Diálogo consular: Celebremos el futuro, celebremos la niñez
El 20 de noviembre de 1954, la Asamblea General de las Naciones Unidas se reunió con el objetivo de reafirmar los derechos universales del niño e invitar a la celebración de los niños en el mundo con el objeto de fortalecer la fraternidad y la compresión hacia estos. Ese hecho marcó un punto de partida en el mundo para reflexionar sobre los derechos de los infantes a un ambiente tal que les permita desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y en condiciones de libertad y dignidad.
En ese sentido, México celebra a los niños el 30 de abril y en este año nos da gran alegría que el Condado de Los Ángeles proclame el 28 de abril como el Día del Niño. Así, con el ánimo de celebrar la riqueza que existe en nuestros menores, tanto el Condado como el Consulado General de México uniremos esfuerzos para celebrar este día tan especial, destacando la importancia de fomentar la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todos los niños de la comunidad a través de la realización de diversas actividades culturales y comunitarias que se realizarán este fin de semana en la Plaza de la Cultura y Artes.
Con el liderazgo de la Supervisora Gloria Molina, la Plaza de Cultura y Artes además de conmemorar su primer año de fundación, desarrollará actividades de cuenta cuentos, música, danza e incluso de gastronomía especialmente para los más pequeños de la familia.
Con ese mismo espíritu, en el Consulado habremos de conmemorar el 30 de abril con el nombramiento del Cónsul por un Día, cuando un pequeño de la escuela primaria Charles White asumirá algunas funciones consulares como: la inauguración de las exposiciones pictóricas del niño Sebastián Chávez y del Concurso de Dibujo infantil Este es mi México. Con este nombramiento se busca fomentar entre los niños y niñas deseos de superación y sensibilizarlos sobre su responsabilidad en la sociedad.
Invitamos a la comunidad a unirse a esta celebración y participar demostrando nuestra comprensión y responsabilidad de proveer a los niños de un ambiente propicio para el desarrollo armonioso de su personalidad.
