Volkswagen moderniza los ID.3 e ID.4 con lo mejor del ID.2

El universo eléctrico de Volkswagen está a punto de experimentar un giro significativo. No se trata de un nuevo modelo, sino de una evolución tecnológica que promete renovar la percepción del usuario frente a dos de sus vehículos más populares: el ID.3 y el ID.4.

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Aunque ambos modelos ya han recorrido un camino importante desde su lanzamiento, la marca alemana está decidida a darles una segunda vida más atractiva, funcional y cercana a las expectativas reales de sus clientes.

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Todo ello, tomando como base el aprendizaje obtenido durante el desarrollo del Volkswagen ID.2, el que internamente consideran su eléctrico más relevante en términos de volumen y posicionamiento de marca.

Kai Grünitz, director técnico de Volkswagen, ha sido quien ha confirmado esta transformación. En declaraciones concedidas al medio británico Autocar, adelantó que la próxima gran actualización de estos modelos no será simplemente estética: traerá consigo un paquete completo de innovación.

“La actualización de mitad de ciclo del Volkswagen ID.3”, explica Grünitz, “recibirá el nuevo ‘lenguaje de diseño’ introducido por primera vez en el concept ID 2all de 2023 y que dio lugar al ID.2 definitivo”. Este modelo se fabricará en la planta de Martorell y debería llegar a producción antes de finalizar el año.

Aunque el ID.3 ya recibió una ligera revisión en 2023, la renovación más profunda llegará hacia finales de 2025 y será visible en los concesionarios desde 2026. El objetivo es claro: mantener a este compacto eléctrico vigente y competitivo en un mercado en constante evolución.

“Otorgará al compacto eléctrico alemán un aire de familia con el ID.2”, afirma Grünitz. Esta alineación estética es una decisión estratégica: vincular visualmente a los distintos modelos de la gama eléctrica para reforzar la identidad de marca, pero también para unificar experiencias entre modelos.

Las sorpresas de Volkswagen están en varios detalles

Pero las novedades no se detienen en el diseño. El propio Grünitz reconoce que tanto el ID.3 como el ID.4, este último el eléctrico más vendido de Volkswagen hasta la fecha, recibirán actualizaciones funcionales que apuntan a mejorar la experiencia del usuario.

“Una revisión del salpicadero y de los distintos mandos”, detalla el directivo, será una de las claves de la transformación interior. En otras palabras, Volkswagen no solo quiere que sus eléctricos se vean mejor por fuera, sino que se sientan mejor por dentro.

Una fuente interna citada por Autocar reveló una decisión que seguro agradará a quienes han criticado la excesiva digitalización de los interiores modernos. “Vamos a recuperar un mando redondo para el control de volumen”, dijo la fuente, añadiendo que “si desarrollas algo que funciona, y ha funcionado durante años, no hay razón para reemplazarlo”.

Esta declaración es un reconocimiento implícito de que la experiencia del usuario no siempre mejora con pantallas táctiles o interfaces minimalistas. En este caso, Volkswagen parece estar escuchando a quienes extrañan la facilidad de uso de controles físicos intuitivos.

La apuesta por los botones físicos no será la única mejora centrada en el usuario. Las fuentes consultadas por Autocar aseguran que los ID.3 e ID.4 integrarán componentes tecnológicos ya presentes en el nuevo ID.2 y también en el ID.7. Esto incluye actualizaciones importantes en eficiencia y autonomía.

Se espera que las nuevas versiones se beneficien de “la última tecnología desarrollada para el próximo ID.2”, incluyendo optimización en motores, inversores y sistemas de batería.

Aunque los detalles específicos aún no han sido revelados, los ingenieros estarían trabajando para ampliar la autonomía de ambos modelos y mejorar el rendimiento energético.

Este movimiento forma parte de una tendencia generalizada entre los fabricantes de automóviles eléctricos: actualizar plataformas ya existentes con mejoras tecnológicas de nueva generación para extender su vida útil sin necesidad de desarrollar un modelo totalmente nuevo desde cero.

El pensamiento también está en la competencia

Además, Volkswagen quiere asegurar que sus productos sean tan competitivos como funcionales, especialmente ante la presión de nuevos actores en el mercado eléctrico, en especial los fabricantes chinos y las marcas emergentes con fuerte propuesta tecnológica.

La renovación del ID.4, que debería concretarse a lo largo de 2026, también responderá a ese nuevo “aire de familia” con el ID.2, replicando el diseño frontal, la firma lumínica y las líneas más limpias que caracterizan al prototipo ID 2all.

De esta forma, ambos modelos entrarán en una nueva fase comercial, pensada para usuarios que ya han tenido contacto con la electromovilidad y ahora exigen más. Más autonomía, más ergonomía, y también más sencillez en el uso cotidiano.

El rediseño de los interiores incluiría nuevos materiales, una reorganización de la interfaz de usuario, y sobre todo una lógica de manejo más intuitiva. El regreso del mando físico es, quizás, el símbolo más claro de ese cambio de enfoque: volver a lo esencial, pero con la tecnología más reciente como aliada.

No es casualidad que estas decisiones coincidan con la llegada del ID.2, el eléctrico que promete ser más asequible, más compacto y más cercano a las necesidades reales de los compradores europeos.

En Volkswagen confían en que ese modelo marcará un antes y un después para su oferta de autos eléctricos.

Al final, lo que está en juego no es solo la renovación de dos modelos clave, sino el redireccionamiento de una estrategia global que busca mantener a Volkswagen como uno de los actores más influyentes en la transición hacia la movilidad eléctrica.

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