Liberan a activistas del “sleeping dragon” que protestaron contra ICE
"De otra manera, no nos escuchan", aseguró uno de los detenidos
La manifestación creó un fuerte congestionamiento en el centro de la ciudad. Crédito: Aurelia Ventura | Impremedia/La Opinion
Los 8 activistas que la mañana del martes bloquearon una transitada intersección del centro de Los Ángeles empezaron a ser liberados cinco horas después de su arresto.
Los manifestantes utilizaron el llamado “sleeping dragon” para atarse de los brazos y prolongar su presencia en el lugar para llamar la atención de las autoridades federales y exigirles un alto a las redadas y deportaciones.
El “sleeping dragon” es un artefacto que suelen utilizar manifestantes para dificultar la desocupación y prolongar los plantones.
La protesta inició alrededor de las 8:00 a.m. frente al edificio federal donde está la sede de la Oficina para el Control de Inmigración y Aduanas (ICE), en la esquina de las calles Temple y Los Ángeles.
La Policía de Los Ángeles (LAPD) procedió al arresto alrededor de las 11:00 a.m. tras emitir una orden de dispersión que no fue cumplida por los activistas, quienes encadenados se acostaron en el pavimento.
Pablo Alvarado, coordinador de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON), fue uno de los detenidos que quedó en libertad alrededor de la 5:30 p.m.
“Nos llevaron a las celdas, nos tomaron las huellas, fotografías y luego nos dieron un citatorio para ir a corte”, mencionó. “Lo importante es que mandamos un mensaje claro para que paren las deportaciones”.
El centro de detención metropolitana de la Policía de Los Ángeles (LAPD) informó que el último de los 8 activistas estaría siendo liberado alrededor de las 8:00 p.m.
El acto de desobediencia civil impactó aún más el congestionamiento vehicular de las mañanas en ese sector de la ciudad, lo cual provocó el enojo de muchos automovilistas.
“No era la manera que yo quería pasar mi día, pero nos vemos obligados a hacer ese tipo de desobediencia porque de otra manera no nos escuchan”, justificó Alvarado.
“Entiendo que esto interrumpe la vida cotidiana de las personas, pero hay que ponernos a pensar cómo se interrumpe la vida de las familias con las redadas y las deportaciones”, agregó.
Una marcha similar y simultánea se realizó en San Francisco, en el norte de California, donde se registraron 16 arrestos.
