Migrantes narran la tortura que los obligó a llegar a EEUU

Seis latinos fueron liberados del Centro de Detención de Adelanto y reciben refugio y ayuda humanitaria en una iglesia metodista de Baldwin Park

Los seis migrantes liberados del Centro de Detención de Adelanto se unen en oración para bendecir los alimentos.

Los seis migrantes liberados del Centro de Detención de Adelanto se unen en oración para bendecir los alimentos.  Crédito: JORGE LUIS MACÍAS | Impremedia

Tres ciudadanos colombianos, dos ecuatorianos y un nicaragüense que sufrieron tortura y violencia en sus países fueron liberados del Centro de Detención de Adelanto. Todos, excepto uno de ellos, buscan asilo en Estados Unidos.

Por razones de seguridad, los nombres de ellos fueron reservados por parte de la organización Clero y Laicos Unidos por la Justicia Económica de Los Ángeles (CLUELA), para preservar su privacidad. Se encuentran refugiados en la Iglesia Metodista Unida, en la ciudad de Baldwin Park.

“Es inhumano que los coloquen en un centro de detención”, dijo el portavoz de CLUELA, Guillermo Torres, a La Opinión.

Gracias a las gestiones de CLUELA, con coordinación con las organizaciones Adelanto Visitation & Advocacy Network (AVAN) y Nueva Visión 360 Radio Justice, cinco de ellos fueron liberados sin haber tenido que pagar la fianza de $5,000 que exigían las autoridades del Centro de Detención de Adelanto. La excepción fue el ecuatoriano Lorenzo Macías, (nombre real), quien pidió dinero prestado a sus amigos de Nueva York para pagar la fianza.

“Anhelo llegar pronto a Nueva York para reunirme con mi esposa Jocelyn y mi hija Emerit”, dijo Lorenzo, quien peleará su caso migratorio en suelo estadounidense, a fin de recuperar la residencia permanente que tenía y que perdió por haber salido del país durante 12 años.

“Mi caso de asilo no lo aceptaron”, dijo Lorenzo, después de preparar el almuerzo para todos. “Pero un juez aceptó mi liberación y me dio la oportunidad de renovar mi vida”.

Los casos migratorios ligados a la ayuda que proporciona CLUELA, corresponden a personas que buscan asilo e ingresaron a Estados Unidos por algún puerto de entrada, particularmente Texas y el Valle Imperial de California.

De acuerdo con Torres, al menos 200 migrantes que presentaron sus casos en Texas o Calexico fueron enviados al Centro de Detención de Adelanto

Entre ellos, hay más de 100 africanos de Mauritania, quienes huyeron de su país porque eran tratados casi como esclavos.

“Tenían que trabajar para un “máster” (maestro) que los forzaba a trabajar desde que amanecía hasta que se ocultaba el sol”, informó Torres “A quienes se rebelaban, simplemente los mataban”.

Por su parte, la pastora Antonia Romero Ríos, de la Iglesia Metodista Unida de Baldwin Park, expresó que a los inmigrantes les ofrecen hospedaje y alimentación.

“Los recibimos con humanidad y compasión”, dijo Romero Ríos. “Los ayudo porque creo en Dios y él, de alguna forma me ha puesto en el camino de estos jóvenes, y la realidad es que Dios está presente en todo lo que hacemos, y, además, porque yo también soy migrante”. Ella es nacida en El Salvador.

Le cortaron las venas a un colombiano
John Jairo Valderrama (nombre ficticio), de 37 años y originario de Cali, Colombia, mostró a La Opinión las huellas de la tortura a que fue sometido.

John Jairo denunció que, grupos desmovilizados por el gobierno del presidente Gustavo Petro e identificados como “C-33 y el 354” se apoderaron de las fincas de su padre en el Departamento del Chocó, fronterizo con Panamá, “por donde trafican drogas”. El trasiego de drogas lo hacían al bajar la marea, ya que esa región colombiana tiene costas tanto en el Océano pacifico como en el Océano Atlántico.

En diciembre de 2022, John Jairo se encontraba pescando cuando observó el movimiento de los narcotraficantes.

