Los Oscar tienen su alfombra roja
Trabajadores preparan la pasarela de celebridades para la entrega del domingo
El calor atípico de este invierno y la mano de obra latina se hicieron presentes al mediodía de ayer en la instalación de la alfombra roja de los Premios Oscar.
Cerca de una decena de trabajadores latinos fueron los encargados de cubrir el pavimento de una cuadra de Hollywood Blvd., afuera del teatro del Hollywood & Highland Center que hasta hace unos días se llamaba Kodak Theater, con más de 35 mil pies cuadrados de alfombra roja. Este material servirá este domingo como la pasarela de las celebridades.
“Es muy cansado. Ayer trabamos 12 horas”, dijo Michael Hernández mientras trabajaba junto a otro compañero también de origen latinoamericano.
Más de 50 representantes de medios locales, nacionales e internacionales fueron testigos del proceso que consistió de la instalación de la alfombra y decoraciones como estatuillas agigantadas del galardón, pósters y luces.
“Estamos adelantados porque no tuvimos que poner las carpas, y creo que por un día y mucho de eso se debe al clima. Estamos contentos, se pueden ver nuestras sonrisas”, dijo el director artístico de la alfombra Robert Rang, al comparar esta edición número 84 con la de los últimos cinco años.
Rang reveló que este año, por primera vez, cuentan con un meteorólogo que ha ayudado con las preparaciones, debido a que en ocasiones anteriores la lluvia y el frío han sido factores importantes que han afectado la manera en la que ellos trabajan y diseñan la apariencia de esa sección para la televisión.
En la entrada, también habrá un cambio importante, sobre todo para los famosos invitados.
“En el área donde las limusinas dejarán a las celebridades, los encargados de arte seleccionaron fotos de exganadores de Oscars que estarán ahí y a lo largo de la entrada”, explicó Rang.
Y con el frío de invierno ausente, no faltaron las decenas de curiosos que se acercaban al lugar para mirar los preparativos y hasta creyentes religiosos que manifestaron sus creencias con incesantes gritos como “Jesús es nuestro salvador”.