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‘Ya no podemos fallarles’ a los niños

La firma de la ley SB 848 protege a los estudiantes de la conducta sexual inapropiada de maestros y empleados de las escuelas en CA

Leslie Gaytán fue víctima de tres profesores distintos en Rosemead H.S.

Leslie Gaytán fue víctima de tres profesores distintos en Rosemead H.S. Crédito: Jorge Macías | Impremedia

A partir del 1 de julio de 2026 entrará en vigor la ley SB 848 redactada por la senadora estatal Sasha Pérez (D-Pasadena), la cual fue promulgada por el gobernador Gavin Newsom.

La nueva llamada “Ley de Entornos de Aprendizaje Seguros” sobre la prevención de abuso infantil en las aulas y la conducta inapropiada de profesores y empleados escolares exigirá un plan escolar integral que incluya procedimientos para denunciar el abuso o la negligencia infantil.

Obligatoriamente, dicho plan tiene que incluir en todo el estado procedimientos específicamente diseñados para abordar la supervisión y protección de los niños contra el abuso o la negligencia infantil y los delitos sexuales.

 Al imponer obligaciones adicionales a las agencias educativas locales, la ley impondría un programa local obligatorio a nivel estatal.

Cassandra habla sobre el mayor escandalo de abuso sexual que haya existido en el LAUSD.
Crédito: Jorge Macías | Impremedia

De acuerdo con la senadora Pérez, la ley SB 848 fortalece la seguridad estudiantil en las escuelas de California al exigir actualizaciones a los Planes Integrales de Seguridad Escolar con procedimientos claros para prevenir, detectar y abordar la conducta sexual inapropiada de empleados escolares.

Esta nueva ley también amplía los requisitos de denuncia obligatoria, mejora la capacitación de empleados y estudiantes, y revisa las disposiciones legales pertinentes para garantizar una mayor protección.

“Esta ley protegerá a los niños de la conducta sexual inapropiada por parte de empleados escolares. Es así de simple”, dijo la senadora Pérez.

“Todos reconocemos que la mayoría de los docentes y el personal clasificado son profesionales dedicados, pero incluso una pequeña fracción de los empleados escolares que cometen abuso infantil puede causar daños catastróficos. La SB 848 creará un sistema para proteger a nuestros estudiantes”.

En concreto, la Ley de Entornos de Aprendizaje Seguros garantizará que las faltas graves de conducta se denuncien y se rastreen mediante el establecimiento de una base de datos electrónica de faltas de conducta para empleados no certificados. Esta ley ampliará la verificación del historial laboral para cubrir a todos los empleados escolares.

La senadora estatal agradeció también a un grupo de sobrevivientes que alzaron la voz y compartieron públicamente sus historias de trauma para proteger a los estudiantes.

“Me falló el sistema”

Una de ellas, Cassandra, explicó que durante su niñez fue una víctima en uno de los mayores escándalos de abuso sexual infantil en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD).

“Esta nueva ley [SB 848] ley puede proteger a los estudiantes que confían en sus maestros que aman el aprendizaje y que nunca imaginarían que su confianza fuera manipulada”, explicó.

Cassandra relató que personalmente experimentó lo que ahora se conoce como patrones de acoso y violación de límites por parte de los educadores en su momento.

“No hay un nombre para describirlo, no hay un protocolo de seguridad, no hay una persona designada para denunciar tales cosas cuando estás en esa posición [de víctima] en ese momento”, señaló. “No sabía a quién contárselo”.

Cassandra detalló que como una niña, tenía miedo a lo desconocido y fue precisa al decir: “Me falló el sistema. No porque a la gente no le importara, sino porque no supieron reconocer esos patrones [de ataque y acoso sexual] y no se contaban con los informes adecuados para comprender el panorama general de lo que le puede pasar a los estudiantes”.

El peor escándalo del LAUSD

El escándalo de abuso sexual en la primaria Miramonte, en el sur de Los Ángeles tuvo como perpetrador principal de los abusos sexuales al profesor Mark Berndt, quien fue condenado a 25 años de prisión por haber agredido a casi 15 niños. Bernd fue maestro desde 1979 hasta su destitución en 2011.