“Me interrogaron si había visto algo, y les dije que no, pero aun así me amordazaron, me amarraron las manos por 15 días, me golpeaban en la cabeza y cuando quisieron romper los lazos, mis manos estaban entumidas, pero en el movimiento me cortaron las venas y los tendones de la mano””, dijo el hombre de 37 años.

“Ese camino que usaban es importante para que trafiquen las drogas”, reveló.

John Jairo y toda su familia fueron desplazados por la fuerza, por los grupos guerrilleros que se apoderaron de la extensa finca que les había heredado su padre.

“El grupo armado nos quitó las tierras, y allí donde vivíamos, la gente tiene que ser ciega, sorda y muda, porque si ves, escuchas o hablas es casi como si firmaras tu sentencia de muerte”, manifestó a La Opinión.

John Jairo Valderrama tendrá una audiencia ante un juez de inmigración el 14 de agosto, en Los Ángeles.

u travesía desde Colombia a Estados Unidos comenzó el 19 de febrero, y, tras haber sido encerrado en un centro de detención en Texas, fue enviado a Adelanto, California, hasta su liberación hace pocos días.

Víctima de la represión en Nicaragua
Marlon Martínez (nombre ficticio) un ex miembro de la Policía Nacional de Nicaragua, de 35 años, narró que, por el hecho de haber desertado de su trabajo por cuidar de su familia, terminó siendo acusado de “traidor a la patria” por no querer ser parte de la represión del gobierno del dictador Daniel Ortega.

“Fui agente del orden público y el gobierno me confiscó todos mis bienes, y hasta me prohibieron trabajar cuando me acusaron de traición a la patria”, reveló Marlon. “Me quitaron mi seguro social, el seguro médico, en sí, me bloquearon en todo, hasta antes de llegar a arrestarme”.

Marlon trabajo por 12 años en las fuerzas del orden público, pero mientras estudiaba la universidad fue arrestado junto con más de una docena de amigos, quienes supuestamente estaban en contra del régimen comunista de Ortega.

“De todos mis compañeros de la universidad, nunca supe dónde quedaron; seguramente los mataron a todos”, dijo.

Cuando lo arrestaron, sus captores no sabían que él era policía.

“Al saberlo, me acusaron falsamente de que yo era un agente de tácticas militarizadas”, manifestó, mientras mostraba a La Opinión, videos de su celular, donde se pudo observar a sus dos niñas llorando, así como la impotencia de sus padres por arresto ilegal y las lágrimas de una de sus hermanas. Esos videos serán parte de la defensa de su caso de asilo.

Marlon fue encarcelado durante seis días, en diciembre de 2022, y denunció que los sicarios de Daniel Ortega lo torturaron psicológicamente, físicamente y lo amenazaron de muerte si no seguía cooperando con la represión del pueblo nicaragüense.

Flujo de migrantes continúa
Baldwin Israel Avendaño, pastor de la Iglesia Metodista Unida de Calexico, en la frontera con México informó a La Opinión que, aunque el flujo de migrantes estuvo fuerte en enero de este ano ha observado una disminución en los pedidos de ayuda de los migrantes que buscan asilo.

“De acuerdo con las detenciones, hay dos liberaciones de personas por día; son como 10 o 12 por cada viaje que hacemos”, dijo. “Los agentes de la Patrulla Fronteriza los liberan en la calle Paulin, en Calexico, y ahí vamos por ellos”.

El pastor metodista, añadió que, además, cuando los migrantes ya se encuentran en territorio estadounidense, también pueden ser diferidos hacia Caridades Católicas, que representan la primera línea de respuesta, especialmente para quienes no tienen familiares y buscan movilizarse hacia los condados de San Diego y Los Ángeles.

“Muchos llegan sin dinero, sus familiares no pueden transferirles nada, porque no tienen una cuenta de banco, y aquí, en el Valle Imperial no hay transporte después de las 7:00 p.m., y, si no tienen cuenta de Uber todo se complica”, dijo el religioso originario de San Luis Rio Colorado, Sonora. “Ya cuando están de este lado, también sucede que los familiares o patrocinadores no quieren saber nada de ellos”.

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