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El poder sanador del ronroneo de los gatos, ¿cómo y por qué?

Esta curiosidad ha dado lugar a un campo de estudio emergente que explora las propiedades terapéuticas del ronroneo

El poder sanador del ronroneo de los gatos, ¿cómo y por qué?

Los gatos ronronean en un rango de entre 25 y 150 hercios. Crédito: DimaBerlin | Shutterstock

Desde hace miles de años, los gatos han compartido espacios con los seres humanos, estableciendo una relación única entre especies. A diferencia de otros animales domésticos, estos felinos mantuvieron gran parte de su independencia mientras desarrollaban vínculos afectivos con las personas.

Entre las múltiples características que han fascinado a científicos y dueños por igual, el ronroneo destaca como uno de los comportamientos más enigmáticos y estudiados. Este sonido distintivo, producido a una frecuencia constante de entre 25 y 150 hercios, ha sido objeto de numerosas investigaciones que buscan desentrañar no solo su mecanismo de producción, sino también sus posibles efectos sobre la salud.

Durante décadas, el ronroneo fue considerado simplemente una expresión de satisfacción o comodidad. Sin embargo, observaciones más detalladas revelaron que los gatos también ronronean cuando están heridos, enfermos o bajo estrés, lo que llevó a los científicos a preguntarse si este comportamiento podría tener funciones adicionales más allá de la comunicación. Esta curiosidad científica ha dado lugar a un campo de estudio emergente que explora las propiedades terapéuticas del ronroneo, con hallazgos que podrían revolucionar nuestra comprensión sobre la relación entre humanos y felinos, así como abrir nuevas puertas en el campo de la medicina alternativa y la terapia asistida con animales.

Cuando el ronroneo sana

El ronroneo de los gatos, ese sonido vibrante y reconfortante que muchos dueños asocian con momentos de calma y conexión con sus mascotas, podría ser mucho más que una simple manifestación de alegría. Investigaciones recientes sugieren que este mecanismo natural tendría propiedades curativas tanto para los propios felinos como para los seres humanos que conviven con ellos.

Los veterinarios y biólogos han observado durante años un fenómeno intrigante: los gatos ronronean no solo cuando están relajados, sino también cuando experimentan dolor, durante el parto o cuando están recuperándose de lesiones. Esta aparente contradicción llevó a los investigadores a plantear una hipótesis revolucionaria: el ronroneo funcionaría como un mecanismo de autocuración.

La clave estaría en la frecuencia del sonido. Los gatos ronronean en un rango de entre 25 y 150 hercios, frecuencias que, según estudios biomecánicos, promueven la reparación de tejidos, el fortalecimiento de huesos y la reducción de dolor e inflamación. Este fenómeno, conocido como terapia vibratoria, se utiliza en medicina humana para acelerar la recuperación de fracturas y mejorar la densidad ósea.

La veterinaria y experta en comportamiento felino, la Dra. Elizabeth von Muggenthaler, ha señalado que esta capacidad podría explicar el proverbio sobre las “siete vidas” de los gatos. Los felinos domésticos muestran una notable resistencia a lesiones y una capacidad de recuperación superior a la de muchos otros mamíferos de tamaño similar, características que podrían estar directamente relacionadas con su hábito de ronronear.

Beneficios para la salud humana

Los efectos terapéuticos del ronroneo no se limitarían a los propios gatos. Diversos estudios han documentado mejoras en la salud de personas que conviven con felinos, particularmente entre aquellos que mantienen contacto físico regular con sus mascotas mientras estas ronronean.

La vibración de baja frecuencia puede estimular el sistema nervioso parasimpático, promoviendo la relajación. Se ha sugerido que la frecuencia del ronroneo puede tener efectos terapéuticos similares a los de tratamientos electromagnéticos utilizados en fisioterapia para huesos y tejidos. 

Investigaciones cardiovasculares han demostrado que los dueños de gatos presentan una reducción de hasta un 40% en el riesgo de sufrir ataques cardíacos en comparación con quienes no tienen estos animales. Si bien múltiples factores contribuyen a este beneficio, el efecto calmante del ronroneo juega un papel significativo. La vibración rítmica y el sonido constante inducen estados de relajación profunda, reduciendo los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y disminuyendo la presión arterial.

En el ámbito de la salud mental, el ronroneo actúa como un ansiolítico natural. Psicólogos especializados en terapia asistida con animales han incorporado gatos en programas de tratamiento para ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático. El contacto con un gato que ronronea genera la liberación de endorfinas y oxitocina, neurotransmisores asociados con el bienestar y la creación de vínculos afectivos.

Además, la industria del bienestar ha comenzado a explorar aplicaciones tecnológicas inspiradas en el ronroneo. Aplicaciones móviles que simulan frecuencias de ronroneo, dispositivos de terapia vibratoria calibrados a frecuencias felinas y grabaciones especializadas para meditación son algunos de los productos emergentes en este campo.

Limitaciones y perspectivas futuras

A pesar de los hallazgos prometedores, los científicos advierten sobre la necesidad de más investigación rigurosa. La mayoría de los estudios actuales son observacionales o de pequeña escala, y se requieren ensayos clínicos controlados para establecer relaciones causales definitivas entre el ronroneo y los beneficios terapéuticos reportados.

No obstante, la evidencia acumulada hasta el momento sugiere que la relación entre humanos y gatos podría tener dimensiones terapéuticas que apenas comenzamos a comprender. Como señalan los investigadores, el ronroneo representa un ejemplo fascinante de cómo la evolución ha dotado a los animales de mecanismos de autocuidado que, accidentalmente, benefician también a las especies con las que conviven.

Mientras la ciencia continúa desentrañando los misterios de este fenómeno, millones de personas en todo el mundo ya disfrutan empíricamente de los beneficios de compartir su vida con un compañero felino que ronronea. Quizás, como sugieren algunos veterinarios, los gatos no solo han domesticado a los humanos para obtener alimento y refugio, sino que también nos han ofrecido, sin saberlo, una forma de sanación mutua que trasciende las barreras entre especies.

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