Futbol de potencia, un deporte para todos

AJ López sufre Distrofia Muscular de Duchenne y cuenta cómo ser un atleta lo ayuda a sentirse mejor y convivir con otros

AJ López se prepara a tirar el balon en su partido de futbol de potencia en Pomona High School.

AJ López se prepara a tirar el balon en su partido de futbol de potencia en Pomona High School. Crédito: ISAAC CEJA | Impremedia

La noche antes de que jugara en su partido de fútbol de potencia, AJ López no podía dormir debido a su emoción de competir con su equipo de nuevo.

López tiene más de 5 años jugando este deporte y los últimos dos su equipo, Los Ángeles Soccer Club (LASC) fue campeón.

El fútbol de potencia se juega con una silla de ruedas eléctrica que está más cerca del suelo que las sillas normales y también lleva una jaula de metal alrededor de la silla y las ruedas para poder pegarle al balón.

“Especialmente si estás discapacitado y sientes que no puedes hacer un deporte [el fútbol de potencia] ayuda a todos mentalmente y hace que todos se sientan capaces de hacer algo”, dijo López.

Según el Boston Self Help Center, el fútbol de potencia es el deporte de más rápido crecimiento en el mundo para atletas con discapacidades que utilizan sillas de ruedas eléctricas.

Para el joven de 16 años, el deporte es una forma de mantenerse activo y competir, pero también le gusta poder conectar con otras personas que también tienen la misma discapacidad que él, Distrofia Muscular de Duchenne (DMD).

López va al grado 11 de Marina High School en Huntington Beach donde vive con su mamá Toni, su papá Enrique y su hermano menor Benjamín quien también practica deportes.

En su equipo de futbol de potencia LASC, López juega como extremo en la derecha o izquierda y prefiere ser él quien de las asistencias, pero actualmente está trabajando en su remate.

Una de las cosas que más le gusta al joven futbolista de su equipo es que no necesita explicar su situación ya que todos tienen la misma discapacidad y realmente no hablan mucho sobre el tema porque están más enfocados en el deporte y la amistad.

Hoy, en el día de Navidad el deportista dice que está emocionado de comer pozole, pasar tiempo con su familia extendida y abrir regalos.

Sobre su condición
DMD es la enfermedad neuromuscular hereditaria más común y también es una de las formas más graves de distrofias musculares hereditarias.

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, algunos estudios han estimado la prevalencia de DMD en 2 a 10,000 en Estados Unidos y las personas con DMD normalmente viven hasta los 20 o 30 años.

Las mutaciones en el gen de la distrofia provocan una degeneración y debilidad progresiva de las fibras musculares.

Esta debilidad puede presentarse inicialmente con dificultad para deambular, pero progresivamente avanza hasta que los pacientes afectados son incapaces de realizar actividades comunes y deben utilizar sillas de ruedas.

Sus pilares

Los papas de AJ López, Toni y Enrique sacan a AJ de su silla de ruedas eléctrica.
Crédito: Isaac Ceja | Impremedia

López cuenta mucho con el apoyo de su familia dentro y fuera de la cancha.

Sus papás siempre asisten a todos los partidos locales y también lo ayudaron cuando fue a competir a nivel nacional en el estado de Indiana.

Los padres de López también le ayudan con cosas como ir al baño, ponerlo en la cama para dormir y llevarlo a la escuela.

Hace dos años López perdió la habilidad de poder caminar, pero eso no lo ha detenido y dice que su vida apenas va empezando.

AJ López escucha a su entrenador Jorge Llauro durante un descanso del partido en Pomona High School en Pomona.
Crédito: Isaac Ceja | Impremedia

Actualmente está buscando formas de manejar y también espera tener un trabajo muy pronto.

En el futuro, López quiere promover el fútbol de potencia para que otras personas con discapacidad puedan conocer el deporte porque para López le ha dado mucha alegría y comunidad.

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