Sus fechorías incluían alimentar a los niños con galletas contaminadas con su propio semen, vendarles los ojos y tomarles fotografías lascivas. En 2014, el LAUSD fue acusado de destruir registros que databan de 1988 en contra de Berndt y debió pagar primero aproximadamente 140 millones de dólares a 81 victimas; otros 30 millones en 2013 a las familias de 58 víctimas, y 3.5 millones en 2024 a otras dos víctimas del exprofesor pederasta.

La doctora Caroline Heldman, presidenta y directora ejecutiva de Stand With Survivors, dijo que un informe de 2023 documentó más de 2,000 denuncias de agresión sexual infantil en las aulas de California.

“Ya no podemos fallarle a los niños”

El primer trabajo remunerado de Cindy Lamb se dio a los 15 años. Fue contratada como pianista en los coros de Rosemead High School.

“Desde el primer día, mi profesor de coro me trató intencionadamente como a una adulta en lugar de a una adolescente”, explicó.

“Empezamos con ir a tomar café antes de nuestros ensayos privados, con saludos como “Hola”. Me daba un golpecito en la frente para saludarme y me apretaba los hombros con cariño”, recordó.

Esos saludos rápidamente se convirtieron en parte de su rutina.

“Empezamos a pasar cada vez más tiempo juntos”, agrega. “Él me dijo: “Si no te inscribes en el coro el año que viene, tendré que buscar otro acompañante. No puedo dirigir el coro sin ti. Te necesito”.

Después vino el consejo paternal del profesor: “Es vulgar que se te vean los tirantes del sujetador” y las insinuaciones no solicitadas sobre sexualidad en el matrimonio.

Aquel profesor se convirtió en confidente y mentor de Cindy.

“Mostraba constantemente su cariño por mí, tanto en privado como delante de otros estudiantes”, subraya la mujer de 41 años.

“Para cuando inició relaciones sexuales conmigo, yo era un objeto de deseo para él. Y cuando me di cuenta de que me habían manipulado, estaba completamente aislada y psicológicamente destrozada”, narró Cindy.

Ella afirma que “trágicamente” es la misma situación de demasiados niños que buscan consuelo y seguridad en la escuela solo para terminar en las manos de depredadores sexuales.

Por ello, considera que una medida como la SB 848 la habría educado adecuadamente sobre las conductas de manipulación.

“Habría sabido que estas interacciones eran inapropiadas y las habría denunciado”, contó. “Mi abusador estaría en la cárcel y nunca más podría trabajar con niños”.

En cambio, aquel agresor sexual ha podido evitar estas consecuencias, renunciando dos veces a dos escuelas diferentes: Rosemead High School de la ciudad de Rosemead y Gabrielino High School, en la ciudad de San Gabriel

“Él ahora es libre de solicitar otros trabajos como profesor sin revelar lo que me hizo”, explicó la víctima de abuso sexual.

Cindy enfatizó que los estudiantes y niños de California merecían el respaldo de la iniciativa de ley SB 848.

“Ya no podemos fallarles”, subrayó. “Merecen esta protección de sentido común y nosotros, como sociedad, ya no podemos darnos el lujo de fallarles”.

Se necesitaba un cambio urgente

Leslie Gaytán, ex alumna de la Rosemead High School, ahora madre y sobreviviente de acoso sexual, expresó su apoyo a la SB 848 que presentó la senadora estatal Sasha Pérez.

“Yo sufrí acoso sexual, acoso escolar y comportamiento inapropiado por parte de tres profesores diferentes. Creía que ellos estaban en la escuela para protegernos y guiarnos”.

Señaló que, si hubiera existido una ley como la SB 848, que promulgó el gobernador Gavin Newsom, “al menos uno de los profesores que me agredió, -un profesor con un historial conocido de mala conducta-, no habría podido seguir enseñando”.

A pesar de ese historial de acoso sexual a estudiantes, aquel docente permaneció en el aula y continuó abusando de los alumnos.

En un segundo caso, la mala conducta del profesor llegó a conocimiento del administrador escolar, pero no se tomó ninguna medida.

“Ese fallo permitió que otro depredador siguiera perjudicando a otros estudiantes”, denunció Leslie Gaytán, para quien esas fallas fueron “devastadoras” y demuestran por qué se necesitaba un cambio legislativo con tanta urgencia.

“Todos los estudiantes de California merecen una escuela segura, responsable y vigilante”, afirmó. “Ningún estudiante ni ningún niño tiene que sufrir lo que yo y tantos otros hemos sufrido”.

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