El Barcelona sueña con la noche más mágica

Los blaugrana se plantan frente a una muralla que luce imposible de cruzar, en busca del resultado más importante en la historia moderna de los torneos europeos

Barcelona se juega mucho frente al PSG en el Camp Nou

Prensa y aficionados del conjunto catalán creen que es posible la remontada frente al PSG Crédito: Clive Rose | Getty Images

Hay historias cuya posibilidad de ver convertidas en realidad en ocasiones solo caben en la mente de un padre que inventa un cuento nocturno a su pequeño hijo para lograr encaminarlo al sueño. Son utopías lejanas a cualquier imaginario realista y las cuales, si llegan a ser conseguidas, se vuelven gestas únicas, históricas e inolvidables.

El intento de remontada del Barcelona este miércoles frente al París Saint-Germain constituye uno de esos cuentos con etiqueta de inimaginable, sobre todo porque después de ese revolcón bajo las patas de los caballos franceses, los catalanes no habían dado señales de establecer un nivel de juego capaz de hacer creer en el milagro.

Pese a haber hilado victorias (2-1 ante el Leganés, 1-2 frente al Atlético de Madrid y hasta la goleada por 6-1 ante un Sporting poblado de suplentes), los de Luis Enrique, quien ya anunció su salida del equipo al final de la campaña, habían brindado partidos soporíferos, sin alma ni ilusión. Sin embargo, en las últimas 48 horas todo parece haber cambiado y el equipo que adolecía de conexión entre la línea medular y los atacantes, lució imperial ante el difícil Celta de Vigo al que el sábado goleó 5-0.

Si antes del sábado uno leía la prensa internacional o escuchaba tertulias en los programas radiofónicos o televisivos, eran pocos los periodistas que veían en los catalanes a un equipo integrado, no en lo humano, sino en lo futbolístico, capaz de enfrentar al PSG con el aplomo necesario para hacer daño sin resultar herido.

De hecho, solo en Barcelona, como era de esperarse, privaba una corriente de creyentes ante una posible remontada. Mientras más se acerca el miércoles, la prensa catalana dispara artículos más cercanos a verdaderas demostraciones de fe que a ejercicios periodísticos y la razón es entendible: el catalanismo cierra filas en torno a su equipo y busca contagiar de esperanza, no de optimismo, a los aficionados culé, para ver un Camp Nou a reventar.

El colectivo periodístico catalán ha hecho eco de Gerard Piqué, capitán sin gafete del club, quien ha dicho “vengan al campo porque si se quedan en casa y se pierden la remontada, entonces sí que estarán jodidos. Les doy mi palabra de que estamos haciendo todo lo posible para dar vuelta a esta situación, hay que seguir confiando porque este equipo seguirá dando mucho al barcelonismo”, añadió, y hoy no suena descabellado.

Ni Tom Cruise

Es “Misión Imposible”. La propia UEFA, organismo que organiza el torneo, destaca en su sitio oficial lo tantas veces repetido: en el formato actual, ningún equipo ha sido capaz de dar vuelta al marcador tras caer 4-0 en el partido de ida en ninguna eliminatoria europea.

Sin embargo, el barcelonismo y así lo publica su ala periodística, y lo reconocemos prácticamente todos, tiene un factor único por el cual aún queda un halo de luz para pensar en una gesta histórica: Lionel Messi.

El mejor futbolista del mundo puede ser el detonante de una noche inolvidable y única en el Camp Nou porque aún es impredecible lo que de sus botas puede emerger. Un buen Messi inyecta vida al tronco viejo y hace florecer el mejor fútbol de sus colegas Luis Suárez y Neymar Jr., y si los tres sudamericanos se conectan, cualquier imposible podría volverse realidad.

Sin embargo, lograr la hazaña de meter cuatro goles a fin de forzar el alargue o cinco para dar la vuelta no lo es todo: el Barcelona requiere no recibir ningún tanto en contra y para ello es fundamental tener posesiones de balón extensas y con finalización de la jugada, porque una pérdida en medio campo o ceder el control del cuero, sin lugar a dudas, minaría considerablemente sus opciones.

En espera del motor

Los azulgrana requieren de otro crack fundamental: Andrés Iniesta, quien cerca de cumplir los 33 años, se ha visto martirizado por las lesiones y esto ha sido muy perjudicial para Luis Enrique, cuyo proyecto futbolístico giraba en torno al volante manchego.

El adiós de Xavi Hernández hace un par de campañas dejó la medular catalana en manos de Iniesta, quien apuntalado con el croata Rakitic formaría una nueva línea media de mucho recorrido, talento y control de pelota, pero las cansadas piernas del “fantasmita” y la honda diferencia entre él y sus suplentes (Arda Turan, André Gomes o Denis Suárez) han lapidado el proyecto de su técnico, quien se va del club al finalizar la campaña.

Pese a esto, en Barcelona filtran historias de heroísmo al recordar batallas épicas de su club en la Liga de Campeones, como cuando en 2013 cayeron 2-0 en la ida frente al Milán y posteriormente vencieron 4-0 en casa.

También rememoran aquella derrota en Stamford Bridge por 3-1, con idéntico marcador en el Camp Nou y goles de Rivaldo y Kluivert en la prórroga para inclinar la eliminatoria a favor de los catalanes en 1999-2000.

Y como estas dos felices anécdotas está la del regreso en casa tras caer 3-1 frente al Dynamo de Kiev y resucitar 4-1 en la Champions de 1993-94, o la clasificación a la primera final del torneo al igualar en el Camp Nou el global frente al equipo sueco IFK Goteborg, que había ganado 3-0 en casa, y certificar su victoria en la tanda de penaltis.

De esto se sujeta el Barça, sin importar el escepticismo que le rodeaba fuera de sus fronteras. El equipo da para soñar con la épica, pero la campaña propagandística iniciada por Piqué y secundada por la prensa de la ciudad permiten tomar una bocanada de esperanza, incluso hasta en los rivales acérrimos como Guti, un exjugador histórico del Real Madrid, quien sorprendió al declarar su deseo de ver a los culé escribir historia.

“Yo quiero que pase el FC Barcelona para que siga en Champions y no se centre solo en la Liga. De verdad quiero que remonte y que el quinto lo meta Piqué; creo que se lo merece. Es el único que ha estado dando la cara ahí en el FC Barcelona”, dijo.

Ver para creer

3

equipos lograron remontar una diferencia de cuatro goles (más no un 4-0) en la historia de las competencias europeas: Real Madrid en 1985-86, Leixões SC en 1961-62 y el FK Partizán, en 1984-85.

2003-04

temporada en la cual el Deportivo La Coruña logró el récord de un regreso en la actual Champions League al vencer 4-0 al Milán tras haber caído 4-1 en la ida.

4

ocasiones ha caído 4-0 el Barcelona con el actual formato de la Liga de Campeones: 1992-93 en la final de Atenas ante el Milán, 1997-98 frente al Dynamo de Kiev, en 2012-13 frente al Bayern Múnich y el reciente descalabro del 14 de febrero ante el PSG.

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