Mustang GTD Liquid Carbon: puro poder en fibra
El nuevo Ford Mustang GTD Liquid Carbon lleva la leyenda del muscle car a un nivel extremo. Su precio puede superar los $400,000 dólares

Este es el muy atractivo Mustang GTD Liquid Carbon. Crédito: Ford. Crédito: Cortesía
Ford decidió que no bastaba con tener un superdeportivo como el Mustang GTD para competir contra nombres de peso como Corvette, Porsche o Ferrari. La marca estadounidense fue más allá y presentó una versión aún más extrema: el Mustang GTD Liquid Carbon, una edición donde la fibra de carbono no es solo un recurso estético, sino el corazón de la propuesta.
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En un mundo donde los deportivos de alto nivel son cada vez más híbridos o eléctricos, Ford apostó por un planteamiento purista: un V8 supercargado bajo el capó, un diseño aerodinámico de inspiración aeronáutica y una carrocería que parece salida directamente de un taller de competición.
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La fibra de carbono desnuda reemplaza la pintura y convierte al GTD en un auto tan oscuro como imponente.
La idea detrás del Liquid Carbon no fue únicamente darle un aspecto intimidante. Cada libra de peso que se reduce se traduce en velocidad y estabilidad en pista. Por eso, el equipo de Ford Performance eligió este material como protagonista absoluto de la carrocería.
El poder de la fibra de carbono
A diferencia de otras ediciones especiales, el Liquid Carbon no se limita a usar piezas de adorno en fibra. Aquí, la carrocería completa —capó, techo, paneles laterales, guardabarros y alerón trasero— está formada por este material ultraligero. Incluso se eliminaron las chapas metálicas de las puertas, lo que supone un ahorro de 13 libras adicionales.
El resultado es un patrón visual único, donde la textura de la fibra queda expuesta en toda la superficie, logrando un efecto que recuerda a un avión de combate stealth. Este diseño, además de radical, tiene un propósito claro: mejorar la aerodinámica y permitir un mayor desempeño a altas velocidades.
La estética del GTD se completa con detalles oscuros. Las pinzas de freno Brembo fueron pintadas en negro, con la inscripción GTD en acabado brillante, reforzando el carácter sobrio y agresivo del modelo.
Un interior oscuro con destellos de luz
Si por fuera el Liquid Carbon intimida, por dentro no es diferente. Ford creó una atmósfera envolvente con predominio absoluto del color negro.

La cabina combina cuero y microfibra Dinamic, con un patrón de costuras en tono Hyper Lime que aporta contraste en los asientos, el volante, la consola y los paneles de las puertas.
El detalle más llamativo es un degradado reflectante en la parte central de los asientos, que rompe con el aspecto monocromático y aporta un destello de luz a un interior pensado para transmitir seriedad y deportividad. La cabina no solo busca lujo, sino también funcionalidad en pista, ofreciendo ergonomía para un manejo agresivo.
Una máquina para la pista
Más allá del diseño, el Mustang GTD Liquid Carbon es, ante todo, un superdeportivo creado para competir. Debajo del capó se encuentra el motor V8 Predator de 5.2 litros supercargado, capaz de entregar 815 caballos de fuerza y 664 lb-pie de torque.
La potencia se gestiona a través de una transmisión de doble embrague de ocho velocidades, desarrollada para ofrecer cambios rápidos y eficientes en cualquier circunstancia. La combinación de ligereza, potencia y aerodinámica convierte al GTD en un rival temible tanto en rectas como en curvas.
No es casualidad que Ford haya puesto a prueba este modelo en circuitos legendarios como Laguna Seca en Estados Unidos o Nürburgring en Alemania. Su objetivo es claro: demostrar que el muscle car estadounidense puede jugar en la misma liga que los superautos europeos más avanzados.
Rivalidad con Corvette y otros gigantes
La presentación del Mustang GTD Liquid Carbon no se entiende sin mirar a su competidor más cercano: el Chevrolet Corvette.
Con la llegada de versiones híbridas y de alto rendimiento del Corvette, Ford necesitaba dar una respuesta contundente. El GTD cumple esa misión con un enfoque totalmente distinto: máxima potencia y mínima concesión al confort.
Pero el reto no solo es contra Chevrolet. Este Mustang apunta a pelear de frente con marcas como Porsche, BMW, Audi y Ferrari, colocándose en la categoría de superdeportivos exclusivos. La ambición de Ford es que el GTD sea un referente global y no solo un ícono estadounidense.

Producción limitada y precio exclusivo
El Mustang GTD no es un modelo de producción masiva. Ford fabrica pocas unidades, generalmente por pedido, lo que incrementa su exclusividad. El precio base del Liquid Carbon arranca en $327,960 dólares, pero con los paquetes aerodinámicos y de personalización puede superar fácilmente los $400,000 dólares.
Ese nivel de precio lo coloca en la misma franja que superautos europeos, confirmando la intención de Ford de competir en la cima del mercado de alto rendimiento. Para quienes buscan un auto exclusivo, radical y con ADN de competencia, el Liquid Carbon se convierte en un objeto de deseo.
Las primeras entregas están programadas para octubre, y se espera que las unidades disponibles se agoten rápidamente, dada la demanda de coleccionistas y entusiastas.
Más que un muscle car
Aunque el Mustang nació como el muscle car por excelencia en los años 60, esta versión GTD Liquid Carbon demuestra que Ford busca trascender ese concepto.
Aquí no se trata únicamente de potencia bruta en línea recta, sino de un superdeportivo completo, capaz de competir en campeonatos internacionales y de ofrecer una experiencia de manejo al nivel de los mejores autos del mundo.
El diseño radical, el uso masivo de fibra de carbono y el motor V8 convierten a este Mustang en un puente entre el espíritu clásico del muscle car y la sofisticación de un superauto moderno.
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