Papa Francisco pide a las potencias económicas “sacar las manos” de África
Durante el primer día de su visita a África, el líder religioso acusó que las potencias económicas siguen ejerciendo un "colonialismo económico" contra la gente de ese continente
El papa Francisco arribó a África para realizar una gira internacional por esa región del mundo y desde su primera intervención pidió a las potencias sacar las manos de ese continente.
“¡Manos fuera de la República Democrática del Congo! Manos fuera de África!”, dijo el líder religioso durante el primer discurso en su visita a República Democrática del Congo (RDC).
Con esas palabras, el Papa Francisco exigió el martes a las potencias extranjeras que dejen de saquear los recursos naturales de África para “envenenar su propia codicia”.
De acuerdo con The Vatican News, al dirigirse a las autoridades, los representantes de la sociedad civil y el cuerpo diplomático de la RDC, en la capital Kinsasa, Francisco agregó: “África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear”.
En el inicio de su 40º Viaje Apostólico Internacional, el papa Francisco denunció los conflictos que siguen asolando el país y la explotación temeraria de sus inmensos recursos naturales por fuerzas extranjeras. También instó al pueblo congoleño a tomar en sus manos su destino rechazando la violencia y el odio.
Explicó a los habitantes locales que su visita nace de su deseo de llevarles “la cercanía, el afecto y el consuelo de toda la Iglesia católica”, y que viene “como peregrino de reconciliación y de paz“.
Más valiosos que los diamantes
Comparando la RDC con un diamante, una de las muchas riquezas del país, el jefe del Estado de la Santa Sede señaló que el pueblo congoleño es “infinitamente más precioso que cualquier tesoro que se encuentre en su fértil suelo”.
El Papa Francisco continuó lamentando la explotación que la RDC y todo el continente africano siguen soportando hoy en día en forma de “colonialismo económico” que, dijo, es “igualmente esclavizante”, haciendo al pueblo congoleño “extranjero” a su propia tierra.
“El veneno de la codicia ha manchado de sangre sus diamantes”, denunció el Papa, pidiendo al mundo que reconozca las “catastróficas” injusticias cometidas en el pasado y que se ponga fin al saqueo de sus recursos naturales que continúa.
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