Metro encarga trenes a empresa japonesa
La decisión de dar el contrato de casi 1,000 millones de dólares a la compañía Kinkisharyo Internacional consternó a una coalición de grupos comunitarios y sindicales
A pesar de una protesta fuera de edificio del la Agencia Metropolitana de Transporte (Metro) y docenas de discursos de activistas en contra, la entidad decidió ayer durante una reunión de su junta mantener un contrato con una compañía extranjera para adquirir trenes.
La decisión de dar el contrato de casi 1,000 millones de dólares a la compañía Kinkisharyo Internacional consternó a una coalición de grupos comunitarios y sindicales, que organizaron una conferencia frente al edificio por la mañana y entraron a la reunión con camisas amarillas, demostrando su apoyando a la compañía de su preferencia, Siemens Industry.
Los activistas insistieron que Siemens era la mejor opción entre tres postores sobre todo porque crearía 1,122 empleos y abriría una nueva fabrica en Los Ángeles. En comparación, Kinkisharyo, basada en Japón, solo crearía 438 puestos de trabajo en los Estados Unidos, según la coalición.
“El sentido común y la práctica de buenos negocios dictarían que la MTA debería invertir dólares de impuestos estadounidenses en nuestra comunidad”, expresó Maria Elena Durazo, secretaria-tesorera ejecutiva de la Federación de Sindicatos del Condado de Los Ángeles (AFL-CIO), durante la conferencia de prensa.
Marvin Kropke, oficial principal para el sindicato International Brotherhood of Electrical Workers Local Union 11, agregó que seis millones de puestos de trabajo en manufactura se perdieron por la recesión, y que Siemens Industry “representa la mejor oportunidad de traer empleo a Los Ángeles”.
Durante la reunión, miembros de la Junta de Metro discutieron el reporte interno que recomendó primero a Kinkisharyo, en segundo lugar a CAF USA que era el postor más barato, y en tercer lugar a Siemens Industry.
El presidente de la junta, Arthur Leahy, explicó que Kinkisharyo recibió “una fuerte recomendación” del personal de Metro porque tiene el mejor récord de completar la construcción de trenes a tiempo, y la agencia no se puede tomar el riesgo de que no estén listos cuando se completen las líneas planeadas a Monrovia y Santa Monica.
Todos los miembros de la junta de Metro -con la excepción de José Huizar- votaron a favor de dar el contrato a Kinkisharyo, condicionado a que la Administración Federal de Transporte (FTA) no encuentre violaciones a su orden “Buy America”, que requiere que el 60% de las partes de los trenes se hagan en los EEUU y que el ensamblaje tome lugar en el país.
Los miembros de la coalición dijeron estar “extremadamente decepcionados” con la decisión de la junta, según Durazo.
“Pienso que están tan determinados a apoyar a Kinkisharyo que hasta dijeron que si hubiera una violación de la orden de la FTA, les avisarán para que lo arreglen”, relató Durazo después de la reunión. “El próximo paso será contactar a la FTA sobre ‘Buy America'”.
Pero Víctor Ramírez, director de administración de contratos de Metro, comentó que “es un importante paso en adquirir vehículos que necesitamos para los proyectos en el futuro”.
El gerente del proyecto para Kinkisharyo Internatonal, Donald Boss, indicó que la compañía está muy contenta con la aprobación y que el plan es terminar la construcción de los trenes en una fábrica estadounidense.
“Desafortunadamente ha habido muchas ideas erróneas sobre los hechos”, dijo. “El personal reconoció eso y comentaron apropiadamente”.