Investigación encuentra fentanilo en medicamentos de farmacias en la frontera

Autoridades de Los Ángeles recomiendan no viajar a Tijuana para surtir sus recetas; algunas de las medicinas analizadas fueron Oxicodona, Adderall y Xanax

Miles de estadounidenses visitan  Tijuana diariamente para comprar medicinas.

Miles de estadounidenses visitan Tijuana diariamente para comprar medicinas. Crédito: Manuel Ocaño | Impremedia

La señora Esther, empleada de una farmacia cercana a la garita peatonal de El Chaparral en Tijuana, opina que al despertar sospechas de que los negocios en la frontera venden falsificaciones de medicamentos contaminados con fentanilo puede perjudicar a residentes del sur de California de escasos recursos.

“Pueden pagar justos por pecadores”, dijo doña Esther.

En ocho años que lleva de trabajar en la farmacia, “la mayoría de clientes que he atendido son personas que viven en el sur de California, que no tienen recursos para pagar seguros médicos, o al menos no para las medicinas, por eso las buscan de este lado de la frontera”.

Esa es la población que sale perjudicada, dijo la señora de unos 38 años, “como con todo lo demás, las personas de escasos recursos pagan el pato”.

Sus comentarios para La Opinión fueron porque un par de investigaciones que iniciaron en Los

Ángeles descubrieron que farmacias de la frontera y de destinos turísticos en México venden falsificaciones de analgésicos potentes, o versiones legítimas pero contaminadas con fentanilo y otras drogas sintéticas.

“Y qué bueno que me pregunta”, dijo la empleada, “porque yo le puedo dar el otro punto de vista, cómo se ve desde acá, donde atendemos a los clientes” del sur de California.

Esther, quien no quiere ser identificada por no perder su empleo, cuestionó “qué les costaba publicar los nombres de las farmacias que están vendiendo esas cosas”, para “que las sospechas no nos pinten parejo”.

Agregó que, hasta donde se ha enterado, los sistemas de revisión de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) impedirían que crucen drogas ilegales. “Y un punto muy importante es que nosotros solo podemos vender con receta”.

“Si yo vendo sin receta un medicamento controlado como esos que mencionan las investigaciones, me corren de mi trabajo y lo más seguro es que a mi patrón le cierran o le clausuran el negocio. Pero la cosa está en que en toda la ciudad hay médicos que por consultas de $5 o $7 dan la receta; a ellos nadie los controla”, advirtió.

Su clientela ha mermado debido a que una investigación que inició este año la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) ha llevado al cierre de 23 farmacias que vendían medicamentos adulterados con fentanilo y otros opioides.

Los cierres fueron en destinos turísticos mexicanos, no en Tijuana, pero las farmacias de la ciudad fueron mencionadas por vender medicamentos o falsificaciones contaminados con fentanilo y otras drogas ilícitas,

La UCLA se centró en farmacias de la frontera con California y en Baja California Sur, pero el diario Los Ángeles Times amplió la averiguación a muchos otros destinos turísticos incluido el sureño estado de Quintana Roo, donde clausuraron las farmacias en Cancún, Playa del Carmen y Tulum.

La investigadora de UCLA y autora del estudio, Chelsea Shover, explicó que su equipo compró Oxicodona, Adderal y Xanax, medicamentos incluidos en la crisis de opioides que también falsifican los cárteles para agregarles fentanilo.

Los investigadores examinaron 24 píldoras y encontraron que 20 de ellas habían sido alteradas con fentanilo, heroína y metanfetamina.

Solo pidieron esos medicamentos que presuntamente se deberían de vender únicamente con receta.

Tanto los investigadores universitarios como los periodistas en cinco viajes a indagar a México se encontraron con que al pedir en farmacias esos analgésicos fuertes, en más de la mitad de los casos les entregaban productos adulterados con fentanilo y metanfetaminas, en particular la droga de diseño “éxtasis”. 

