La FDA aprueba una prueba de sangre para el cáncer de colon
La FDA aprueba una nueva prueba de sangre para detectar cáncer colorrectal. Aunque no reemplaza la colonoscopia, podría aumentar la detección temprana
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado recientemente una prueba para la detección del cáncer colorrectal que promete facilitar el proceso de diagnóstico y, potencialmente, salvar vidas.
Esta prueba, desarrollada por Guardant Health en Palo Alto, California, es un simple análisis de sangre que tiene la capacidad de detectar cánceres en etapas tempranas, que son generalmente curables. Aunque no es un sustituto perfecto para las colonoscopias, los expertos esperan que su simplicidad pueda incentivar a más personas a someterse a pruebas de detección del cáncer colorrectal.
El cáncer colorrectal es la segunda causa más común de muertes relacionadas con el cáncer en los Estados Unidos, con una estimación de 53,000 muertes este año. Sin embargo, los controles regulares podrían prevenir hasta el 73 por ciento de estas muertes.
Las pautas actuales recomiendan que las pruebas de detección comiencen a los 45 años, pero entre el 25 y el 50 por ciento de las personas que deberían hacerse estas pruebas no lo hacen. Aquí es donde entra en juego la nueva prueba de Guardant Health, denominada Shield, que estará disponible dentro de una semana.
La prueba Shield es notablemente sencilla para los pacientes. Solo se necesita una muestra de sangre que puede ser tomada durante un examen físico rutinario en el consultorio de un médico o en un laboratorio comercial.
Esta prueba aprovecha el hecho de que las células cancerosas y los pólipos grandes liberan fragmentos de ADN en la sangre. Al detectar estos fragmentos, el análisis de sangre puede identificar la presencia de cánceres y algunos pólipos.
En un estudio publicado en The New England Journal of Medicine el 13 de marzo, Guardant informó que su prueba detectó el 87 por ciento de los cánceres en etapa temprana. Estos cánceres tienen una tasa de supervivencia a cinco años del 91 por ciento, en contraste con el 14 por ciento cuando el cáncer se ha diseminado fuera del colon. Sin embargo, la prueba tiene una limitación significativa: solo detecta el 13 por ciento de los pólipos grandes, en comparación con el 95 por ciento de una colonoscopia.
A pesar de esta limitación, un comité asesor de la FDA recomendó la aprobación de la prueba el 23 de mayo. El comité reconoció que la prueba no es efectiva para prevenir el cáncer al no detectar pólipos precancerosos con alta precisión, pero valoró su potencial para motivar a más personas a realizarse pruebas de detección.
Las pruebas actuales para el cáncer colorrectal incluyen análisis de heces, que deben hacerse cada tres a cinco años, y colonoscopias, recomendadas cada diez años. Sin embargo, muchos pacientes evitan estos métodos debido a la incomodidad y las preparaciones requeridas.
Pruebas fechales o colonoscopias son incómodas
Las pruebas fecales, por ejemplo, implican enviar muestras de heces por correo a un laboratorio, lo que puede ser incómodo para algunas personas. Las colonoscopias, por su parte, requieren una preparación extensa que incluye ayuno y la ingesta de laxantes potentes, además de la necesidad de sedación durante el procedimiento, lo que puede interferir con las actividades diarias y laborales.
La simplicidad de la prueba Shield podría ser un punto de inflexión. Aun así, aquellos que obtengan un resultado positivo en el análisis de sangre deberán someterse a una colonoscopia para confirmar la presencia de cáncer o pólipos y proceder con su eliminación.
Guardant Health ha indicado que la prueba cumple con los requisitos de cobertura de Medicare, lo que significa que aquellos con la Parte B de Medicare no enfrentarán costos adicionales. El costo para quienes tienen seguro comercial o Medicare Advantage variará según su plan específico.
La prueba está aprobada para individuos de 45 años o más con un riesgo promedio de cáncer de colon. Con esta nueva herramienta, se espera un aumento en la detección temprana y, por ende, una reducción en la mortalidad por cáncer colorrectal, cambiando potencialmente el panorama de la salud pública en este ámbito.
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