Donald Trump se niega a convocar a Nikki Haley para apoyar a su campaña

Sobre la recta final de su campaña en busca de la presidencia, Donald Trump rechaza la idea de incorporar a Nikki Haley a su equipo

Donald Trump, expresidente estadounidense

Donald Trump demuestra que le será complicado desprenderse de la antipatía que siente por Nikki Haley. Crédito: Evan Vucci | AP

A pesar de que Nikki Harley le sería de gran ayuda en la recta final de su campaña, Donald Trump se niega a sumarla a su equipo de colaboradores debido a las rencillas generadas entre ambos en el pasado.

A 18 días de que millones de ciudadanos acudan a las urnas para elegir a su nuevo presidente, las encuestas muestran una lucha reñida entre Kamala Harris y Donald Trump.

Al menos tres compañías serias en cuanto a los datos que arrojan sus sondeos, muestran cómo los tres puntos de ventaja de la demócrata hasta el mes pasado, se diluyeron; mientras que el candidato republicano parece haberse fortalecido hasta casi emparejarla.

Sin embargo, más allá de su compañero de fórmula James David Vance y el ocasional apoyo de las gobernadoras Kristi Noem y Sarah Elizabeth Huckabee Sanders, el expresidente Trump carece de figuras de peso que los respalden en los mítines o para recaudar más fondos.

Todo lo contrario, ocurre con Kamala Harris, pues los expresidentes Barack Obama y Bill Clinton, además del mandatario actual Joe Biden recorren el territorio nacional fortaleciendo su candidatura.

Ante este escenario tan desequilibrado, recientemente cobró fuerza la versión de que el magnate neoyorquino podría convocar a Nikki Haley como un refuerzo de última hora encaminado a pedirles a los votantes de la exgobernadora apoyarlo con su voto.

Desde hace meses, Nikki Haley mostró no desear ser vinculada con Donald Trump. (Crédito: Tony Gutierrez / AP)

No obstante, durante una entrevista concedida a la cadena de televisión Fox News, Donald Trump prácticamente echó por la borda dicha opción al considerar que la conservadora de 52 años está en el lugar donde, desde un principio, debió colocarse.

“Déjenme decirles: Nikki Haley y yo peleamos, y la vencí por 50, 60, 90 puntos. La vencí en su propio estado… Vencí a Nikki por mucho.

También vencí a todos los demás, por mucho. Francamente, establecí récords. Tanto en velocidad como en la magnitud de la victoria. Todo el mundo sigue diciendo eso. No dicen que hay que conseguir a Ron. Y Ron lo hizo muy bien.

A mí me gusta Nikki. No creo que Nikki debiera haber hecho lo que hizo, pero incluso en su propio estado, en Carolina del Sur, donde era gobernadora, le gané por un número… Y luego dicen: ‘¿Cuándo volverá Nikki?’. Nikki ya está aquí. Nikki ya nos está ayudando”, aseguró.

El punto es que, a la exembajadora ante la Organización de las naciones Unidas no se le ha vuelto a ver cerca del Partido Republicano desde que dirigió unas palabras durante la Convención Nacional Republicana de julio y marginarla en una carrera electoral tan pareja podría costarle caro a los conservadores.

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