Una escuela donde los niños aprendían español es reducida a cenizas en Altadena

La comunidad se une para que sus hijos puedan regresar al plantel Rayuela Dos tan pronto sea posible

Imagen de la escuela Rayuela Uno después del paso del incendio Eaton.

Imagen de la escuela Rayuela Uno después del paso del incendio Eaton. Crédito: Rayuela Uno | Cortesía

Afortunadamente Liliana Martínez, fundadora y directora de dos escuelas de inmersión Rayuela, pudo evacuar del campus Rayuela Uno, en Altadena, antes de que se acercara el incendio Eaton a la zona del plantel que quedó en ruinas.

“En este momento hemos perdido no solamente la primera semilla [Rayuela Uno] del programa de inmersión, pero algunas familias de los alumnos también perdieron su hogar ”, dijo Martínez. “Nos encontramos intentando hacer todo lo que podamos para salvar el segundo campus, para reacomodar a los estudiantes y para seguir en la lucha de la fabricación de almas bilingües”.

Como varios otros residentes y dueños de negocio, la comunidad de Rayuela quedó impactada al quedarse sin una de sus dos escuelas. Aunque el plantel Rayuela Uno fue destrozado, Rayuela Dos, ubicada en Pasadena, permanece intacto, excepto por ramas de árbol y otra basura que fue creada por los vientos.

De acuerdo con Martínez, al enterarse de la situación, miembros de la comunidad se unieron para ayudar con la limpieza del segundo campus.

“Desde el jueves comenzó la primera jornada de limpieza con algunas maestras y algunos padres”, dijo Martínez. “Así sucesivamente hemos estado todos los días y ayer -domingo- fue una súper mega jornada de limpieza con aproximadamente 50 personas limpiando la escuela”.

Escuela Rayuela Uno antes del incendio Eaton.
Crédito: Rayuela Uno | Cortesía

Hasta la fecha, casi 500 personas han donado a la campaña de GoFundMe que fue creada para recaudar fondos para la escuela. Martínez dice que el apoyo recibido por la comunidad de Rayuela cercana y lejana ha sido impresionante.

“En realidad no pensé que tantas personas quisieran a Rayuela. Personas de todas partes, que pasaron por la escuela hace 10 años, ex alumnos, ex profesoras, amigos de Rayuela, personas incluso de mi país [Colombia] y del país de mi esposo, los amigos de mis hijos del colegio o sea todas las personas”, dijo la directora. “La verdad es que nos sentimos desbordados y abrumados con tantas muestras de cariño”.

Hace 10 años, Martínez abrió las puertas de Rayuela Uno para enseñar el idioma español a los jóvenes que como a sus hijos, tal vez no tenían acceso al idioma de Cervantes en las pre-escolares de ese entonces. 

“Mis hijos fueron a un pre-escolar y regresaron hablando en inglés, habiendo solamente escuchado español en el hogar; fue entonces que me preocupe porque en un momento mis hijos no podrían seguir hablando con sus abuelos…”, explicó Martínez. 

Algunos voluntarios ayudan al restablecimiento de Rayuela Dos.
Crédito: Rayuela Uno | Cortesía

De acuerdo con la directora, una comunidad diversa y única, igual a Altadena, se formó en Rayuela gracias a las familias de diferentes culturas que inscribieron a sus hijos.

Uno de los padres de la escuela habló con La Opinión para describir su experiencia con la institución educativa.

“Rayuela es más que una escuela. Es una comunidad. Nosotros hemos ganado amigos de toda la vida, y aunque ya no tenemos a Rayuela Uno, yo sé que vamos a continuar creciendo y tratando de construir algo nuevo. Las maestras de la comunidad y todos son muy cariñosos”, dijo uno de los padres impactados por la pérdida de la escuela.

El padre, quien su hijo solo habla español, agregó que ha sido difícil y estresante para su pequeño, quien tiene miedo de comenzar con una guardería donde solo hablen inglés, mientras se resuelve la situación de Rayuela Uno.

No obstante, el padre expresó lo conveniente que sería para su hijo que pudiera asistir al campus de Rayuela Dos.

“A mí me encanta Rayuela Dos porque es una escuela muy bonita y tiene mucho espacio, tiene árboles y se puede jugar fácilmente”, dijo el padre.

Seguir hacia adelante

Mientras la directora Martínez, quien vive cerca de la zona de incendios, espera abrir el otro campus pronto, a nivel personal, ella por fin ha podido dormir en su propio dormitorio después de que su familia de cuatro se quedara en un solo cuarto los primeros días después de iniciados los siniestros. En esos días, la directora explicó que cada uno de sus hijos tomó turnos en la noche para ver que el ambiente estuviera seguro.

La directora dice que todavía, por unas milésimas de segundo, después de despertar, siente como si nada hubiera pasado, pero cuando su conciencia vuelve completamente después del sueño, se da cuenta de que las cosas ya son diferentes; incluso su hija le dijo que la ciudad de Los Ángeles ya no es lo que era antes.

“Nuestra vida cambió para bien o para mal, pero ya no va a ser lo mismo. Nada va a ser igual, pero tenemos que afrontarlo y seguir hacia adelante”, dijo Martínez.

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