Gobierno arrecia su impopular política migratoria
Maribel Hastings es asesora de America’s Voice
 
			CBP depende del Departamento de Seguridad Nacional. Crédito: AP
A pesar del caos y la crueldad de los operativos de ICE (con la asistencia de la Patrulla Fronteriza) sobre individuos, familias y comunidades enteras, y su daño a la economía del país, el gobierno de Trump no está satisfecho con la cifra de detenidos y quiere intensificar los operativos agregando más patrulleros fronterizos con tácticas todavía más extremas.
Y lo hace a pesar de que diversos sondeos en los pasados dos meses concluyen que la política migratoria de Trump no goza de la aprobación de los estadounidenses. El despliegue de la Guardia Nacional y de militares en ciudades estadounidenses, así como las tácticas de terror de ICE y sus detenciones indiscriminadas, no son bien vistos y han hecho mella en los índices de aprobación de Trump.
America’s Voice analizó diversos sondeos realizados durante los pasados dos meses y encontró que en ocho encuestas el índice de aprobación de Trump en materia migratoria sigue siendo bajo, un promedio de 53% de desaprobación sobre 44% de aprobación.
Asimismo, cita un análisis de Third Way que concluye que aunque persiste un “déficit de confianza” en la forma en que los demócratas manejan el tema migratorio, el apoyo a Trump y a los republicanos en inmigración se ha erosionado. De hecho, una encuesta de la Associated Press y el NORC Center encontró que el nivel de apoyo a Trump entre los votantes hispanos ha ido en picada y el tema migratorio, además de la economía, son los factores centrales.
Según la encuesta, el 73% de los votantes hispanos desaprueba la gestión de Trump, mientras que el 27% de los encuestados la aprueba. Antes de iniciar su segundo mandato, el índice de aprobación de Trump entre los votantes hispanos era de 44%.
El aluvión de ataques a la comunidad inmigrante y los operativos de ICE no dan cabida a una discusión sobre soluciones más allá de detenciones y deportaciones. Sin embargo, los estadounidenses apoyan una salida sensata. Según la más reciente entrega del American Values Survey del Public Religion Survey Institute (PRRI), el 72% de los encuestados prefiere la regularización de indocumentados sobre el 24% que favorece las deportaciones masivas.
Pero Trump, quien alguna vez dijo que “podría pararme en medio de la Quinta Avenida y dispararle a alguien, y no perdería ningún votante”, parece apostar a que complacer a su base y a su equipo de trabajo antiinmigrante es todo lo que requiere para intensificar sus operativos y ganar elecciones.
Cabe recalcar que ICE opera al interior del país y la Patrulla Fronteriza, como bien dice su nombre, en la frontera, y sus tácticas se supone que sean diferentes, pero ahora no parece haber distinciones. De hecho, uno de los operativos más violentos se registró el pasado 30 de septiembre en el South Side de Chicago cuando agentes federales, incluyendo patrulleros fronterizos, descendieron de helicópteros Black Hawk y camionetas de U-Haul portando rifles estilo militar, según ellos buscando pandilleros venezolanos del “Tren de Aragua” en un edificio de apartamentos.
Los videos e imágenes del operativo mostraban inquilinos en ropa interior o incluso sin ropa. Al final, los 300 agentes detuvieron a un sospechoso de pertenecer al Tren de Aragua, según las autoridades, pero incluso ciudadanos estadounidenses, incluyendo cuatro menores de edad, fueron detenidos.
Es parte de operativos a gran escala que buscan sembrar terror más que producir resultados. Lo mismo se repite en ciudades a través del país donde de forma indiscriminada ingresan a centros de trabajo, tribunales, en las afueras de escuelas e iglesias para detener a quien “luzca” indocumentado, violentando los derechos de todos, incluso de ciudadanos, para al final arrestar a dos personas.
Son precisamente las bajas cifras de detenidos lo que tiene molesto a Trump y de ahí el interés de inyectarle más extremismo con la presencia de la Patrulla Fronteriza. La Casa Blanca prometió detener a 3,000 inmigrantes diariamente, pero la cifra es de poco más de 1,170.
Con todo, la estrategia de Trump no está exenta de riesgos políticos. Aunque su base sigue aplaudiendo sus excesos en inmigración, hay votantes, sobre todo independientes, molestos por las tácticas extremas de ICE que también afectan a ciudadanos de este país. El año que viene hay elecciones intermedias y no solo del apoyo de la base viven los políticos.
Si a eso le agregamos que la base MAGA será uno de los sectores más afectados por los recortes al Medicare, la eliminación de subvenciones para pagar por primas del Obamacare, y los recortes a la asistencia nutricional SNAP, contemplados en la ley One Big Beautiful, Trump y los republicanos podrían estar jugando con fuego electoral.
 
			 
		 
		 
		 
		