Bruno Bichir es todo un ‘gallo’… bueno, casi siempre

Pertenecer a una de las familias de actores más respetadas y reconocidas de México, no le ha servido de escudo a Bruno Bichir.

El hermano del nominado a un Oscar como Mejor Actor Demián Bichir y Odiseo, e hijo de Alejandro Bichir y la actriz de telenovelas Maricruz Nájera, así lo compartió a este medio.

Y curiosamente esas experiencias, en las que él ha dudado de su talento o ha atravesado por rupturas amorosas, las revivió al protagonizar la saga de una película animada sobre unos huevos mexicanos, cuya última entrega “Un gallo con muchos huevos” se estrena este viernes 4 de septiembre en este país.

Esta nueva parte, dijo, a él mismo lo impresionó al ver la evolución de esta trilogía tanto en la historia como en la calidad fotográfica, la cual es dirigida por los hermanos Gabriel y Rodolfo Riva Palacio.

En su papel como Toto, un joven gallo de granja que sueña con ser un gran gallo de pelea en el palenque del pueblo, tiene que enfrentar sus miedos hasta cumplir con un destino inesperado. En esta cinta, también participan Omar Chaparro, Angélica Vale, Maite Perroni, Sergio Sendel y Ninel Conde, entre otros.

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Bruno también habla de otros temas como su posible cambio de domicilio, cómo mira a su país y lo que piensa de los latinos que residen en Estados Unidos.

¿Cuál es el encanto de esta historia de huevos que le ha ido tan bien en México, al recaudar casi 100 millones de pesos en la taquilla, que ahora se estrena en Estados Unidos?

Habla de la idiosincrasia de lo que somos los mexicanos, del buen sentido del humor que tenemos, de cómo luchamos por lo que a toda luz es justo y como ponemos esas facciones heroicas para defender a los más frágiles y débiles. Además que los diseños de los personajes y la fotografía es una película completa y es totalmente familiar, aún cuando usamos este lenguaje picante, del albur, del doble sentido pero es también muy inocente. Y lo que logra es que los adultos se divierten como muy pocas veces y los niños con su inocencia también disfrutan de las aventuras.

¿Cómo fue trabajar en estas películas animadas y solo prestar tu voz y no tu cuerpo?

Justamente lo más difícil es que yo no puedo trabajar sino lo hago con todo mi cuerpo y mi alma. Aun cuando trabajamos en una cabina restringida y de pequeñas dimensiones, me consiguieron un banquito para sentarme pero era imposible porque yo tenía que pararme, moverme, brincar, e involucrarme 100 por ciento física y mentalmente. Y conectar también con el personaje que es un ser frágil, temeroso que no confía mucho en si mismo tanto en el amor, como en la fuerza interior que puede tener para ayudar a sus amigos.

Durante ese proceso, ¿te sentiste identificado con las dudas que tiene tu personaje Toto en el terreno profesional?

Absolutamente, no solo en mi carrera sino personalmente, porque estamos constantemente puestos a prueba o para quedarse cómodamente y no mover y asumir los fracasos y quedarse quietos. Yo he tenido que vérmelas como Toto ante algunos fracasos, problemas, tristezas o desamores y superarlo para seguir adelante y sacar ese canto interno, ese golpe interior para salir adelante. Incluso, al estar frente a proyectos tan exitosos que uno siente que se le sale el corazón porque no crees que vas a dar el ancho porque todos confían en ti, y uno tiene que sacar el temple, el golpe interior y cantar feliz como un gallo y dar la pelea de la vida. Me ha pasado en infinidad de ocasiones.

¿Y en que te sientes como un gallo tú?

Pues yo me creo muy gallito [risas] cuando eh… Soy de bajo pérfil, soy como Toto, no hago alardes de mis capacidades pero cuando es necesario resulta que me sale la cresta y me encuentro o me veo como un gallo de pelea, o alguien me puede ver así, pero no puedo decir en que soy muy gallo. Creo que hay un héroe en cada uno de nosotros que aparentemente no somos extraordinarios pero finalmente en las pequeñas cositas que vamos desarrollando. Quizás me siento muy gallito en mi faceta como ecologista y defensor de planeta y de animales en peligro de extinción o en cuestión de trabajar. Aunque me den miedo mis proyectos, sé cuando vale la pena.

¿Qué se siente ser parte de una familia tan destacada en el mundo artístico? ¿Es intimidante para otros colegas?

No, no es intimidante, es hermoso, de las cosas más bellas de mi familia, de haber llegado a esta familia. Yo soy el más pequeño de esta familia. Admiro y amo a mi familia. Mi padre es director de teatro, mi madre es actriz, mis hermanos son actores. Son grandes seres humanos con un gran humor, que está basado en Chaplin, en Tin Tán [Germán Valdés], es un humor muy hermoso y amoroso, muy blanco e inocente pero al mismo tiempo muy amoroso y comprometido. Al contrario me siento acobijado, en todo caso, por los logros de mi hermanos. Y ahorita estamos trabajando juntos en una obra de teatro en México.

¿Qué te gustaría decirle a los latinos de este país?

Yo creo que lo más importante de nuestra hermandad latina es que todos jalamos para el mismo barco que es construir un mundo mejor. No somos, bajo cualquier circunstancia, una amenaza, al contrario, somos una aportación vital para tener un mundo mejor… En nosotros está abrirle los ojos [a los que hablan mal de la comunidad latina] porque ha sido tan compleja esta relación a través de los años, desde hace muchos siglos atrás, pero hay que recordarle al pueblo norteamericano que este país es bellísimo porque se ha forjado a través de inmigrantes. Y hay que crear conciencia con amor y felicidad y seguir aportando.

Tras tu debut en la televisión americana en la serie “The Bridge” al lado de Demián, ¿planeas trabajar más en el mercado anglosajón?

Sí, de hecho estuve trabajando en “Narcos” [serie de Netflix sobre el capo colombiano Pablo Escobar]. Y estoy básicamente ya radicando en Los Ángeles. Pero sí, la idea es el próximo año estar acá. Y tengo una temporada en el teatro Rubicon de Ventura, junto con mi hermano Odiseo estaremos haciendo teatro por allá en marzo. Y finalmente hay que trabajar donde lo llamen a uno, donde confíen en tu trabajo y efectivamente hay cosas muy bellas que se están haciendo de este lado, con gran compromiso, gran creatividad y con mucho cuidado en todos los elementos y me gusta trabajar así y si aquí existe este trabajo, pues aquí estaré.

Hablando de México, ¿qué te parece la situación en tu país?

Lo veo muy difícil, está pasando por un momento muy oscuro. Sigue habiendo impunidad, corrupción y un preponderante interés de pequeños grupos en poder que se están adueñando del país, lo cual no es bueno ni para ellos mismo. La gente está triste, deprimida y sin embargo, todos seguimos haciendo nuestro trabajo para tratar de mitigar las cosas. No todo está perdido, también hay mucha gente que incluso dentro del gobierno están haciendo otro tipo de política para el bienestar de los mexicanos. Así que espero que poco a poco la balanza se incline hacia un punto más justo, más equitativo porque es un país tan rico que sigue dando para robar.