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Bacteria hallada en los alimentos podría mejorar significativamente la nutrición

La Lactococcus lactis regula la producción de un precursor clave para la vitamina K₂, esencial para la salud ósea y vascular

Bacteria hallada en los alimentos podría mejorar significativamente la nutrición

Alimentos ricos en vitamina K, cuya deficiencia apunta a una propensión al sangrado excesivo y hematomas. Crédito: Shutterstock

Investigadores de la Universidad Rice descubrieron cómo la bacteria Lactococcus lactis regula la producción de un precursor clave para la vitamina K₂ (también conocida como menaquinona), esencial para la salud ósea y vascular. Este descubrimiento apunta a una posible mejora en la nutrición y medicina a través de la reconfiguración de microbios.

Esto se traduce en que bacterias alimentarias comunes podrían reconfigurarse para producir más vitaminas, sobre todo una indispensable para la salud ósea, la salud vascular y los factores de coagulación en la sangre.

“Los microbios productores de vitaminas podrían transformar la nutrición y la medicina, pero primero debemos descifrar sus mecanismos de control inherentes”, dijo la autora del artículo e investigadora en biociencias, profesora Caroline Ajo-Franklin, en declaraciones a Newsweek.

Expresa que a través del ajuste de la disponibilidad de sustrato y la arquitectura genética, se identificó cómo expandir los niveles de producción, permitiendo una oferta más abundante de esta vitamina. El enfoque podría revolucionar la fabricación de suplementos vitamínicos y alimentos fortificados, haciendo que los productos sean más accesibles y ecológicos.

Las células bacterianas, por lo general, limitan su producción a niveles autosostenibles.

Método innovador

Los investigadores implementaron un enfoque de tres frentes que incluye biodetección, ingeniería genética y modelado matemático. Este método permitió una comprensión más profunda de los límites de producción de Lactococcus lactis y la posibilidad de superarlos.

El estudio se centra en el “compuesto intermedio inestable” que canaliza todas las formas de vitamina K₂.

“Una deficiencia de vitamina K₂ generalmente se manifiesta como una propensión a sangrado excesivo, hematomas y potencialmente sangrado gastrointestinal”, dijo Ajo‑Franklin.

Deficiencia de menaquinona

La deficiencia de vitamina K₂ puede causar problemas de salud graves, incluyendo hemorragias excesivas. La capacidad de utilizar microbios para producir vitamina K₂ puede ofrecer soluciones efectivas y eficientes, especialmente en situaciones críticas como el cuidado neonatal. Por ello, en Estados Unidos, es habitual que todos los bebés reciban una inyección de vitamina K₂ al nacer.

Apunta Ajo-Franklin que la deficiencia de vitamina K₂ es causada por un consumo insuficiente de alimentos fermentados y productos animales como yemas de huevo, pescado graso, o enfermedades que afectan la capacidad del cuerpo para absorberla. Incluso, las dietas veganas pueden ser bajas en K₂ a menos que se complementen.

La deficiencia de vitamina K₂ afecta a personas de diferentes edades de manera particular debido a su rol crucial en la coagulación sanguínea y el metabolismo óseo.

Recién nacidos y lactantes, Son los más vulnerables a la deficiencia de vitamina K, ya que esta vitamina no atraviesa fácilmente la placenta, y los neonatos aún no tienen bacterias intestinales que produzcan vitamina K. Además, la leche materna y la fórmula no contienen suficiente vitamina K. Esto puede causar la llamada enfermedad hemorrágica del recién nacido, con riesgo de sangrados graves, incluyendo hemorragias internas, que pueden ser mortales si no se administra vitamina K al nacer mediante inyección intramuscular.

Niños y adultos jóvenes. La deficiencia no es común en individuos con una dieta adecuada, pero puede ocurrir en casos de trastornos que afectan la absorción intestinal (como fibrosis quística, enfermedad celíaca o colitis ulcerosa), uso prolongado de antibióticos o cirugía bariátrica. En estos casos, pueden presentarse sangrados anormales, hematomas frecuentes y problemas con la coagulación sanguínea.

Adultos mayores, Una deficiencia crónica de vitamina K₂ puede contribuir a una reducción en la fuerza ósea, aumentando el riesgo de osteoporosis y fracturas. También se investiga si niveles bajos de vitamina K están relacionados con rigidez y estrechamiento de los vasos sanguíneos, incrementando el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

    Implicaciones para la salud

    Los hallazgos subrayan un avance significativo hacia el uso de bacterias probióticas en la producción de vitaminas esenciales, destacando la necesidad de fomentar la investigación en microbiología aplicada a la salud humana.

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