o llama al 562-419-3659.