$250,000 para joven discriminada por sufrir ataques epilépticos
Distrito escolar acepta pagar miles de dólares a estudiante latina discriminada por padecer la enfermedad
Una estudiante latina que aparentemente fue echada del coro de su preparatoria por sufrir de epilepsia recibirá una compensación de $250,000 del Distrito Escolar de Downey, han dicho sus abogados.
La alumna identificada como S.L. alega que después de un año participando como integrante del coro de jazz de la secundaria Downey en competencias vocales alrededor del país, el profesor encargado del grupo hizo una sorpresiva audición y la descalificó sin justificación.
Al maestro le molestaba, dijo la estudiante, que sus ataques epilépticos interrumpieran los ensayos y que pudieran restarle puntos al grupo en las competencias. Y por eso la sacó del grupo vocal.
Hace unas semanas un juez federal determinó que el Distrito Escolar de Downey discriminó a su entonces alumna del noveno grado (la queja data del ciclo 2011-12) por no atender las convulsiones propias de su enfermedad y dio luz verde a revisar en corte si fue ilegal sacarla del coro.
El Centro Legal de Derechos del Aprendizaje, una organización no lucrativa de Los Ángeles que defiende legalmente a estudiantes y padres, entabló la demanda en un tribunal federal argumentando que se violó la Ley para estadounidenses con discapacidad (ADA).
Los abogados de S.L. informaron que el pasado 14 de octubre el Distrito Escolar de Downey aceptó pagarle a la ahora estudiante universitaria una compensación extrajudicial de 250,000 dólares.
El organismo académico no comentó inmediatamente sobre este acuerdo.
“Nada puede regresar mis años de escuela en la secundaria y darme las mismas oportunidades que otros estudiantes tenían”, expresó la alumna S.L. en un comunicado. “Pero espero que mi caso aumente la conciencia sobre la epilepsia y lo que las escuelas hacen para atenderla”, agregó.
A la joven S.L. le detectaron epilepsia en el séptimo grado. En el primer año en la secundaria Downey ella tuvo 21 ataques, incluso en las prácticas del coro. Según la demanda, sus maestros no le ayudaban durante estos ataques epilépticos.
“A la luz de este caso, cada administrador escolar debe estarse preguntando ‘¿Estamos preparados para el momento en que un estudiante tenga convulsiones? ¿Tenemos planes en marcha y está capacitado nuestro personal? Si la respuesta es no, entonces deben empezar a planificar hoy”, comentó Janeen Steel, codirectora ejecutiva del Centro Legal de Derechos del Aprendizaje.
La joven S.L., fanática de la fallecida cantante Selena Quintanilla, ahora está en un coro de su universidad y anhela volver a cantar en auditorios y ante miles de personas.