Estados Unidos se alista ante posible amenaza biológica accidental o intencional
Con todo el problema que generan las enfermedades infecciosas y de contagio, algunas naciones continúan tratando de aprovechar su poder destructivo para sus propios fines mediante el desarrollo de armas biológicas
La Administración publica su Estrategia Nacional de Biodefensa, ayudará a planificar y proteger contra futuras amenazas biológicas. Crédito: THIBAULT SAVARY | AFP / Getty Images
A través de un comunicado, la Administración publica su Estrategia Nacional de Biodefensa, elaboró un documento en donde plantean una ruta para que se planifique y proteja contra futuras amenazas biológicas, ya sean de origen natural, accidental o deliberado. Con esto intentan que el gobierno federal pueda prevenir, detectar, prepararse, responder y recuperarse de brotes que se conviertan en un peligro para los ciudadanos, ya que las enfermedades infecciosas traspasan fronteras y son elaboradas para armas biológicas.
En los últimos dos años, el impacto tanto en Estados Unidos como en todo el mundo ocasionado por COVID-19, provocó la muerte de millones de personas y billones de dólares en pérdidas económicas a nivel mundial.
Ahora mismo se comienza a luchar con un nuevo brote que poco a poco ha ido en aumento que es la viruela del mono, además de las ya existentes, poliomielitis, ébola, influenza aviar altamente patógena y otras enfermedades infecciosas, que van agotando los recursos mundiales y demostrando brechas en nuestra preparación actual, desafíos que se ven agravados por los cambios en los viajes mundiales, uso de la tierra y clima.
Con todo el problema que generan las enfermedades infecciosas y de contagio, algunas naciones continúan tratando de aprovechar el poder destructivo de las enfermedades para sus propios fines mediante el desarrollo de armas biológicas.
El documento también aborda el tema de prevenir, detectar y responder a las amenazas biológicas, independientemente de su origen.
La Estrategia Nacional de Biodefensa reconoce que la acción nacional por sí sola es insuficiente para proteger la salud y la seguridad de los Estados Unidos en un mundo interconectado, por lo que dirige una mayor atención y enfoque internacional.
Así mismo, está incluida la expansión del desarrollo de capacidades sostenible y transparente, la mejora de la seguridad sanitaria dirigida por los países y adecuadamente financiada, así como las acciones para prevenir la adquisición y el uso de armas biológicas.
El Departamento de Estado desempeñará un papel fundamental en el avance de estos esfuerzos y es importante destacar que para lograr estos objetivos, se debe trabajar junto con los socios extranjeros para apoyar y fortalecer las capacidades para prevenir, detectar y responder de manera efectiva a las amenazas biológicas.
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