¿Qué le espera a la educación bajo la presidencia de Trump?

Expertos en el tema coinciden en qué no saben que esperar, porque muchas de sus grandes promesas de campaña no se llevan a cabo

inda McMahon fue designada por Trump para estar al frente del Departamento de Educación.

Linda McMahon fue designada por Trump para estar al frente del Departamento de Educación. Crédito: Manuel Balce Ceneta | AP

Bajo la administración Trump, el sistema educativo estadounidense podría estar a punto de convertirse en un campo de batalla en un intento por echar abajo políticas progresistas y reducir el financiamiento federal que apoya a los estudiantes de bajos recursos.

Sin embargo, los expertos coinciden en que nadie sabe qué va a pasar realmente; y no le será tan fácil al presidente Trump cumplir sus promesas de campañas de recortes y otros planes para desmantelar los programas de diversidad, equidad e inclusión.

Se anticipa que sí lo intenta, se encontrará con resistencia demócrata y aún de algunos republicanos, pelea en las cortes y trabas en el Congreso.

Durante la videoconferencia: ¿Qué le espera a la educación bajo la presidencia de Trump?, organizado por Ethnic Media Services, tres expertos hablaron lo que podemos esperar los próximos cuatro años en materia de educación en el país.

Pedro Noguera, decano de la Escuela de Educación Rossier de la Universidad del Sur de California (USC), dijo que nadie sabe lo que podemos esperar de la administración Trump en materia de educación, pero lo cierto es que habrá mucha resistencia y conflicto si intentan seguir adelante con sus planes para desmantelar el Departamento de Educación.

“Vendrá de sectores improbables como de otros republicanos, tanto en el Congreso, el Senado, en el país y las áreas rurales”.

Dijo que el Departamento de Educación de Estados Unidos desempeña un papel fundamental en la entrega de recursos a las escuelas, en particular a través del Título Uno, que brinda recursos complementarios a las escuelas que atienden a niños pobres; y a las Becas Pell, que apoyan a los estudiantes de bajos ingresos para que vayan a la universidad.

“Ambos son programas muy populares y esenciales, y aunque la administración no ha dicho que quiera desmantelarlos o destruirlos, quienes se deshagan del Departamento de Educación podrían ponerlos en peligro”.

Consideró que mucho de lo que impulsa a la administración en este momento es la ideología que ante todo, tiene como objetivo iniciar y mantener guerras culturales. 

Así que dijo que veremos muchos ataques a la diversidad, equidad e inclusión, y a los derechos de los estudiantes transgénero.

Destacó que el país enfrenta enormes retos y lagunas educativas que fueron exacerbadas durante la pandemia, particularmente en matemáticas; y la educación superior tiene una gran necesidad de reforma y cambios.

“La educación superior es demasiado cara en este país y ahora mismo nos enfrentamos a una situación en la que habrá una disminución de la matrícula, lo que afectará a las universidades de todo el país y también a las escuelas públicas, y eso producirá muchos cambios que llevarán a bastantes instituciones a cerrar básicamente porque no tienen los estudiantes necesarios para sostenerse”. 

Por lo tanto, dijo que es necesario saber si la administración desempeñará o no un papel en el apoyo de los cambios necesarios.

“No creo que entiendan claramente cómo funciona el sistema”.

Donaciones y sector privado

Thomas Toch, director de FutureEd de la Escuela de Políticas Públicas McCourt de la Universidad de Georgetown, dijo que se ha hablado de que la administración está intentando gravar las donaciones, lo que resulta un poco irónico porque, en esencia, están yendo tras un número relativamente pequeño de instituciones de educación superior, las de élite, que son las que reciben grandes donaciones.

“La mayoría de las instituciones, 5,000 o 6,000 instituciones en total tienen donaciones muy pequeñas o inexistentes”. 

