Nadie pagará por la muerte de la hispana Joanna Ramos
Fiscalía descarta radicar cargos contra la otra menor que protagonizó la pelea.
“No hay nada que pueda hacer”. Con esa expresión, doña Cecilia Villanueva aceptó resignada la decisión de la fiscalía que hoy declinó presentar cargos contra una menor, de 11 años, que golpeó de muerte a su hija Joanna Ramos en una pelea escolar en Long Beach.
La decisión fue informada esta mañana por la Policía, un día después de que toda la evidencia sobre el caso fuera sometida a la fiscalía del Condado de Los Angeles.
“Esto fue una riña entre niñas que terminó trágicamente”, dijo la policía a través de un comunicado de prensa.
La pelea ocurrió el pasado 24 de febrero en un callejón cercano a la escuela elemental Willard. La razón se desconoce públicamente, pero Joanna, que tenía 10 años, quedó en mal estado. Llegando a su casa vomitó, se quejó de dolor de cabeza y fue trasladada al hospital donde se le sometió a cirugía luego de que un coágulo de sangre le subiera al cerebro. Seis horas después, falleció. La agresora es una niña de 11 años.
“No hay nada que alguien pueda hacer para yo recuperar a mi hija, nada…” dijo Villanueva, quien antes de que el llanto silenciara su garganta aseguró que lamentaba la situación de la menor agresora porque “su vida ya no es la misma. Yo no tengo coraje, porque lo que le pasó a Joanna le pudo haber pasado a la otra niña”.
Su hija mayor, Vanessa Urbina, se expresó de forma distinta.
“Sí, es cierto que no podemos hacer nada, pero yo quería que le radicaran cargos… Mató a mi hermana. Digo, ella no quería matarla, pero quería lastimarla”, añadió la joven de 17 años.