Irak analiza condenas de cadena perpetua hasta pena de muerte para castigar relaciones homosexuales
Si bien la homosexualidad, al igual que otras cuestiones de género, sigue siendo un tabú en Irak y aunque no hay leyes que castiguen explícitamente las relaciones entre personas del mismo sexo, organizaciones afines acusan cada vez más ataques y actos de discriminación
Una enmienda a la ley se discute en el Parlamento de Irak, donde ser propone la pena capital para las relaciones homosexuales, en lo que los activistas llaman una escalada “peligrosa” en el país donde las personas LGBTQ ya enfrentan frecuentes ataques y discriminación.
La enmienda a una ley contra la prostitución de 1988, que fue aprobada en primera lectura en el Parlamento la semana pasada, permitiría a los tribunales imponer sentencias de “pena de muerte o cadena perpetua” por “relaciones homosexuales”, según divulgaron agencias internacionales.
Miembros de la comunidad LGBTQ+ y defensores de los derechos humanos calificaron la iniciativa como “peligrosa”.
En un país donde no existe una ley específica sobre la homosexualidad, las personas LGBTQ+ ya enfrentan discriminación y persecución. Desde 1969, un artículo del código penal ha sido utilizado para imponer sentencias de “prisión a perpetuidad o varios años de prisión” por el delito de sodomía.
Además, los iraquíes miembros de la comunidad LGBTQ se han visto obligados a permanecer en las sombras, a menudo objeto de “secuestros, violaciones, torturas y asesinatos” que quedan impunes, según un informe de 2022 de Human Rights Watch y la organización no gubernamental IraQueer.
Hasta ahora, el texto fue sometido a primera lectura la semana pasada, donde propone sanciones severas, incluyendo “la pena de muerte o cadena perpetua” para cualquier individuo involucrado en una relación homosexual. Además, “la incitación a la homosexualidad” sería castigada con al menos siete años de prisión.
Aunque el texto es todavía está en discusión, distintas voces lo han tomado muy en serio, como el diputado Saoud al-Saadi, miembro del partido islamista Houqouq y representante de las Brigadas Hezbolá, un influyente grupo armado vinculado a Irán, quien señaló que la ley busca llenar un vacío jurídico.
Incluso Chérif Souleimane, perteneciente al Partido Democrático de Kurdistán (PDK), argumentó que esta ley tiene como objetivo afirmar los “valores morales y humanos” y combatir lo que él considera “fenómenos anormales de la sociedad”.
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