Rechazo sexual llevaría al hombre al alcoholismo

Es lo que revela un estudio realizado con moscas fruteras

Nueva York – Atención hombres: Cuando su pareja les dice “no gracias”, en respuesta a sostener una relación sexual, ustedes, ¿deciden tomarse un trago para sentirse mejor? Pues no están solos; las moscas fruteras responden de la misma forma y está evidenciado a través de un estudio.

En la edición que publica mañana la revista “Science”, investigadores ofrecen una explicación biológica del por qué un “esta noche no, querido”, puede dar paso a un “dame otra cerveza”. Si se demuestra fuera de toda duda de que este es el caso en los seres humanos, el estudio podría ser una buena herramienta para ayudar a los científicos a buscar nuevas medicinas para combatir el alcoholismo.

La investigación con las moscas fruteras consistió en que dentro de un recipiente se colocó -una a una- moscas machos con una hembra con la que apenas se habían emparejado. La hembra no mostró ningún interés en “volverlo a hacer” pronto. Y escapó después del desprecio.

Durante cuatro días, los machos pasaron tres largas horas en este experimento, lo que representó un rechazo “suficiente largo” para disuadirlos de intentarlo otra vez.

Luego de la extenuante experiencia, las moscas rechazadas fueron puestas en otro envase con la opción de comida regular o comida con una porción de alcohol. El resultado fue que las moscas rechazadas escogieron más el alcohol que las que no habían atravesado por la terrible experiencia del rechazo.

Luego los machos rechazados fueron trasladados a un ambiente diferente y puestos en otro recipiente con hembras que sí los aceptaron, y tras tener sexo, su interés por la comida con alcohol disminuyó.

Otras miles de moscas fueron juntadas a su vez con hembras vírgenes muertas, por lo que no experimentaron rechazo, pero tampoco tuvieron sexo. Entonces, ellos también optaron por el alcohol.

¿Qué significa esto?

Pues los especialistas hicieron otro experimento que implicó el uso de una sustancia llamada NPF y que también está en el cerebro de las moscas. Su teoría es que la actividad placentera como el tener sexo impulsa la actividad de los circuitos cerebrales que utilizan la NPF, y eso los hace sentir mejor. Pero si la mosca es rechazada para tener sexo, la sustancia se reduce y lleva a la mosca a buscar otra actividad placentera como el beber alcohol.

Uno de los investigadores, Ulrike Heberlein, de la Universidad de San Francisco en California, dijo que “se puede asegurar que esta experiencia es la misma que experimentan a los humanos”. “Ahora uno puede entender porque una experiencia negativa, como el rechazo sexual, puede conducir a alguien a beber alcohol”.



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