Falta seguridad para periodistas

Cinco han sido asesinados en lo que va del año en Veracruz y muchos han debido abandonar sus trabajos y sus hogares

MÉXICO, D.F.- Cinco periodistas asesinados en 2011, los últimos dos en menos de un mes, así como una decena de comunicadores que huyeron de sus trabajos y lugares de residencia agudizan la crisis de seguridad e información que vive el estado de Veracruz en los últimos años.

La mayoría de los diarios de la zona sureste, en el Golfo de México, dejaron de publicar los números telefónicos de contacto en sus respectivas páginas web, eliminaron las secciones de nota roja o policíaca o dejaron de escribir sobre grupos criminales par proteger a reporteros de ataques y torturas; decapitaciones y desapariciones.

En Veracruz fueron asesinados en este año Yolanda Ordaz de la Cruz y Miguel Ángel López Velasco, del diario Notiver, Noel López Olguín, reportero de los semanarios Horizonte y Noticias de Acayucan y su hijo, el también reportero Misael López Solana.

Y desde el año 2000: José Miranda Virgen de El Sur; Raúl Gibb Guerrero, director de La Opinión de Poza Rica; Hugo Barragán Ortiz, periodista de Radio Max y Roberto Marco García, de la revista Testimonio.

También Alfonso Sánchez Guzmán, de Televisa Veracruz y Raúl Martínez López del Periódico Noroeste y Luís Daniel Méndez Hernández, de la estación de Radio La Poderosa.

El recuento de la Fundacion Mexicana para la Libertad de Expresión suma en total a 82 comunicadores muertos en 10 años; 11 de los cuales fueron en Veracruz.

El estado se ha convertido en uno de los focos rojos del país debido a la alta presencia de delincuentes del grupo de los Zetas, calificado por el gobierno como uno de los más sanguinarios del país.

En nueve meses de 2011 suma 208 casos de asesinatos mientras qu el año pasado sólo tuvo 52. El 20 de septiembre pasado, 35 cuerpos de personas identificadas como Zetas fueron asesinadas y arrojados bajo un puente, frente a la plaza comercial Las Américas en Boca del Río. Días después un grupo autodenominado los Mata Zetas reivindicó los hechos.

En este contexto, los periodistas locales se replantean el trabajo. “Un colega veracruzano me llamó para pedir consejo sobre la cobertura de la nota roja: están aterrados”, dijo Lucy Sosa, reportera de El Diario de Juárez, que durante años ha sido blanco de intimidaciones. “Lo único que puedo decir es que la cobertura se debe hacer en grupo, estar unidos: aquí ya no hay exclusivas”.

El pasado martes, el diario Notiver, de Veracruz, abrió su primera plana con una nota que infomó sobre “la huída” de reporteros de prensa escrita, radio y televisión, entre ellos cinco de su propio personal.

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