Microbioma cutáneo: qué es y cómo ayuda a la salud de la piel
Un estudio reciente sobre el microbioma de la piel revela que la diversidad microbiana se asocia con el envejecimiento, mostrando conexiones innovadoras entre la composición microbiana y las características de calidad de la piel
En un avance científico extraordinario, un estudio reciente publicado en Frontiers in Aging ha desentrañado el misterio del envejecimiento a través del análisis del microbioma de la piel.
Los investigadores utilizaron datos de múltiples estudios y 13 conjuntos de datos de microbiomas para identificar taxones microbianos relacionados con el envejecimiento de la piel, revelando conexiones asombrosas entre la diversidad microbiana y las características de calidad de la piel.
La piel humana, siendo el órgano más expuesto al medio ambiente, alberga una variada colonia de microbios que evolucionan a lo largo de la vida. En este estudio, se descubrió que la composición microbiana de la piel es un indicador más preciso de la edad cronológica que la composición microbiana oral o intestinal en adultos. Esto destaca la importancia crucial del microbioma en el proceso de envejecimiento y abre nuevas oportunidades para tratamientos innovadores basados en microbiomas.
El equipo de investigadores presentó un enfoque revolucionario para identificar perfiles microbianos relacionados con el envejecimiento de la piel. Utilizando una metodología de tres pasos, depositaron datos de secuenciación de 13 estudios en Qiita, armonizaron metadatos para una análisis consistente, y procesaron los datos utilizando un flujo de trabajo bioinformático estandarizado. Los participantes, mujeres no fumadoras de 18 a 70 años, se sometieron a pruebas que incluyeron lavarse la cara con jabón no antibacteriano y la toma de muestras de microbiota en condiciones controladas.
Los resultados del estudio revelaron asociaciones significativas entre la diversidad microbiana y diversos indicadores de envejecimiento de la piel. La diversidad microbiana se asoció negativamente con la pérdida transepidérmica de agua (TEWL), indicando una función de barrera cutánea reducida, pero positivamente con la edad. Sorprendentemente, la edad del huésped estuvo fuertemente asociada con las arrugas de la pata de gallo, un marcador del envejecimiento, pero no con la edad en sí misma.
El análisis colectivo de datos destacó que la edad del huésped y las arrugas de la pata de gallo se asociaron positivamente con la diversidad microbiana. Sin embargo, la inclusión de la variable del estudio como efecto aleatorio demostró que la edad del huésped seguía estando significativamente asociada con la diversidad, mientras que las arrugas no mostraron la misma asociación.
Las muestras de piel con niveles más bajos de arrugas revelaron asociaciones con taxones microbianos como Kocuria, Staphylococcus, Lysobacter y Peptostreptococcus. Por otro lado, bacterias ambientales como Kaistella y Brevibacterium, asociadas con trastornos inflamatorios, fueron más abundantes en personas con mayores niveles de arrugas.
El equipo utilizó herramientas avanzadas, como la regresión inferencial bayesiana para análisis diferencial de microbiomas (BIRDMAn), para identificar especies relacionadas con la edad y los síntomas del envejecimiento. Estos análisis revelaron que algunas bacterias, como Bacillus y Staphylococcus, estaban asociadas con una reducción en la pérdida transepidérmica de agua.
Sorprendentemente, el género más prevalente en el microbioma de las mejillas, Cutibacterium, no mostró una asociación significativa con la edad y tuvo una tendencia negativa con las arrugas de la pata de gallo. Este hallazgo desafía las expectativas y destaca la complejidad de la relación entre el microbioma y el envejecimiento de la piel.
Los hallazgos ofrecen nuevas perspectivas sobre tratamientos innovadores basados en microbiomas para mejorar la textura y apariencia de la piel. Se espera que futuras investigaciones validen estos descubrimientos y profundicen en la comprensión del papel crucial de las bacterias en el envejecimiento de las capas inferiores de la piel.
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