Hemos ayudado en la victoria para el movimiento climático
Ahora es el momento de asegurar que los beneficios lleguen a nuestras comunidades
Ha sido un gran año para el movimiento ambiental. Desde la Ley de Inversión en Infraestructura y Empleos hasta las históricas inversiones climáticas de la Ley para Reducir la Inflación, el Congreso finalmente está aprobando una acción legislativa que pone a disposición grandes cantidades de fondos para ayudar a las comunidades más afectadas por el cambio climático. Cientos de miles de latinos en todo el país se movilizaron contra la injusticia ambiental en las últimas elecciones presidenciales y exigieron una acción climática audaz.
Si bien celebramos las victorias, también se debe reconocer que recientemente ha habido concesiones para la industria de los combustibles fósiles profundamente preocupantes , incluidas disposiciones como la que exige que las tierras públicas y las aguas en alta mar estén disponibles para el arrendamiento de petróleo y gas cada año durante la próxima década. Disposiciones como esta nos encierran en una mayor producción de combustibles fósiles, uno de los principales impulsores del cambio climático y uno de los principales contribuyentes a la contaminación local, que envenena a las comunidades de color.
Hace 15 años, cuando comencé a trabajar en políticas y defensa ambiental, de conservación y climática en Washington DC, los pocos latinos en el campo ambiental y de conservación trabajábamos en silos. Debido a esto, nuestra voz y poder colectivos se diluyeron. Hoy, nuestra comunidad está más organizada y fuerte que nunca. Enfermos y cansados de estar en la primera línea de la injusticia climática y ambiental, nos hemos convertido en una fuerza motriz dentro del movimiento.
Hoy, los latinos/as/es de todo el país están organizados y alzando la voz por la salud y la seguridad de sus familias, el aire y el agua de sus vecindarios y el futuro de nuestra Madre Tierra. El apoyo de nuestra comunidad fue fundamental para lograr la histórica acción climática que hemos visto en los últimos años. Ahora, mientras celebramos las victorias en este Día de la Tierra, es imperativo que nos arremanguemos las camisas y nos aseguremos que los beneficios de estas inversiones en justicia climática se hagan y beneficien a nuestras comunidades.
Desde el primer día, hemos aplaudido y apoyado la Iniciativa Justice40 del presidente Biden, que garantiza que el 40% de los beneficios generales de las inversiones federales se asignen a las comunidades más afectadas por la crisis climática, la contaminación por combustibles fósiles y los peligros ambientales.
También estamos trabajando con la Administración Biden para ayudar a implementar los $3 mil millones en Subsidios en Bloque para Justicia Ambiental y Climática durante los próximos 10 años. A través de proyectos liderados por la comunidad en vecindarios latinos/es, podemos reducir la contaminación tóxica y minimizar los riesgos climáticos que están abatiendo a nuestra gente.
Otros $7 mil millones en subvenciones que estarán disponibles a través del Fondo de Tecnología de Emisiones Cero, parte del recientemente anunciado programa del Fondo de Reducción de Gases de Efecto Invernadero, ayudarán a catalizar inversiones escalables para expandir proyectos comunitarios de energía solar y techos en comunidades desatendidas y abatidas en todo el país.
En GreenLatinos sabemos que el trabajo recién está comenzando y estamos trabajando para garantizar que todas las inversiones en energía limpia logradas a través de políticas como la Ley para Reducir de la Inflación, y los millones de empleos en energía limpia que se están creando como resultado, sean accesibles para latinos/as/es en todos los rincones del país.
Además, nos estamos uniendo a organizaciones latinas/es nacionales y locales en todo el país en nuestro proyecto Colaborativo40 para asegurarnos de que nuestras comunidades estén conscientes y listas para aprovechar estas oportunidades de Justice40, y que fondos como los $100 millones de la Agencia de Protección Ambiental para proyectos que promueven la justicia ambiental en comunidades desatendidas y desfavorecidas en todo el país, realmente lleguen a quienes más los necesitan.
También estamos empleando nuestra Estrategia de Justicia Climática Latina, lanzada en octubre pasado y creada en coalición con 22 organizaciones latinas/es líderes, para analizar y elevar las cargas únicas que el cambio climático impone sobre latinos/as/es, pedir una transición a la energía limpia sin combustibles fósiles y apoyar soluciones climáticas justas como algunas que se incluyeron en la Ley de Reducción de la Inflación.
Sabemos que abordar la crisis climática a través de una transición justa a la energía limpia no solo aliviará los desastres climáticos extremos exacerbados por el cambio climático que nos afectan de manera desproporcionada, sino que también reducirá las facturas de electricidad que han estado aumentando constantemente, haciendo que más familias tengan la preocupación de no poder pagarlas al fin de cada mes. Dado que los latinos en todo el país tienen una carga energética media un 24% mayor que la de los hogares blancos, es esencial que se tengan en cuenta las necesidades de nuestras comunidades a través de una transición energética limpia y justa.
Esta transición también creará millones de empleos bien remunerados en nuestras comunidades.
ctualmente, los latinos/as/es ocupan alrededor del 18% de los empleos de energía renovable, incluida la eólica y la solar, el porcentaje más alto de trabajadores/as latinos/as/es en todo el sector energético de EEUU. Solo la generación de energía solar emplea a más trabajadores/as latinos/as/es que toda la generación de energía de combustibles fósiles. Y se estima que los trabajos como instaladores de energía solar fotovoltaica, un tercio de los cuales ya están ocupados por trabajadores/as latinos/as/es, serán los terceros trabajos de más rápido crecimiento en el país durante la próxima década.
Durante el discurso del Estado de la Unión de este año, el presidente Biden expresó el sentimiento de que los mejores días para nuestro país aún están por llegar. Esto suena particularmente cierto para los latinos/as/es, quienes junto con otras comunidades de color, son los que más ganarán a través de la agenda de energía limpia del presidente y corren el mayor riesgo. Es nuestro deber y nuestro derecho asegurarnos que no solo estemos logrando victorias para el movimiento climático, sino que el movimiento climático brinde beneficios reales a nuestras familias y garantice que nuestras futuras generaciones tengan acceso a una Madre Tierra limpia y segura.