Mexicanas enfrentan obesidad
El 45% de las mujeres inmigrantes mexicanas y mexicoamericanas están obesas o tienen sobrepeso
Soledad González estaba delgada cuando llegó a Estados Unidos. Con 5 pies y tres pulgadas de altura, ella pesaba 130 libras cuando emigró en el 2000. Nueve años después pesaba 53 libras más. Pero lo peor no era como se veía, sino el constante cansancio.
El caso de Soledad no es una situación aislada. Es más, las estadísticas oficiales indican que el 45% (casi la mitad) de las mujeres inmigrantes mexicanas y mexicoamericanas están obesas o tienen sobrepeso. Una incidencia mucho mayor que en la población general que es el 33%, es decir, una de cada tres personas.
Para entender qué sucede con las mujeres latinas principalmente las mexicanas y mexicoamericanas- y cómo ayudarlas, el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH) financió un estudio realizado por Kaiser Permante.
“Yo subí mucho de peso y no entendía por qué. Tampoco sabía cómo bajar de peso. Es muy difícil cuando uno no entiende lo que sucede ni cómo los pequeños cambios hacen la diferencia”, dijo Soledad. “Me sentía cansada todos los días y me dolía la espalda. Por eso, cuando vi el anuncio de que buscaban a participantes en un estudio para perder peso, me inscribí. No tenía nada que perder. Me iban a ayudar gratis a perder peso”.
Soledad participó en el estudio que dirigió la doctora. Nangel Lindberg, de Kaiser Permanente. La doctora de origen mexicano reclutó a 47 personas para el estudio de un año que inició en octubre del 2009.
“La gente de México tendemos a comer una gran cantidad de carbohidratos y no suficientes frutas o proteínas”, dijo Lindberg.
El programa se llama “De por vida” y tiene como objetivo enseñarle a las mujeres a cómo lograr una dieta balanceada.
“Todas las mujeres tuvieron una reducción de peso muy significativa. Al final, el promedio de pérdida de peso fue de casi 16 libras. Algunas bajaron hasta 53 libras y varias no terminaron el programa porque quedaron embarazadas”, manifestó la doctora Lindberg.
Entre las mujeres que participaron en el estudio y quedaron embarazadas, el promedio de pérdida de peso fue de 7% del peso inicial. Algunas no habían podido quedar embarazadas por el sobrepeso, dijo la doctora.
“De por vida” es un programa piloto que tiene la posibilidad de expandirse a nivel nacional, según la experta.
“Las mujeres mexicanas es el grupo de más alto riesgo de desarrollar diabetes. Esperamos que este programa salve la vida de mucha gente”, dijo la experta, aseverando que las mexicanas tienen un factor probablemente genético que hace que tengan sobrepeso y que cuando adoptan la forma de comer de los estadounidenses, el problema se vuelve aún mayor.
La Dra. Lindberg asegura que la dieta en México es por lo general saludable, pero la comida mexicana en Estados Unidos no lo es porque a todo se le agrega queso, crema y las porciones se vuelven gigantescas.
“La dieta tradicional se deforma y a esto se le agregan muchos productos procesados, refrescos, muchos jugos de fruta, en lugar de comer la fruta”, dijo.
Soledad recuerda que en México ella se comía tres tacos pequeños y que la tortilla era de maíz. Cuando emigró los tacos eran con tortillas grandes de maíz o de harina y que no se comía tres, sino a veces hasta siete tacos en una sola comida.
“Sigo comiendo comidas de México. Frijoles y arroz, pero quité el pan mexicano. Y, ahora solo como tamales de vez en cuando ahora todo lo como asadito, sin freir. La tortilla no la frío, sólo la caliento”, acotó Soledad.