Padres migrantes de bajos recursos exigen Internet a bajo costo
Los precios actuales por la conexión en línea son excesivos para las familias de bajos ingresos
Cuando la pandemia obligó a las escuelas a cerrar y dar las clases en línea, muchos padres y madres empezaron a buscar cómo darles a sus hijos el acceso al Internet. Temporalmente algunos distritos escolares como el de Los Ángeles les dio conexión a los servicios en línea.
Pero la necesidad cada vez más urgente de contar con Internet, hizo que muchos padres de familia adquirieran servicios de conexión en línea con compañías. Incluso algunos se aventuraron a comprar paquetes de “bundling” para fusionar la cuenta de Internet con el teléfono y otros servicios.
Los precios ofrecidos sonaban muy atractivos, y lo fueron durante el primer año, pero cuando la promoción terminó, se enfrentaron a la dura realidad de tener que pagar altos costos.
“Pago a Spectrum $74.99 al mes por el Internet. Empecé pagando $49.99. La verdad que aunque no quiera tener Internet, no puedo porque se ha vuelto indispensable para los niños. En la escuela, muchas de las tareas las tienen que hacer y entregar por Internet”, dice Alejandra Toledo, madre de unos niños gemelos de cuatro años, una menor de siete años y un bebé de nueve meses.
“Yo ahorita no estoy trabajando. Soy la jefa de la familia, aunque mi novio me ayuda, es mucho el gasto que tengo, y más aparte pagar por el Internet”.
Dice que además paga $177 por dos líneas de teléfono. “Mi sobrina y yo nos unimos para conseguir mejores tarifas en AT&T; aún así pagamos casi $200”.
Alejandra platica que ha aplicado para programas que permiten a algunos usuarios de bajos recursos, pagar tarifas reducidas, pero fue rechazada.
“No sé la razón, si no estoy trabajando”, comenta.
Y agrega que le gustaría que hubiera servicios de Internet y telefonía con tarifas más flexibles para las familias de bajos ingresos.
“El Internet se ha vuelto indispensable para el trabajo y las escuelas de los hijos”.
Parent Engagement Academy, una organización que opera clases comunitarias para padres en todo el sur de California y trabaja con casi 20,000 padres y madres, ha visto decenas casos como el de Alejandra, y esperan que a través de la abogacía hecho por la organización Immigrants are Los Angeles (IRLA) pueden lograr nuevos programas de acceso al Internet de bajo precio.
“Tener Internet en la casa se ha hecho tan necesario como la luz y el agua; y en cosas tan sencillas como que los hijos puedan entregar sus tareas a tiempo”, dice María González Bonilla de la Parent Engagement Academy.
Sin embargo, comenta que el problema es que aunque no lo crean, muchas familias de bajos ingresos no lo pueden pagar; y si lo hacen, representa una gran carga para ellas.
“Yo ya lo viví, en una ocasión se nos fue la luz, y gracias a que el distrito escolar le había dado a mi hija una cajita que le permitía conectarse al Internet pudo terminar su tarea. De otra manera, no habría podido entregarla”.
Así que dijo que su lucha es porque los padres de familia, sobre todo los inmigrantes y de bajos ingresos pueden tener un mejor acceso y conexión al Internet.
“Igualmente necesitamos programas para ayudar a los papás a aprender de tecnología porque nuestros hijos todo lo tienen en la computadora”.
De acuerdo a IRLA, la mitad de los residentes indocumentados del condado de Los Ángeles están desconectados digitalmente, casi el doble de la tasa de los nacidos en los Estados Unidos, lo cual los excluye de empleos mejor pagados, oportunidades de educación y de solicitar los servicios necesarios.
La IRLA propuso a los supervisores que parte del presupuesto del condado de Los Ángeles para el ciclo 23-24, incluya apoyos para los inmigrantes en tres áreas principales: vivienda, servicios legales y acceso a Internet.
Lo que han conseguido hasta ahora es apoyo para establecer un programa de navegadores digitales para apoyo técnico/lingüístico para inmigrantes aprendices de Internet; la creación de un nuevo puesto de director de equidad digital en el Departamento de Servicios Internos para ayudar a las organizaciones comunitarias a informar a residentes sobre los programas de servicios de banda ancha.
Así como la asignación de $10.4 millones para la compra de computadoras y otros dispositivos tanto como ayuda técnica para inmigrantes deshabilitados y de la tercera edad.