Adiós a Julio Alemán: en su recuerdo
Alemán es reconocido y respetado como uno de los actores mexicanos más veteranos y prolíficos
Julio Alemán conquistó a Silvia Pinal, Angélica María y María Félix en la pantalla… y a millones de mexicanos en el proceso.
El infarto que fue mortal para el actor el miércoles no podrá minimizar su gran legado en el mundo del entretenimiento durante su medio siglo de trayectoria.
El hombre disciplinado y de apariencia seria se convirtió en uno de los primeros histriones multifacéticos. Su sola presencia demandaba respecto y emanaba autoridad, misma personalidad que cambiaba dependiendo en el personaje.
Alemán inició su carrera en el teatro y curiosamente su último trabajo, de casi 30, fue hace unos meses en la obra Perfume de Gardenia, con la que se presentó en octubre en Los Ángeles.
También fue parte de más de 30 telenovelas y es considerado un pionero de este género que inició en los años de la televisión en blanco y negro. Su papel como el abogado Ernesto Galeana en el exitoso melodrama Soy tu dueña es como los televidentes estadounidenses lo recuerdan más, por ser la serie más reciente en trasmitirse por Univision.
Pero su mayor enfoque estuvo en el cine al haber participado en más de 170 películas. La cinta Los hermanos de hierro en la que actuó y fue dirigida por Ismael Rodríguez recibió una nominación a los Globos de Oro en 1961 como Mejor Director.
Asimismo, fue político y secretario general de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) y hasta cantante; pero esta faceta solo pocos la conocen.
Por estos logros en su vida, Alemán es reconocido y respetado como uno de los actores mexicanos más veteranos y prolíficos, más allá de ser famoso por tener un rostro atractivo, como pasa con muchos de sus colegas actuales.
El protagonista de la película Corazón salvaje en 1968, y parte del elenco de la versión de esta historia para la televisión en 2009, también dio cátedra de cómo una figura pública puede manejar una difícil situación personal ante la prensa. En una conferencia de prensa en enero habló del cáncer pulmonar que lo afligía al punto de dejarlo más delgado que nunca. Pero ni esta lucha le pudo arrebatar su deseo de trabajar hasta días antes de perder la vida.
En esa ocasión, tampoco ocultó su emoción y demostró que los hombres también lloran frente a las cámaras. Ahora muchos colegas y televidentes lo hacen por su partida.