Conoce las galletas artísticas de una mexicana en Los Ángeles
Son artesanales, frescas, no llevan conservadores y se elaboran una por una
Luz F. Milauskas nunca imaginó que durante la pandemia de covid-19, crearía un pequeño negocio de galletas artísticas.
“Empecé a hacer las galletas para mantenerme ocupada con algo que yo disfrutara, pero todo se fue dando, me comenzaron a recomendar, y cuando me di cuenta, ya estaba en el negocio”.
Originaria de Tula de Allende en Hidalgo México, vino a Los Ángeles hace varios años. Está casada y vive con su esposo y sus dos hijos en Burbank, una ciudad del condado de Los Ángeles,
“Estudié diseño gráfico, y siempre me ha llamado la atención el arte, la decoración, la creatividad. En un tiempo trabajé el repujado y me gustan las manualidades artísticas”.
Fue durante el encierro de la pandemia, que descubrió su pasión por las galletas artísticas cuando encontró en Internet, una galleta con la forma de la muñeca Lele, una bebé otomí creada en Amealco, Querétaro, México.
“Me enamoré de esa galleta; y dije, ¡quiero hacerla! No pensé en hacer negocio”.
Cuando recibió los moldes, empezó el verdadero trabajo. “Era demasiado. No me quedaba la consistencia. Me salían puras porquerías”.
Pero si algo distingue a Luz es su perseverancia. “Soy muy necia. No me doy por vencida muy fácilmente. Me preparé un poco más y empecé a hacer pruebas con la masa y el icing (glaseado)”.
En el momento que sus galletas cumplieron sus exigentes expectativas en cuanto a sabor y presentación, ensayó nuevos diseños.
“Cuando mis amistades y familiares las probaron, me las empezaron a pedir para eventos. Poco a poco comencé a venderlas. La gente me decía que de lo bonitas que estaban, no se las querían comer”.
Luz dice que sus galletas se conocen en inglés como sugar cookies (galletas de azúcar en español).
“Son como un polvorón pero no se desbaratan tan fácilmente para poder trabajar en ellas en la decoración. Tuve que encontrar el balance, que no nada más se viera bonitas sino que estuvieran ricas”.
Luz explica que sus galletas son artesanales; y se elaboran a mano, una por una.
“Son muchos pasos, y te lleva mucho tiempo decorar cada una. Tienes que esperar a que seque un color, a veces hasta una noche, y se hacen a pulso”.
Dice que una galleta nunca es igual a la otra. “Además son frescas y como no llevan conservadores, se recomienda comerlas de dos a tres semanas cuando mucho para que no cambie su sabor”.
A tres años de lanzar su negocio Cookies by Luz, la mexicana ha creado una amplia variedad de diseños para satisfacer los paladares más exigentes y todo tipo de eventos.
Según el tema del festejo son las galletas. Así que las hay para graduaciones, cumpleaños, baby showers, bodas, Navidad, Día de San Valentín y para las celebraciones que gusten.
“Depende del cliente, la temporada, la fiesta. Ahora que salió la película de Barbie, ya estoy haciendo galletas alusivas a Barbie”, dice Luz.
Y a veces – platica – que la gente le pide precio especial cuando quieren cantidades grandes de galletas.
“Yo les respondo que mis precios no varían porque no son galletas hechas a máquina. Si son 5 o 100, valen igual, y es que cada galleta se lleva el mismo tiempo y requieren de mucha paciencia”.
A tres años de lanzar su negocio de galletas Cookies by Luz, la emprendedora mexicana en Los Ángeles, se siente muy satisfecha, sobre todo – dice – cuando sus clientes le mandan un texto, diciéndole que sus galletas fueron todo un éxito, y que fueron devoradas en un abrir y cerrar de ojos.
“Eso me motiva a prepararme más. Siempre quiero mejorar cada galleta, cada diseño y cuidar el sabor porque me gusta que así como se ven mis galletas, sepan igual de buenas, con un sabor especial que no encuentras en la calle”.
Para ordenarle galletas a Luz, visita su cuenta en Instagram que están bajo el nombre:
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