Más protección para los niños en internet

La ley AB 56 de la asambleísta Rebecca Bauer-Kahan requerirá etiquetas de advertencia en las redes sociales de TikTok, Snapchat e Instagram

Victoria Hinks cuenta que su hijo se volvió adicta a las redes sociales.

Victoria Hinks cuenta que su hijo se volvió adicta a las redes sociales. Crédito: Jorge Luis MacÍas | Impremedia

A Victoria Hinks no le cabe la menor duda de que las redes sociales contribuyeron al deterioro de la salud mental de su hija Alexandra, quien se quitó la vida, antes de cumplir los 17 años.

Enjugando sus lágrimas, Victoria, al lado de su esposo Paul habló públicamente de la muerte de su niña, -el 7 de agosto de 2024- una estudiante de Redwood High School en Larkspur, en el condado Marín, en el norte de California.

“No hay nada en mí que dude de que las redes sociales la llevaron a esa decisión final e irreversible”, dijo Hinks, durante una conferencia de prensa en San Francisco, flanqueada por el fiscal general de California, Rob Bonta, y la asambleísta de California, Rebecca Bauer-Kahan (D-Orinda).

Hinks dijo que su hija se volvió adicta al contenido de TikTok, en particular la parte donde se glorificaba al suicidio, los trastornos alimentarios y otros comportamientos dañinos.

“Se escondía en su habitación durante horas”, expresó Hinks sobre el comportamiento de su hija. “Quitarle el teléfono fue como quitarle una droga a un adicto”.

Etiquetas de advertencia de riesgos
Ahora, el fiscal Bonta y la asambleísta Bauer-Kahan buscan quieren información clara sobre los riesgos de las redes sociales para niños y adolescentes.

La iniciativa AB 56 apunta a exigir que las plataformas de redes sociales muestren etiquetas de advertencia sobre los riesgos de salud mental asociados con sus servicios, y busca, además, crear conciencia pública sobre los efectos nocivos de las redes sociales en los jóvenes, como la depresión, la ansiedad y la adicción.

Un reporte de asesoramiento del Cirujano General de Estados Unidos, el doctor Vivek Murthy. muestra que el uso de las redes sociales entre los jóvenes es casi universal y hasta el 95% de quienes tienen entre 13 a 17 años reportaron usar una plataforma de redes sociales, y más de un tercio dice que usan redes sociales “casi constantemente”.

Aunque la edad requerida para usar las redes sociales suele ser 13 años, casi el 40% de los niños entre 8 y 12 años usan las redes sociales. El uso generalizado de las plataformas de internet es de tres horas para niños y adolescentes.

La AB 56 requeriría que las empresas de redes sociales revelen el riesgo a los usuarios agregando una etiqueta de advertencia a sus redes para garantizar que los consumidores tengan acceso equitativo a la información que puede afectar su salud física y mental.

“Las empresas de redes sociales han demostrado falta de voluntad para abordar la crisis de salud mental y, en cambio, han profundizado en el aprovechamiento de características adictivas y contenidos dañinos en aras de las ganancias”, dijo el fiscal Bonta.

“Es nuestra responsabilidad asegurarnos de que los consumidores tengan acceso a información que pueda afectar su salud, para que puedan tomar las mejores decisiones para ellos y sus familias”, añadió.
El funcionario destacó que las etiquetas de advertencia en las redes sociales son una forma equitativa y transparente de comunicar los riesgos que representa para los usuarios jóvenes su participación en las redes sociales.

“Los sellos de advertencia por sí solos no son una panacea, son otra herramienta más para abordar la creciente crisis de salud mental y proteger a las generaciones futuras de niños”, afirmó Rob Bonta.
Si esta legislación tiene éxito, las empresas de redes sociales como TikTok, Snapchat e Instagram tendrían que mostrar a todos los usuarios, independientemente de su edad, un recuadro negro de advertencia la primera vez que inician sesión y una vez por semana después.

El lenguaje propuesto para la etiqueta es sencillo y directo.

Según el fiscal, el Cirujano General ha advertido que existen amplios indicadores de que las redes sociales pueden tener un profundo riesgo de daño a la salud mental y al bienestar de niños y adolescentes.

“Esta etiqueta no resolverá todo, pero es fundamental para crear conciencia sobre la crisis de salud pública real en la que nos encontramos”, dijo Bonta. “Se trata de garantizar que todos los consumidores tengan la misma información básica sobre lo que están suscribiendo”.

La etiqueta es sencilla
La etiqueta es similar como la advertencia en las cajetillas de cigarros y botellas de alcohol.
Madre de tres hijos adolescentes, la asambleísta Rebecca Bauer-Kahan expresó que las horas que pasan los niños y los jóvenes en las redes sociales no significan que todo mundo sepa que California, el país y el mundo entero se encuentra en una crisis global de salud mental.

Subrayó que, en la última década, los jóvenes de todo el mundo, especialmente las niñas, han experimentado un aumento dramático en las tasas de depresión, ansiedad, autolesiones y suicidio.
“Esta crisis es real, urgente y está empeorando”, advirtió. “Este colapso de la salud mental Juvenil coincide con el auge de las redes sociales”, agregó.

Dijo que, aunque ella creció sin redes sociales y no vio nada de lo que hoy observa, “nuestros hijos han cambiado sus vidas sociales [por estar] en línea”.

LA legisladora declaroo que, estudio tras estudio demuestra que el uso intensivo de las redes sociales se correlaciona con las tasas más altas de angustia psicológica.

También sabemos que cuando los niños y jóvenes reducen el uso de las redes sociales, su salud mental mejora notablemente”, dijo. “Es la combinación de características adictivas y contenido tóxico lo que abruma los cerebros de estos adolescentes”.

Por todo ello, aseguró que existe un poderoso motivo de lucro para mantener a los jóvenes enganchados y comprometidos en línea.

“Es explotar la psicología humana con notificaciones como desplazamiento interminable y amplificación algorítmica que está dañando a nuestros niños todos los días”, dijo Bauer-Kahan.

Apoyo bipartidista a la iniciativa
James Pearson Steyer abogado, profesor de Stanford University y fundador de Common Sense Media, que respalda el proyecto AB-56, dijo que esperaba que el grupo de presión de la industria tecnológica NetChoice entable una demanda a la medida.

“El proyecto de ley se aprueba en la legislatura, a menudo con un abrumador apoyo bipartidista, porque todos nuestros líderes en California quieren proteger a nuestros niños”, dijo Pearson Steyer. “No existe el derecho de la Primera Enmienda cuando hacen adictos a nuestros niños con las características de sus diseños [de mercadotecnia]”.

“Así que pelearemos en los tribunales y veremos qué pasa”, manifestó. “Pero el hecho de que podamos ser demandados en el futuro después de que se apruebe el proyecto de ley importante será importante, porque, para proteger a nuestros hijos nadie nos detendrá. Así como necesitábamos cinturones de seguridad y etiquetas de advertencia sobre el alcohol, ahora necesitamos estándares de seguridad digitales para las plataformas de redes sociales”.

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