Habituados a balas perdidas de México
El Paso colinda con la fronteriza y violenta Ciudad Juárez
EL PASO, Texas.- Los residentes de El Paso dicen que están acostumbrados a oír disparos al otro lado de la frontera con México, en Ciudad Juárez, y no van a tomar medidas adicionales de salvaguarda luego que una mujer que estaba de compras en la ciudad de Texas fue alcanzada por una de las balas el 21 de febrero.
“No podemos erigir un muro, e incluso si lo hiciésemos no podríamos impedir que balas pasasen por encima”, dijo Margarita Guajardo, de 43 años y residente en El Paso, un día después de que María Romero fuese herida mientras caminaba por el centro de la ciudad empujando el cochecito de su bebé. “No voy a encerrarme en mi casa por una bala”, dijo.
Se piensa que Romero es la primera persona alcanzada por una bala proveniente del otro lado de la frontera. La bala que le alcanzó en la pantorrilla fue disparada al parecer en un enfrentamiento entre la policía municipal en Juárez y ladrones de autos en una calle junto al dique del Río Grande. Romero, de 48 años, fue tratada en un hospital de El Paso por su herida y dada de alta.
“Vivimos cerca de las balas. No es la primera vez (que las balas cruzan la frontera) ni va a ser la última”, dijo Raúl Betancourt en las afueras de su casa en El Paso, a unos pocos metros de la frontera.
Aunque balas disparadas en México han hecho blanco en edificios en El Paso anteriormente, ninguna había herido a una persona hasta ahora. Y aunque se encuentra apenas al otro lado de la frontera de una de las ciudades más peligrosas en el hemisferio, El Paso es una de las urbes más seguras en EEUU.
El alcalde John Cook subrayó que la ciudad sigue siendo un lugar seguro para vivir. “No hay forma de prevenir que suceda un incidente como ése”, dijo Cook en una conferencia de prensa” ese día.
Los locales consideran El Paso y Ciudad Juráez como ciudades hermanas. Ambas comparten una amplia área metropolitana, tienen fuertes lazos económicos y sociales y sus centros están separados solamente por el Río Grande.
El Paso no es la única ciudad fronteriza en la que balas perdidas han cruzado desde México. Balas disparadas en Matamoros alcanzaron la Universidad de Texas en Brownsville en el 2009 y el 2010. Pero, a diferencia de otros lugares junto a la frontera, en El Paso hay muy poco follaje o construcciones.
Disparos hechos en Juárez han alcanzado El paso en otros momentos de la historia, dijo el escritor e historiador local Fred Morales. Ha sido un problema desde la Revolución Mexicana y, años más tarde, durante tiroteos entre la Patrulla Fronteriza estadounidense y contrabandistas de alcohol en la era de la Ley Seca.
En 1911, durante una batalla en Ciudad Juárez, llovieron balas en el centro de El Paso en el combate entre las huestes de Pancho Villa y las tropas del gobierno mexicano. Veinte personas fueron heridas por las balas y ocho de ellas murieron, dice Morales.
Ocho años más tarde, Villa guió a sus hombres a un nuevo ataque a Juárez y de nuevo las balas llegaron a El Paso. “Tuvieron que evacuar todo el barrio de Chihuahuita”, dijo Morales.
Julio Silva, de 60 años y residente en Chihuahuita, dice que recuerda a su madre hablando de cómo de niña se trepaba al techo y veía los combates en Juárez. Ahora, con constantes peleas entre cárteles de narcotráfico y de éstos con la policía de Juárez, dijo, no es raro escuchar los disparos.
Dolores Reyes Kennedy, de 48 años, que también vive en el barrio, dice que cuando la violencia aumentó en Juárez en el 2008 “estábamos realmente asustados, pero uno se acostumbra”.