Comentó que es probable que la administración vuelva a intentar, como lo hizo en la primera administración Trump, eliminar la supervisión y rendición de cuentas para el sector de la educación superior con fines de lucro.

“Como sabemos, el propio Trump estaba en ese negocio hasta que se vio obligado a salir de él a través de un decreto de consentimiento que lo hizo pagar millones de dólares a los estudiantes por comercializar fraudulentamente su universidad”.

Indicó que la administración Obama implementó una serie de cambios regulatorios para favorecer a los estudiantes en el sector de educación superior con fines de lucro.

“El presidente Trump, en su primera administración, deshizo esas protecciones. Biden las volvió a implementar y podemos esperar ver que se diluyen de nuevo”.

Expuso que el problema de la FAFSA, el proceso de solicitud de ayuda federal para estudiantes, que la administración Biden ha gestionado muy mal, irónicamente, dado su compromiso de aumentar el acceso a la educación superior, se convertirá en un problema bajo la administración Trump. 

“El presidente electo ha sido muy crítico con el manejo del tema por parte de la administración Biden. Habrá que estar atentos porque la financiación federal juega un papel importante al permitir que los estudiantes que tradicionalmente han estado subrepresentados en la educación superior tengan la oportunidad de asistir a una escuela de cuatro años”.

Hizo ver que es muy probable que haya presión a través de la administración para reducir la financiación de la beca Pell y los programas federales de trabajo y estudio. 

“Muchos republicanos, se han opuesto tradicionalmente a esos programas y han buscado reducir la financiación”.

Mencionó que está por verse si habrá suficiente resistencia por parte de los demócratas por un lado, y de los republicanos interesados .

“Las iniciativas de condonación de préstamos que ha iniciado la administración Biden van a terminar.; y es probable que la administración utilice la Oficina de Derechos Civiles y el Departamento de Educación para limitar las oportunidades y protecciones para apoyar a los estudiantes transgénero. 

Desafíos en derechos civiles

Thomas A. Saenz, presidente y asesor general del Fondo Mexicoamericano de Defensa Legal y Educación (MALDEF) dijo que una decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de 1982 da a cada niño el derecho de asistir a una escuela pública gratis del kinder la grado 12, sin importar su estatus migratorio.

“Así que esto no está en un riesgo inminente en lo absoluto, y también previene redadas del Servicio de Migración y Aduanas (ICE) u oficiales de migración en las escuelas del kinder al grado 12”.

Precisó que aún cuando la administración puede eliminar un memorando sobre lugares seguros, no significa que tengan el derecho de entrar a las escuelas públicas, porque violarían la ley.

Con relación a DACA (el programa de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), dijo que es mucho más difícil eliminarlo, porque implicaría llevar a cabo un proceso formal para hacer una regla, y ningún anuncio de Trump o del abogado general de la nación, le puede poner fin.

“​​Tendrían que pasar por el proceso de elaboración de normas que consiste en publicar su propuesta en el Registro Federal, buscar comentarios públicos durante un período de tiempo razonable, tomarse el tiempo para lidiar con todos esos comentarios públicos”.

Sostuvo que la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación puede amenazar con retirar fondos federales, pero no puede hacerlo unilateralmente sin pasar por un arduo proceso legal para aquellos a quienes pretende eliminarles los recursos. 

Los tribunales siguen siendo una protección contra la eliminación precipitada de fondos para cualquiera que participe en medidas progresistas con respecto a la educación”.

Afirmó que habrá un aluvión diario de retórica exagerada contra los inmigrantes, la diversidad, la inclusión y la equidad, los derechos civiles y la educación pública.

“Es cierto que el presidente tendrá el control de la Oficina de Derechos Civiles en el Departamento de Educación y la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, por lo que harán todo lo posible para perseguir las iniciativas progresistas en materia de educación y argumentar que son una violación de los derechos civiles de los blancos”.

Enfatizó no obstante que el presidente tiene una autoridad limitada fuera de los tribunales para hacer algo.

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