Los peligros de un parabrisas (autoglass) dañado

Conducir con un parabrisas dañado puede ser muy peligroso y también es ilegal

Imagen ilustrativa.

Imagen ilustrativa. Crédito: Pixabay

En muchas ocasiones nuestro parabrisas (autoglass, en inglés) se daña por culpa de alguna piedra en el camino o un diminuto golpe que propicia su cuarteadura, cosa que solemos pasar por alto, sin embargo, resulta algo sumamente peligroso, además de ilegal en todos los estados del país.

La función de este cristal es la de protegernos del medio ambiente y permitir nuestra visión mientras manejamos, por lo que un auto con este cristal averiado, pierde inmediatamente la visibilidad y de cierta forma debilita su protección.

Una pequeña grieta a la que quizá no le prestamos atención puede expanderse en cualquier momento y provocar un serio problema para la visión.

En algunos casos la ruptura del parabrisas no solo permite el paso de partículas que nos puedan dañar y evitan la visión óptima, sino que afectan la estructura del auto, ya que hay diseños que cuentan con él como parte primordial de diseño.

La situación de los parabrisas es tan delicada que en muchos casos, las aseguradoras consideran su reparación sin pago de deducible pues resulta urgente reemplazar y evitar posibles consecuencias más graves.

En caso de que solo sea un pequeño golpe que no cause daño estructural al cristal, existen reparaciones de bajo costo y que resultan duraderas y adecuadas como las resinas de polímero que se inyectan y estabilizan todo el vidrio, evitando así mayor problema.

Para saber también las multas que se prevén por tener dañado el parabrisas, habrá que consultar las legislaciones locales.

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