Los solteros de por vida son más infelices: por qué
Un estudio revela que los solteros de toda la vida enfrentan menor satisfacción vital y desafíos económicos y médicos, destacando la necesidad de redes de apoyo
La soltería, en una sociedad donde las relaciones duraderas suelen ser la norma, está en aumento, pero no sin consecuencias. Una reciente investigación publicada en Psychological Science ha revelado que las personas que permanecen solteras toda su vida tienden a reportar menor satisfacción con la vida y diferencias significativas en sus rasgos de personalidad en comparación con quienes tienen pareja. Estas diferencias, que se acentúan con la edad, subrayan la necesidad de estrategias efectivas para fomentar redes de apoyo y bienestar en este grupo poblacional.
El estudio, liderado por Julia Stern, investigadora de la Universidad de Bremen, Alemania, analizó a más de 77,000 europeos mayores de 50 años. Fue el primero en explorar la soltería de por vida a través de diversas culturas y definiciones. Los hallazgos mostraron que las personas que nunca han estado en una relación seria tienen puntuaciones más bajas en satisfacción vital, extroversión, escrupulosidad y apertura a nuevas experiencias en comparación con aquellas que han vivido con una pareja, incluso si actualmente están solteras.
Stern explicó que estas diferencias podrían ser particularmente significativas para las personas mayores, quienes enfrentan más desafíos de salud y dependencia. “Las parejas suelen ser una fuente crucial de apoyo en la vejez”, afirmó Stern en una entrevista con la Asociación para las Ciencias Psicológicas (APS). La ausencia de este apoyo puede traducirse en desventajas económicas, sociales y médicas que afectan profundamente la calidad de vida.
La investigación también consideró cómo las expectativas sociales influyen en la percepción de la soltería. En países con altas tasas de matrimonio, como en el sur de Europa, las personas solteras reportaron menor satisfacción vital en comparación con aquellas en países donde la soltería es más común. Sin embargo, la religiosidad del entorno cultural no parecía tener un impacto significativo.
Los investigadores destacaron que, aunque los cambios en la personalidad por estar en una relación suelen ser pequeños y temporales, los rasgos iniciales de personalidad pueden desempeñar un papel crucial en la formación de relaciones. Las personas extrovertidas y abiertas tienden a tener mayores probabilidades de entablar vínculos románticos, lo que podría explicar en parte las diferencias observadas. No obstante, Stern enfatizó que estos resultados son promedios y no aplican a todos los casos, pues también existen personas introvertidas en relaciones comprometidas y extrovertidos que optan por la soltería.
Otro aspecto interesante del estudio es que las mujeres solteras reportaron niveles más altos de satisfacción vital en comparación con los hombres solteros. Asimismo, las personas mayores, aunque enfrentan más dificultades de salud, parecen aceptar mejor su condición de soltería que los adultos de mediana edad, posiblemente debido a una resignación positiva a medida que sus pares se establecen en matrimonios y familias.
Las implicaciones de estos hallazgos son amplias, dado que investigaciones previas han demostrado que la satisfacción vital y ciertos rasgos de personalidad están vinculados con la salud general y la longevidad. Esto subraya la urgencia de diseñar programas que no solo aborden la soledad, sino que también consideren las particularidades de las personas solteras. Stern sugirió desarrollar iniciativas que conecten a los solteros mayores con otros de ideas afines y ofrezcan soporte emocional y social.
“Debemos preocuparnos más por las personas que permanecen solteras toda su vida”, insistió Stern. “Crear espacios donde puedan construir relaciones significativas, independientemente de su estado civil, puede marcar una diferencia significativa en su calidad de vida”.
A medida que el envejecimiento poblacional sigue siendo un desafío global, este estudio pone de relieve la importancia de considerar las necesidades únicas de las personas solteras en las políticas públicas y las intervenciones comunitarias. La soltería puede traer consigo libertad e independencia, pero también conlleva retos que no deben ser ignorados.
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