Le llueven los reclamos a ICE por deportaciones
Casa Blanca escucha decenas de testimonios de indocumentados en reunión hispana
La joven indocumentada iba elegantemente vestida y sostenía un iPad en su regazo y un iPhone en sus manos cuando levantó la mano para hablar en un foro con representantes de la Casa Blanca y del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).
“Señores, quiero que sepan que venir aquí y estar frente a ustedes es probablemente mi peor pesadila”, dijo Ileana Pérez en un perfecto inglés sin acento.
Justo enfrente de Ileana estaba la plana mayor de ICE en Los Ángeles y funcionarios del gobierno de Obama, entre ellos Felicia Escobar, asesora sobre inmigración de la Casa Blanca, y varios jefes de ICE en la oficina de Los Ángeles.
“Soy graduada en matemáticas y estoy haciendo mi doctorado”, explicó Pérez. “Y aún así tiemblo cuando por alguna razón tengo que revelarle a alguien que no tengo papeles, porque la verdad es que mucha gente si nos ve como delincuentes y eso no es justo. Yo me estoy rompiendo el alma estudiando”, agregó
Los burócratas la miraron sin pestañear, hasta que Esther Olavarría, una asesora de Janet Napolitano, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), le dijo a la joven que entendía su situación. “Comparto tu frustración, pero la verdad es que lo que hay que hacer para resolver el problema de fondo es cambiar la ley”, dijo Olavarría.
El diálogo fue parte de la Cumbre de Acción Comunitaria Hispana, organizada por la Casa Blanca y que se llevó a cabo en un centro educativo del noreste de Los Ángeles.
Durante el día de discusiones, funcionarios del gobierno federal, de diferentes departamentos, estuvieron disponibles para dialogar y escuchar los puntos de vista de activistas, líderes locales y personas de la comunidad.
Aunque hubo sesiones sobre muchos temas, la de inmigración fue una de las que más público atrajo y por momentos llegó a ponerse candente, cuando miembros del público contrastaban sus puntos de vista y experiencias personales, con las explicaciones de los funcionarios.
Tim Robbins, director de operativos de campo en el área de deportaciones de ICE en Los Ángeles, explicó que su oficina “intenta aplicar la ley en forma inteligente, administrando los recursos que tenemos”.
“Procuramos hacer prioridad a las personas con récord delictivo porque el objetivo principal de nuestro departamento es seguridad pública y defensa del país”, dijo Robbins, presentando cifras que muestran un aumento en los delincuentes deportados frente a los no delincuente.
“Estamos aplicando la discreción, pero también toma tiempo y sabemos que siempre podemos hacer mejor las cosas. Por eso estamos aquí escuchándolos a ustedes”, agregó Robbins.
Varios de los presentes dijeron que eso no es lo que se está viendo en la comunidad. “La gente en la comunidad no necesita ver números”, dijo Angélica Salas, directora de Chirla. “Ellos ven como deportan a su familia y a sus vecinos”.
Varios de los presentes expresaron gran preocupación por el efecto de la deportación de padres con hijos menores de edad.
“Señores se están dando casos, en lugares como Arizona, donde la discreción obviamente se aplica en la otra dirección, donde hasta bebés de meses están yendo a parar a hogares de crianza porque deportan a sus padres y pierden sus derechos”, dijo el reverendo Salvador Álvarez, representante legislativo de la Fundación Dolores Huerta.
Rodolfo Acosta, un exmarine y estudiante de doctorado en USC, explicó que tiene dos hermanos indocumentados. “Ellos no son delincuentes, son creadores de empleo”.
“Es bastante dificil para mí como parte de una familia mixta, yo soy ciudadano y ellos no, poder entender la retórica que ustedes están presentando aquí”, dijo Acosta, de 31 años. “Mi hermano tiene una maestría en justicia criminal y sin embargo como no tiene papeles y trabaja como contador público de poca monta”.
Felicia Escobar, quien trabaja en la Casa Blanca al lado de Cecilia Muñoz, actualmente la latina de más alto rango en la administración Obama, indicó en más de una ocasión que el gobierno está haciendo lo posible por acercarse y entender a la comunidad y tomar las medidas que puede.
“Al final lo que hay que cambiar es la ley y no tenemos una varita mágica para resolverlo todo”, dijo Escobar.
Para Enrique Morones, de Border Angels, que también estaba presente, el problema es que “no nos hablan con honestidad”.
“Yo quiero que Obama se reelija, pero también quiero que nos digan que están haciendo todo lo posible para cambiar las cosas, porque realmente es una vergüenza lo que están haciendo, dejando a niños sin padres, permitiendo que haya tanto odio y sin hacer nada. Hay silencio del gobierno”, dijo Morones.
Un grupo de líderes locales del Norte de California asistió a la sesión para compartir sobre un viaje reciente a la Casa Blanca y la formación de un Comité para Detener las Deportaciónes.
“Hay muchos profesionales latinos que están preocupados por la crisis de deportaciones que vive la comunidad”, dijo Tony Quintero, quien es uno de los directores de la Cámara de Comercio Hispana de los Estados Unidos.