Gabriel Soto niega una posible reconciliación con Geraldine Bazán: “Pasaron muchos años”
El año pasado, Gabriel Soto terminó su relación con Irina Baeva y lo hizo público por medio de un comunicado en sus redes sociales

Gabriel Soto y Geraldine Bazán divorciaron en el 2018. Crédito: Mezcalent
Cuando se trata de relaciones pasadas en el mundo del espectáculo, los fans suelen aferrarse a la esperanza de un “final feliz”. Pero en el caso de Gabriel Soto y Geraldine Bazán, las cosas están más que claras: el capítulo romántico entre ellos terminó para siempre.
Durante la promoción de su nueva telenovela “Monteverde” para TelevisaUnivision, Soto fue cuestionado sobre si existía alguna posibilidad de reavivar el amor con su exesposa. Su respuesta fue rápida y contundente: “No, no creo, ya pasaron muchos años”.
Pero antes de que los shippers se desanimen por completo, el actor dejó en claro que el cariño sigue intacto… aunque en otro formato: “Siempre va a ser familia, es la mamá de mis hijas, por ese simple hecho merece todo mi respeto, todo mi cariño, todo mi apoyo”.
Hace un año, Soto terminó una relación y se le ha vinculado con otras personas, pero ha negado rumores. El actor e Irina Baeva anunciaron el fin de su relación en julio de 2024.
Soto publicó un comunicado en sus redes sociales el 16 de julio de ese año para oficializar la ruptura. Días después, Irina Baeva declaró que el comunicado fue publicado sin su consentimiento y que le tomó por sorpresa, ya que días antes habían estado juntos.
Priorizan a sus lazos familiares
Lejos de los rumores y los guiones de telenovela, Gabriel y Geraldine han demostrado que su prioridad es la crianza de sus hijas, Elisa y Alexa. No hay peleas, no hay resentimientos, solo respeto y cordura.
Y por si alguien aún albergaba dudas, Bazán también ha sido clara: en varias entrevistas ha descartado cualquier posibilidad de reconciliación “por ningún motivo ni circunstancia”.
A veces, los “felices para siempre” no implica volver a ser pareja, sino construir una nueva dinámica basada en el amor familiar. Ambos han seguido adelante con sus vidas, y aunque la puerta del amor sigue abierta para cada uno, no lo está entre ellos.
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