En marzo, el Departamento de Estado emitió una alerta para pedir a los estadounidenses que viajan a México que se abstengan de comprar medicamentos en farmacias mexicanas ante la posibilidad de que contengan dosis fatales de drogas como el fentanilo.

“El Departamento de Estado está al tanto de los informes recientes sobre productos farmacéuticos falsificados disponibles en las farmacias de México, incluidos los contaminados con fentanilo y metanfetamina”, dice la alerta.

El Departamento de Salud del condado de Los Ángeles pidió por su parte a fines de junio a los angelinos que viajan a ciudades de la frontera que no compren medicamentos en farmacias mexicanas porque se había detectado que, algunas medicinas, eran falsificaciones contaminadas con fentanilo.

“Los residentes (de Los Ángeles) deben saber que un nuevo informe indica que las píldoras se compraron en farmacias legítimas” en la frontera y destinos turísticos mexicanos.

Las autoridades de Salud de Los Ángeles advirtieron que las falsificaciones de Adderall, Percocet, Xanax, MDMA y Oxicodona que se venden en farmacias en México pueden tener fentanilo, metanfetamina, y cocaína.

Ahora, la Comisión Federal mexicana para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) informó en un comunicado que en una operación conjunta con la Marina Armada de México clausuró las primeras 23 farmacias que vendían falsificaciones de medicamentos o legítimos pero alterados con opioides sintéticos y metanfetaminas.

En el operativo, mientras que la Cofepris inspeccionaba asuntos sanitarios, el Departamento de Salud revisaba medicamentos en venta; mientras la Marina hacía redadas de productos e impedía que las personas intervinieran.

La Cofepris no respondió a lo inmediato a solicitudes de La Opinión, pero informó que encontró “medicamentos controlados sin acreditación de la tenencia legítima, sin registro sanitario y caducos por más de un año”.

También halló “recibos de venta sin receta, libros de control sin firma de responsable sanitario y recetas médicas sin datos de paciente, sin fechas y sin firmas del médico”.

En el comunicado conjunto con la Marina, la dependencia dijo que, “se identificó la existencia de tarjetas publicitarias que informan la geolocalización de farmacias y números telefónicos, a través de los cuales se puede solicitar medicamento a domicilio”.

Esas tarjetas publicitarias decían que en las farmacias clausuradas pueden “comprarse medicamento prohibido para su comercialización en México y medicamento sin receta médica cuando ésta debiere exigirse”.

Aunque las autoridades mexicanas se han reservado mayor información sobre las redadas, la canciller mexicana o secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena Ibarra, reveló el jueves en conferencia de prensa conjunta con el secretario de Estado, Antony Blinken, que su gobierno lleva a cabo un proyecto con las mismas instituciones que cerraron las farmacias.

Bárcena dijo que se trata de “un proyecto que estamos llevando a cabo, que se llama el Sistema Integral de Substancias, una forma de monitorear digitalmente la entrada de precursores químicos de drogas sintéticas a México y ver a dónde van esos precursores”.

Reconoció por primera vez que los precursores, importados de China, llegan a los carteles para hacer fentanilo, al decir que “por supuesto que hay una parte que va a las industrias cosméticas y farmacéuticas, pero hay otra parte que se va al trabajo ilícito”.

Bárcena Ibarra dijo que el Sistema Integral de Substancias lo llevan a cabo conjuntamente la Marina, la Secretaría de Salud y Cofepris “que es la institución reguladora”.

La Cofepris no ha confirmado si tiene planes de hacer un operativo en Tijuana.

Mientras tanto, el Departamento de Salud de Los Ángeles advirtió que quienes compren medicamentos adulterados en México, difícilmente notarían que están adulterados.

“El fentanilo es un opioide incoloro e inodoro que se utiliza para el dolor y la anestesia cuando lo recetan los médicos, pero también se fabrica ilegalmente en laboratorios clandestinos y se vende de forma ilícita solo o mezclado con otras sustancias”, advirtió el Departamento de Salud.

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