La historia de Giffords, en español

La historia de la excongresista demócrata Gabrielle Giffords y su ardua recuperación después del atentado que sufrió en Tucson el 8 de enero de 2011 se relata en un inspirador libro de memorias recién publicado en español.

La congresista Gabrielle Giffords en compañía de su esposo, el astronáuta Mark Kelly.

La congresista Gabrielle Giffords en compañía de su esposo, el astronáuta Mark Kelly. Crédito: EFE / Archivo

Denver (EFE).- La historia de la excongresista demócrata Gabrielle Giffords y su ardua recuperación después del atentado que sufrió en Tucson el 8 de enero de 2011 se relata en un inspirador libro de memorias recién publicado en español.

Titulado “Gabby: una historia de valor y esperanza”, el texto está escrito mayormente desde la perspectiva de su esposo, el exastronauta Mark Kelly.

El capítulo final, sin embargo, recoge las palabras de Giffords y su determinación de fortalecerse y regresar a la lucha que ha caracterizado su labor política y social.

“Gabby” es un relato muy personal en el que se comparten momentos difíciles y conmovedores con el público lector. Kelly escribe en un lenguaje sencillo y sin pretensiones literarias, lo cual acentúa el carácter íntimo y la sinceridad del mismo.

A lo largo del texto se destaca el optimismo de Giffords, incluso antes del atentado que dejó a 6 muertos, 13 heridos y un vacío en la política progresista del estado.

A menudo Kelly se sorprende del rol que la situación le ha conferido, ya que, según explica, en la relación él estaba más acostumbrado a escuchar que a hablar.

“Durante el noviazgo y matrimonio, yo diría que Gabby hablaba el 60 o 70 por ciento del tiempo que pasábamos juntos”, escribe. “Y ahora yo hablo el 95 por ciento del tiempo”.

La terapia ha sido intensa y la recuperación difícil, como suele suceder en casos de afasia por trauma.

Es como si las palabras se hubieran escondido en algún lugar remoto del cerebro y hubiera que sacarlas una a una a la superficie.

“Una lesión cerebral como la suya es una especie de huracán que arrastra consigo algunas palabras y frases, y deja otras casi al alcance, pero enterradas bajo los escombros o un lugar diferente”, escribe.

Comunicarse con una persona que sufre de afasia requiere paciencia y dedicación, características que Giffords misma había demostrado en numerosas situaciones.

Kelly recuerda que en una ocasión les tocaba reunirse con el físico británico Stephen Hawkins, quien se encuentra casi totalmente paralizado a raíz de una condición médica.

Nervioso ante la lenta comunicación, Kelly cuenta que su esposa sin prisa ni ansiedad se inclinó hacia Hawkins y mirándolo a los ojos le preguntó cómo se sentía.

Según Kelly, al físico le tomó unos diez minutos formular la respuesta, pero Giffords se quedó todo el tiempo arrodillada frente a él, mirándolo a los ojos, como si nadie más existiera en el universo.

Giffords demuestra una impresionante capacidad de recuperación, cualidad que debe atribuírsele no sólo a su fortaleza interna, pero también a los esfuerzos de su esposo.

Kelly revela que al inicio de la hospitalización de Giffords mandó a colgar un letrero afuera de la habitación que exigía no llorar. Es evidente que no iba a permitirle a su esposa vencerse ante la lástima propia.

Su manera de tratar a Giffords con gran ternura e igual firmeza resulta una combinación exitosa para la recuperación. En un ejemplo notable, Kelly recuerda haber encontrado a su esposa humillada por no haber llegado a tiempo al baño.

Después de escucharla, Kelly le cuenta que durante el entrenamiento espacial, los astronautas deben llevar unos trajes especiales durante seis horas sin la posibilidad de cambiarse.

A esa incomodidad, explica, se le añade el tener que permanecer durante largo tiempo de espalda con los pies en alto, que es la posición de lanzamiento, lo cual hace que los riñones funcionen más de la cuenta.

Le explica todo esto para decirle que muchas veces ha tenido que llevar pañales como los que ella lleva y, en más de una ocasión le han ocurrido accidentes que le empaparon hasta los calcetines.

Y con mucho cariño pero gran firmeza le dice: “Por lo tanto, Gabby… deja de quejarte”.

“Gabby” está lleno de anécdotas inspiradoras que demuestran el profundo afecto que comparte la pareja.

A lo largo del relato se demuestra cómo la atracción inicial entre ambos con el tiempo se transforma en el respeto y admiración que caracteriza a quienes se hacen compañeros de por vida.

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