Hollywood tiene rol principal en política

La industria ha donado $18 millones a aspirantes presidenciales

La imponente limusina negra se detuvo frente a una mansión estilo español en Hancock Park y de ésta descendió con agilidad el hombre más poderoso del mundo.

En la entrada lo esperaba el propietario de la residencia, el actor Antonio Banderas o “Zorro”, apodo con el cual lo identificó el Servicio Secreto.

El presidente Barack Obama visitaba la casa de Banderas con tres propósitos: recaudar fondos para su campaña de reelección, acercarse a los votantes latinos abordando el controvertido tema migratorio y construir una relación más sólida con la poderosa industria del entretenimiento.

De hecho, el primer mandatario venía de otra recepción en ese vecindario donde asistieron el actor Will Smith y la leyenda del baloncesto, “Magic” Johnson. Cuatro meses después, su esposa, Michelle Obama, regresaba a Los Ángeles para encontrarse con más celebridades (Samuel L. Jackson, Melanie Griffith y Eva Longoria) y para colectar más recursos con miras a los comicios de noviembre.

Sin embargo, la relación entre Hollywood y la política es más cercana, compleja y añeja que los eventos donde ha participado la familia presidencial en esta ciudad. También involucra más intereses y dinero.

“Hollywood siempre ha sido muy importante para la política porque es el lugar donde se crean las imágenes de Estados Unidos… al mismo tiempo, Hollywood necesita del gobierno, porque siempre está preocupado por la forma como regula sus contenidos y los impuestos”, explica Raph Sonenshein, director del Instituto de Política Pública “Pat” Brown de la universidad Cal State Los Ángeles.

Los números son elocuentes: la industria de la televisión, cinematografía y música ha donado 18 millones de dólares a los aspirantes a la presidencia, según el Centro para la Responsabilidad Política. En las elecciones de 2008 donó casi 49 millones de dólares. Si bien el 78% de ese dinero lo recibieron los demócratas, el mundo del entretenimiento no es tan liberal como proclama.

En su libro “Hollywood de izquierda y derecha: Cómo las estrellas de cine dan forma a la política estadounidense” (Oxford University Press), Steven J. Ross explica cómo la industria ha sido conservadora en privado y progresista en público. Es decir, no ha dejado de jugar en ambos bandos.

Para demostrarlo toma diez figuras de Hollywood que se dedicaron a la política: Charlie Chaplin (izquierda), Louis B. Mayer (derecha), Edward G. Robinson (izquierda), George Murphy (derecha), Ronald Reagan (de izquierda a derecha), Harry Belafonte (izquierda), Jane Fonda (izquierda), Charlton Heston (de izquierda a derecha), Warren Beatty (izquierda) y Arnold Schwarzenegger (derecha).

Reagan, expresidente, y Schwarzenegger, exgobernador, son los ejemplos más claros de actores que incursionaron en la política. “Como la gente de negocios, a veces cree que pueden hacer las cosas mejor que los políticos”, comenta Sonenshein sobre el salto de un mundo a otro.

“Ellos no solo disfrutaron de su fama y riqueza; trabajaron tan duro como lo hicieron en sus carreras en la pantalla”, señala por su parte Ross. “Eran líderes, no sólo seguidores”, resalta el escritor.

A decir de Sonenshein, Hollywood tiende a ser demócrata a la hora de elegir representantes, pero entiende que necesita tener influencias republicanas para proteger sus intereses. “Hemos visto un ejemplo recientemente en la batalla con la ley de internet [SOPA], que molestó mucho a la gente en el ala progresista del Partido Demócrata”, mencionó.

“Es una relación complicada”, dice el analista político.

Por eso la industria del espectáculo no solo pone dinero directamente en las campañas electorales, sino para tratar de persuadir a los legisladores en todos los ámbitos. Sólo el año pasado gastó 122 millones de dólares en actividades de cabildeo en Washington D.C., casi 400% más que en 1998, una tendencia ascendente que se mantuvo incluso durante la crisis, según el Centro para la Responsabilidad Política.

Hollywood, de hecho, ocupó el sitio once entre los sectores que más invirtieron en dicha actividad en 2011. Comcast Corporation, propietaria de NBC Universal, gastó más que ninguna otra empresa del ramo, alrededor de 19 millones de dólares. En el ámbito local, se registró para cabildear, junto a Paramount Studios, The Walt Disney Company, entre otras.

Las celebridades han sido los principales donadores, aunque están ajenos a los intereses económicos, diferencia Sonenshein. En las campañas presidenciales de 2008 sus bolsillos aportaron el 80% de los donativos. El año pasado, los nonimados al premio de la Academia Cinematográfica repartieron 1.3 millones de dólares a los políticos (99% terminó en las arcas de los demócratas).

La Comisión de Ética de Los Ángeles reporta que desde 1999 distintas estrellas del cine han contribuído a campañas locales: Ben Affleck, Alec Baldwin, Tom Hanks, George Clooney, Matt Damon, Michael J. Fox, Harrison Ford, Dustin Hoffman, Steven Seagal, Sylvester Stallone y un largo etcétera.

Tres candidatos a la Alcaldía, los concejales Eric Garcetti y Jan Perry, y la contralora Wendy Greuel (todos demócratas), han recibido 14,900 dólares de personas identificadas como actores.

“Los Ángeles se ha convertido en la base principal de recaudación de fondos del Partido Demócrata y ciertamente una importante cantidad de dinero viene de Hollywood”, resaltó Sonenshein.

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