Habrá nuevo rey
Manning lanzó ayer tres pases de touchdown y los Gigantes sorprendieron a los hasta ayer campeones Empacadores
John Kuhn (30), de los Empacadores, salta sobre Aaron Ross y anota un touchdown en el primer período. Crédito: AP
GREEN BAY, Wisconsin (AP).- Para Eli Manning y los Gigantes de Nueva York, el estadio Lambeau Field en Green Bay se ha convertido en un lugar que trae buenos recuerdos.
Tras vencer en casa a los Empacadores por segunda vez en cuatro años, ahora esperan que este viaje termine igual que el anterior, en el próximo Súper Bowl.
Manning lanzó ayer tres pases de touchdown y los Gigantes sorprendieron a los hasta ayer campeones Empacadores para vencerlos por pizarra de 37-20 en la fase divisional de la Conferencia Nacional.
El estelar mariscal de campo consiguió 330 yardas por aire y ahora encabezará a los Gigantes en la serie final de conferencia que se celebrará el próximo domingo en San Francisco.
Los Gigantes dejaron atónitos a los campeones reinantes al anotar un touchdown tras un pase largo poco antes del descanso. Luego, los noquearon con una anotación cerca del final tras una pérdida de balón de los locales.
El legendario estadio se quedó en silencio mientras los Gigantes invadían el campo para festejar. Un puñado de simpatizantes de Nueva York cantaba: “¡Vamos Gigantes!”
La victoria llega a cuatro años de que los Gigantes vencieran sorpresivamente a los Empacadores de Brett Favre en la final de conferencia en este mismo escenario.
En una noche no tan helada como aquella vez, la defensiva de los Empacadores se mostró vulnerable y lista para ser desmantelada.
Manning encontró a seis receptores distintos ante una defensa porosa, pero hizo más daño cuando le lanzó a Hakeem Nicks, que atrapó siete balones para 165 yardas y se agenció un par de touchdowns.
La jugada más importante de Nicks fue una atrapada para anotación de 66 yardas al final de la primera mitad.
La defensa de los Gigantes también se destacó al mantener bajo control la capacidad de lograr grandes jugadas que tienen el mariscal de campo Aaron Rodgers y su ofensiva.
Rodgers completó 26 de 46 pases para 264 yardas, con dos touchdowns y una intercepción. También fue el principal corredor de los Empacadores, recorriendo 66 yardas en un total de siete acarreos.
Los problemas que supieron tener los talentosos receptores abiertos de los Empacadores para mantener el balón en sus manos volvieron en el momento menos oportuno.
Además, aunque la defensiva del conjunto de Green Bay fue mala durante toda la temporada, solía compensar las yardas y jugadas concedidas al forzar pérdidas de balón.
Pero ayer los que regalaron el ovoide fueron los propios jugadores de Green Bay que entregaron su trono. En algún lado de la ciudad alguien dirá: “Ha muerto el rey, que viva el rey”.
