Acuerdo que eleva techo de la deuda de EE UU pone en situación difícil a quienes dependen de programas sociales
Los expertos coinciden en que saca a la luz la necesidad de reforma en algunas áreas, pero también los topes a prestaciones sociales causarán daños
Varios expertos coincidieron en que si bien el acuerdo bipartidista alcanzado en torno al techo de la deuda de Estados Unidos que evitó la suspensión de pagos y sus consecuencias catastróficas, pone en una situación difícil a quienes dependen de programas federales como los cupones de alimentos porque les impone más requisitos burocráticos.
Durante la videoconferencia: “Dar sentido a la crisis del techo de la deuda: ganadores y perdedores”, organizado por Ethnic Media Services, varios expertos hablaron sobre el acuerdo alcanzado entre la Casa Blanca y el liderazgo republicano, lo que implicó el proceso, y el peligro que hubiera representado que Estados Unidos no pagara sus deudas.
El sábado 3 de junio, el presidente Biden firmó el acuerdo alcanzado entre la Casa Blanca y los republicanos para elevar el techo de la deuda, con lo cual se suspende el límite actual de la deuda de $31,4 mil millones hasta enero de 2025; y lo más importante es que evitó el incumplimiento de pagos al cual se hubiera incurrido desde el lunes 5 de junio.
Acuerdo contrarreloj
Rachel Snyderman, subdirectora de políticas de negocios y económicas del Bipartisan Policy Center, dijo que en los últimos meses vieron como la Administración Biden y los demócratas fueron muy claros en su posición de aprobar un aumento claro al límite de la deuda, pero por otro lado observaron que los republicanos no quisieron acordar, y en lugar de eso llegaron con un paquete de reestructuración fiscal o una legislación para detener el gasto.
“Realmente fue en las últimas semanas cuando vimos a ambos partidos entrar en el cuarto de las negociaciones con sus listas de prioridades. Así que el Acta de Responsabilidad Fiscal 2023 refleja el trabajo duro de un compromiso bipartidista que no va a darle gusto a todos pero si a una mayoría”.
Dijo que la ley acordada muestra también los toma y daca de algunas de las principales prioridades que surgieron de los republicanos, como la implementación de topes a los gastos discrecionales, nuevos requisitos de trabajo en torno a los programas federales de asistencia pública, pero también está en línea con las prioridades demócratas como ampliar el acceso a algunos de esos programas, y ante todo, asegurarse de no incumplir con la deuda.
“Muestra que Washington no está necesariamente roto y aplaudimos la voluntad del Congreso para evitar el incumplimiento, aunque esta legislación deja algunas áreas claves en las que nos gustaría que hubiera una reforma como el Seguro Social y Medicare”.
Y añadió que el proyecto de ley tampoco considera nuevas fuentes de generación de ingresos ni toma en serio la recaudación de dinero a través del código tributario.
“Ahora estamos promediando déficits anuales de billones de dólares. Y el proyecto de ley realmente no hace nada para ver el lado de los ingresos. Es hora de que los legisladores se unan para enfocarse en soluciones que también puedan aumentar los ingresos, en lugar de solo concentrarse en el gasto discrecional, que en realidad es solo una cuarta parte del presupuesto”.
Impacto negativo
Shannon Buckingham, vicepresidenta de comunicaciones y consejera del Center on Budget and Policy Priorities, dijo que si no se hubiera alcanzado un acuerdo, el incumplimiento en el pago de la nación habría tenido un impacto negativo en la economía y en la gente sobre todo en aquella con menos seguridad económica.
“Solo un pocos ejemplos: 65 millones de beneficiarios del seguro social habrían visto retrasados sus beneficios, y a 6 millones de sus veteranos y sobrevivientes se les habrían detenido”.
Señaló que si el incumplimiento se hubiera extendido, se habría registrado un incremento en el desempleo, y eso con frecuencia golpea a las comunidades de bajos ingresos y de manera desproporcionada a los latinos y afroamericanos.
“Si bien era crítico evitar el incumplimiento en el pago, estuvo mal que los congresistas republicanos usaran el techo de la deuda como rehén para forzar políticas dañinas y profundamente impopulares que no pudieron aprobar cuando tenían el Congreso Federal”.
Por fortuna, mencionó que el acuerdo final alcanzado evitó mucho daño, y es importante hacer notar que es una mejora significativa sobre la ley del Congreso, pero aún tiene algunas implicaciones para la gente que batalla para llegar a fin de mes.
“Lo más preocupante es una disposición que pondrá en riesgo los cupones de alimentos (Programa de Asistencia de Nutrición Complementaria/SNAP) para adultos mayores de muy bajos ingresos a través de un requisito que exige un informe de trabajo burocrático. Y esta política aumentará el hambre y la pobreza entre ese grupo sin impulsar el empleo y simplemente va en contra de los valores de nuestra nación”.
Ninguna gloria
Lindsay Owens, directora educativa de Groundwork Collaborative dijo que no hay nada de que presumir por ambos partidos ni hay ninguna gloria por el hecho de alcanzar un acuerdo bipartidista porque no deberíamos estar en una posición en la que el gobierno de Estados Unidos esté a una semana de incumplir con sus obligaciones.
“El techo de la deuda no es acerca del gasto futuro sino de pagar las deudas de un gasto en el que ya se incurrió. Este levantamiento del techo de la deuda no tiene absolutamente nada que ver con el avance de los asuntos fiscales”.
Owens dijo que en el acuerdo de límite de deuda, la administración de Biden accedió a las demandas republicanas de recortar alrededor de $21.4 mil millones en fondos para el Servicio de Impuestos Internos.
“El año pasado cuando el Congreso aprobó la Ley de Reducción de la Inflación asignó alrededor de $80 mil millones al Servicio de Impuestos Internos durante un período de 10 años y el objetivo de ese financiamiento fue para contratar personal y construir sistemas tecnológicos que mejoran el servicio al cliente y para que los estadounidenses puedan presentar sus impuestos con éxito”.