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El futuro de SNAP en peligro: lo que debes saber sobre los beneficios alimentarios

El programa SNAP ha ayudado a 42 millones de estadounidenses a comprar alimentos. Conoce cómo funciona, quién califica y por qué enfrenta riesgos

SNAP

SANP en apoyo a las familias vulnerables Crédito: Shutterstock

El Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) es una pieza fundamental de la red de seguridad social en Estados Unidos. Casi 42 millones de personas, aproximadamente 1 de cada 8 estadounidenses, dependen de este beneficio para comprar alimentos.

Sin embargo, su continuidad se ha visto amenazada ante el cierre parcial del gobierno federal y las disputas por el uso de fondos de contingencia.

¿Qué es SNAP y cuál es su trayectoria?

El SNAP, conocido originalmente como “cupones de alimentos”, fue creado en 1964. Su objetivo es apoyar a personas y familias de bajos ingresos que, aun trabajando, no logran cubrir todos sus gastos básicos.

El programa busca garantizar el acceso a alimentos nutritivos y mejorar la seguridad alimentaria en todo el país. Con el tiempo, se ha convertido en uno de los pilares más importantes del sistema de asistencia social estadounidense.

¿Quiénes pueden optar al programa?

Para recibir SNAP, los hogares deben cumplir con límites de ingresos que varían según el tamaño de la familia, los gastos y si hay personas mayores o con discapacidad.

La mayoría de los beneficiarios son familias con niños, y más de un tercio incluye adultos mayores o personas con discapacidad.

Dos de cada cinco hogares que reciben SNAP cuentan con al menos una persona que trabaja.
La mayoría vive por debajo del umbral de pobreza, que ronda los 32 000 dólares anuales para una familia de cuatro personas.

No son elegibles las personas sin estatus migratorio legal, muchos inmigrantes con residencia legal, ciertos estudiantes universitarios y personas con condenas por delitos relacionados con drogas.

A partir del 1 de noviembre de 2025, entra en vigor una disposición que limita el beneficio a tres meses cada tres años para personas sin discapacidad, de entre 18 y 64 años, sin hijos menores de 14 años, si no trabajan, hacen voluntariado o participan en formación laboral al menos 80 horas al mes.

¿Cuánto dinero reciben los beneficiarios?

El beneficio promedio mensual es de aproximadamente 350 dólares por hogar y 190 dólares por persona.

El monto varía según los ingresos y los gastos esenciales del hogar, bajo la idea de que las familias deben destinar el 30 % de sus ingresos restantes a la compra de alimentos.

Las familias con gastos médicos elevados, pagos de manutención infantil o altos costos de vivienda pueden recibir montos adicionales.

¿Cómo se entregan las prestaciones del SNAP?

Los beneficios se depositan en tarjetas EBT (Electronic Benefit Transfer), que funcionan como una tarjeta de débito. Los beneficiarios las usan en supermercados, tiendas de descuento, tiendas de conveniencia y mercados agrícolas.

El gobierno federal cubre el costo de las prestaciones y la mitad de los gastos operativos del programa, mientras que los estados administran el resto.

Las solicitudes se realizan a través de agencias estatales o del condado, y algunos estados usan nombres propios para el programa, como FoodShare en Wisconsin o CalFresh en California.

¿Qué se puede comprar con SNAP y qué no?

Sí se puede comprar:

Alimentos básicos como frutas, verduras, carnes, pescados, cereales y productos lácteos.
Plantas y semillas para cultivar alimentos.

No se puede comprar:

Comidas calientes de restaurantes.

Alimentos para mascotas, artículos de limpieza, productos de higiene personal o cosméticos.
Vitaminas, medicamentos, alcohol y tabaco.

Los artículos comprados con SNAP no están sujetos a impuestos sobre las ventas.

A partir de 2026, el gobierno federal permitirá que algunos estados limiten los productos que pueden adquirirse con SNAP. Hasta ahora, una docena de estados ha solicitado restringir la compra de refrescos, dulces y bebidas energéticas.

¿Por qué está en riesgo el programa SNAP?


El debate público sobre SNAP se intensificó luego de que la administración del presidente Donald Trump anunciara la suspensión de los pagos del programa a partir del 1 de noviembre, en medio del cierre parcial del gobierno federal.

El gobierno argumentó que no tenía autorización para utilizar un fondo de contingencia de 5 000 millones de dólares destinado a mantener el programa operativo.

Sin embargo, dos jueces federales ordenaron continuar el financiamiento de SNAP de manera parcial mientras se resuelve el caso. Se espera que el gobierno apele y que el proceso para reanudar los pagos tome entre una y dos semanas.

Impacto económico y social del SNAP

Casi 42 millones de estadounidenses dependen de SNAP para cubrir sus necesidades alimentarias. Una interrupción en los pagos podría aumentar la inseguridad alimentaria y ejercer presión sobre los bancos de alimentos y organizaciones sin fines de lucro.

Además, el programa tiene un efecto multiplicador en la economía: se estima que cada dólar en beneficios SNAP genera alrededor de $1.70 dólares en actividad económica.

Para muchas familias, el retraso o la reducción de los pagos significa tener que elegir entre alimentos de menor calidad, endeudarse o buscar otras fuentes de ayuda.

SNAP beneficia a millones de personas

El SNAP sigue siendo la red de seguridad alimentaria más grande de Estados Unidos, esencial para millones de hogares con bajos ingresos. En un contexto de inflación y aumento del costo de vida, su financiamiento constante es clave no solo para el bienestar de las familias, sino también para la estabilidad económica del país.

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