A restañar sus heridas
Los Bravos de Atlanta entran a la temporada con la misma meta del año pasado avanzar más allá de los playoffs.
Hay otro equipo que no es Boston y que este año trata de cicatrizar las heridas por un épico colapso que le costó el pase a los playoffs.
Todo el mundo parece enfocarse en los Medias Rojas, obviamente por la fascinación con los entretelones de intrigas y despidos que rodearon su monumental debacle.
Pero los Bravos de Atlanta también vienen de pasar por un trauma enorme e igualmente quieren voltear la página olvidándose de ese año.
Tampoco es que ignoren lo ocurrido al reconocer que fueron el primer equipo en dilapidar una ventaja de ocho juegos en el mes de septiembre y con el boleto a la postemporada de por medio.
El desenlace fue cruel para un equipo que ganó títulos de división en forma ininterrumpida entre 1991 y 2005.
En vez de Atlanta, los Cardenales acabaron llevándose el wild card de la Liga Nacional en el último día de la campaña regular. San Luis no tuvo freno en los playoffs y al final se consagró campeón de una memorable Serie Mundial en la que vencieron a los Rangers en el máximo de siete juegos.
Para los Bravos no hay otro remedio que olvidar lo ocurrido de una vez por todas.
“Se vivió una experiencia que no es de las buenas, que dejó un mal sabor en la boca. Pero eso pertenece al pasado. Tenemos que seguir trabajando”, dijo el piloto Fredi González, ahora en su segunda temporada al mando del equipo tras reemplazar al legendario Bobby Cox.
Lo llamativo para 2012 es lo poco, para no decir nada, que hicieron los Bravos durante el receso en cuanto a refuerzos.
A diferencia de los Medias Rojas, que tras su desplome cambiaron de mánager y gerente general, Atlanta se presenta con el mismo reparto de actores que se quedó corto por una victoria de repetir en la postemporada.
La única novedad fue la adquisición de Jack Wilson a un costo de un millón de dólares para ser el utility en el cuadro interior.
Decidieron desprenderse del pitcher abridor Derek Lowe, absorbiendo su salario al cederlo a Cleveland por un pitcher de ligas menores.
El torpedero venezolano Alex González aceptó una oferta para firmar con Milwaukee, con lo que el puesto queda ahora en manos del prospecto Tyler Pastornicky.
Los Bravos sostienen que no había necesidad de ajustes radicales.
Su gerente Frank Wren apuntó al factor de poder tener al jardinero Michael Bourn, fichado en la fecha límite para cambios, durante una temporada completa.
También aguardan mejores aportes ofensivos del guardabosque izquierdo venezolano Martín Prado, su colega del derecho Jason Heyward y el segunda base Dan Uggla.
A éstos se suman al catcher Brian McCann, el inicialista Freddie Freeman y el antesalista Chipper Jones.
Jones cumplirá los 40 años en abril y posiblemente esté en el último capítulo de una carrera que lo debe dejar en el Salón de la Fama.
Los declives de Prado y Heyward fueron muy pronunciados. Tras pasar del cuadro a los jardines, Prado se vio afectado por una infección en un pie que le costó cinco semanas fuera del terreno, y su promedio de .260 fue el más bajo de su carrera luego de un portentoso .307 en el año previo.
Heyward, que quedó segundo en la selección del Novato del Año 2010 con 72 impulsadas y un porcentaje de embasado de casi .400, declinó a 42 remolcadas y un promedio de embasarse de .319.
“Creo que podemos ser mejores con repuntes de algunos, que rindan con su nivel habitual”, dijo Wren.