Por amenazas del narco, madres de desaparecidos suspenden búsqueda en centro de exterminio de Tamaulipas

Hombres fuertemente armados lanzaron una advertencia a las autoridades y madres de personas desaparecidas que realizan búsquedas en el predio conocido como La Bartolina

Búsqueda de personas desaparecidas

Por su ubicación en la frontera entre México y Estados Unidos, La Bartolina sirvió como campo de exterminio de la delincuencia organizada. Crédito: Alfredo Estrella | AFP / Getty Images

La Bartolina es un predio que fungió como centro de exterminio del crimen organizado en Tamaulipas, pero también es el rostro de la tragedia de miles de familias en México, las que buscan a sus desaparecidos y a quienes el narco sigue asolando, causando que abandonen la búsqueda por amenazas.

La Unión de Colectivos de Madres Buscadoras en Tamaulipas lleva un año trabajando en conjunto con personal de la Fiscalía General de la República (FGR) en el sitio, ubicado en Matamoros, para recuperar restos humanos e identificar si alguno pertenece a sus familiares.

Pero la labor se vio interrumpida cuando el pasado 18 de septiembre, aproximadamente a las 16:00 horas, a las afueras del hotel Ritz en Matamoros, llegaron dos camionetas con hombres encapuchados y armados con cuernos de chivo, quienes bajaron de las unidades y se dirigieron al personal de la Fiscalía General de la República, que había estado laborando ese día en ‘La Bartolina’, explicó Delia Quiroa Flores, representante de la Unión de Colectivos de Madres Buscadoras en Tamaulipas.

La mujer detalló que los hombres intentaron ‘levantar’ al Agente del Ministerio Público Federal y su Oficial Ministerial a cargo, golpeando a este último, mientras el resto del personal se puso a salvo porque la mayoría se echó a correr para salvar la vida.

“Ya no queremos buscadoras ni autoridades en el Huizachal, ya les dimos mucho tiempo”, gritó uno de los sicarios. Estas acciones provocaron que se suspendieran los trabajos de procesamiento de restos en La Bartolina.

El Cártel del Golfo

Delia Quiroa, quien busca a su hermano Roberto, desaparecido desde el 10 de marzo del 2014 en Reynosa, recordó al Cártel del Golfo en un comunicado que la tregua de paz que se les solicitó el año pasado, fue por tiempo indefinido, ya que, en este predio, calculan que hay más de 1,500 personas reducidas a fragmentos óseos calcinados y la labor de los peritos debe ser muy minuciosa.

“Invitamos nuevamente al líder del Cártel del Golfo, a que nos permitan seguir llevando a cabo estas diligencias de procesamiento de restos óseos para que las familias de estas víctimas conozcan la suerte o paradero de sus desaparecidos”, pidió Quiroa.

Además, en un video publicado en su cuenta de Facebook, la mujer explica que Karla Quintana Osuna, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, se comprometió a brindarles protección, mientras que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se las ha negado.

En otro video, Gustavo Azuara Díaz, del colectivo “Amor por los Desaparecidos en Tamaulipas”, también agradeció al Cártel del Golfo por permitirles trabajar durante un año en el predio, donde se tuvieron resultados.

“Pedimos de nuevo al Cártel del Golfo que respete la tregua que se les pidió, para poder seguir con los trabajos que se llevan a cabo en el ejido El Huizachal, La Bartolina, en Matamoros”, dijo Azuara en el video.

Víctimas encontradas en La Bartolina

Por su ubicación en la frontera entre México y Estados Unidos, La Bartolina sirvió como campo de exterminio de la delincuencia organizada. La Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) informó que ahí se habían recolectado media tonelada de restos óseos calcinados.

Después la FGR redujo la cifra a 67 kilos, explicando que la primera incluía piedras y tierra.

La vocera del colectivo antes mencionado explicó que en un año de diligencias se lograron identificar 220 víctimas, que fueron ultimadas en este predio entre los años 2008 al 2016, dos de las cuales ya fueron entregadas a sus familiares.

Otra buscadora, Rosa García, quien perdió a su hermano, su sobrina e hija, dijo que la cifra no le parecía real, pues ella ha visto osamentas completas.

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